miércoles, 1 de octubre de 2025

CIRCULAR POR BEJES (CANTABRIA)… (2ª PARTE… DESVIO PUERTOS DE BRAÑA - COLLADO PELEA - BEJES).

 

Día: 24-09-2025.

Longitud: 15,22 Km.

Tiempo: 06h:29:00

Desnivel: +840 m

Picos subidos: Ninguno.


Comentario:

Viene de la primera parte cuyo enlace pongo a continuación…

https://andanzasconjosua.blogspot.com/2025/10/circular-por-bejes-cantabria-1-parte-de.html


Al final de la parte anterior íbamos a empezar a transitar por una pista de montaña con terreno irregular que nos iba a llevar a los Puertos de Braña.

Nada más el tomar el desvío hacia dicho destino íbamos a dar con un par de cabañas en donde estaba pastando un amplio caballo de ovejas y cabras acompañadas de un pastor con algunos perros.

Tras seguir las indicaciones del hombre para que pasáramos al lugar donde estaba él con el rebaño y tras intercambiar momentos después algunas palabras sobre el itinerario que teníamos en mente y sus posibilidades para descender a la pista que le había comentado proseguiríamos la marca para encontrarnos inmediatamente con algunas revueltas hasta dar con un primer abrevadero que nos había indicado el hombre que nos iba a salir al paso.

Varias imágenes tomadas en estos momentos. 










El itinerario a partir de este primer abrevadero iba a bajar en intensidad para llevarnos a un segundo abrevadero (1.260 m) que nos indicaría el pastor que nos iba a encontrar. 








Veríamos en estos momentos todo el recorrido que íbamos a tener que efectuar hasta dar con el punto en el que el terreno nos facilitar ir descendiendo a la pista que queríamos alcanzar para proseguir con la ruta circular que tenía en mi mente para este día.

Trío de imágenes hasta dar con la zona en la que empezaríamos con tranquilidad el descenso que he comentado. 






Yendo este menda por delante de Marga rápidamente localizaría un punto en la pista (1.370 m) que parecía bastante factible para que Marga empezara a descender con “una cierta tranquilidad” y que muestra en la siguiente imagen. 


El descenso como comento lo realizaríamos vigilando bien el terreno por el que estábamos transitando y con un primer destino “parcial” en el mismo que iba a estar marcado por una cabaña que había visto ya cuando estábamos transitando por la pista.

Imágenes tomadas hasta dar con la cabaña que comento (1.195 m). 













De la cabaña anterior el descenso ya estaba más que claro e iba consistir en ir buscando las mejores zonas de pradería para ir perdiendo altura de una forma segura. De todas formas nos encontraríamos con un par de buenas zonas encharcadas que para salvarlas tuvimos que echar ingenio para no caer en el barro y agua que había en las mismas.

Cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos dando con la pista (1.097 m) que nos iba a llevar en un primer momento hasta el Collado Pelea (1.000 m) tras un corto ascenso que tendríamos que realizar.

Imágenes tomadas desde la cabaña anterior hasta que dimos con la pista situada casi a 1.100 m.






Imagen tomada desde la pista a la Canal del Valle y que tenía en su parte central las aguas que caían desde cotas altas. 


Empezaríamos entonces el descenso hacia el Collado Pelea (1.000 m) a través de la pista que nos iba a llevar hasta una zona en donde tendríamos ciertos problemas “en un principio” para atravesar la misma y que paso a comentar después de poner las siguientes imágenes. 






Selfie de los dos… 


Los problemas que comento vendrían dados al encontrarnos con un numerosísimo rebaño de ovejas y cabras acompañadas de seis mastines que en un principio no se habían percatado de nuestra presencia al ir aproximándonos lentamente y en silencio.

Como sabía que no habíamos comido tendríamos que ingeniárnoslas para intentar pasar por el medio del rebaño sin tener problemas algunos así que le pediría a Marga que sacara la comida que llevábamos en forma de embutido para intentar cuando se aproximara alguno o varios de ellos “comprar su permiso” con comida para cruzar dicho rebaño, el cual una parte estaba en la margen superior de la pista, estando la otra parte en su margen inferior.

Aun sabiendo que no es conveniente dar de comer a los animales que nos podamos encontrar en la montaña, sobre todo tratándose de mastines decidiría dar este paso para salvarnos de esta posible situación de peligro real como era el encontrarnos con seis mastines que estaban dispuestos, supongo, a salvar al rebaño del acercamiento que estábamos realizando en estos momentos.

Amigablemente y hablándole suave por un parte y por la otra con una rodaja de salchichón se puede decir que el perro admitiría nuestra compañía sin poner problema alguno así que mientras seguíamos caminando con tranquilidad (hablo por mí porqué lo que es Marga...) y dándole muy pausadamente algo de comida llegaríamos a las cercanías del resto de perros mastines.

Al vernos se nos acercarían tres de ellos sin ningún signo alarmante salvo algún ladrido suelto por parte de alguno (se ve que el llegar con uno de sus compañeros pudo hacer algo positivo por nosotros) así que seguiría con “la táctica” que se me había ocurrido y ahora la alimentación era también para el resto que por otra parte amigablemente y sin ningún reproche por nuestra presencia aceptaron muy gustosamente y peleándose entre ellos por la rodaja de salchichón que les lanzaba a la pista.

Mientras tanto ordenaría a Marga que se fuera alejando del lugar donde estábamos mientras yo les entretenía así que cuando me quise darme cuenta ya estaba varias decenas de metros por el exterior del rebaño y Marga unos 100 m por delante de este menda y de los perros.

Llegaría un momento en que ya les dejaría de dar las rodajas de salchichón que llevaba así que les enseñaría las manos vacías como diciéndoles que ya se me había acabado la comida mientras les daba señales que volvieran al rebaño en donde hay que decir que tan solo había quedado como protector del mismo tan solo un perro de los seis que inicialmente tenían dicho cometido.

Con ciertos problemas para que regresaran ya que parecían querer empeñarse en seguirme me despediría de ellos, no sin antes hacerles una foto a los que se negaban a regresar al rebaño de ovejas y cabras. 


Enseguida me reuniría con Marga para proseguir con la marcha y en donde veríamos la zona en donde estaba situado el pueblo de Bejes y a la que queríamos llegar en cuestión de algo más de una hora. 


Collado Pelea (1.000 m) y que une las zonas de los pueblos de Bejes y de Cabañes. 


Localizaría rápidamente desde este collado un pico al que nunca he subido y que creo que me quedará pendiente para siempre, Peña Ventosa (1.437 m). 


Desde el collado el pueblo de Bejes y al que esperábamos llegar tras algo más de 01h de marcha calculaba yo. 


Sobre el descenso decir que lo pasaría mal en el sentido de que nos encontraríamos con una pista de unos 03 Km para salvar casi un desnivel de 450 m con una pendiente que creo que nunca me había encontrado en mis años saliendo de montaña.

Aparte de esto empezaría a tener algunas incidencias física negativas en la espalda que me iban a producir debilidad en aumento a medida que transitábamos en descenso por dicha pista. De hecho tendríamos que parar un par de veces para recuperar algo de fuerzas y para darle un “descanso” a la espalda en mi caso y a Marga en sus rodillas.

Un par de imágenes tomadas en el descenso y del que no tengo apenas más ya que ni me apetecería parar a sacar el móvil a retratar la bajada (si paraba igual ni arrancaba me temía).




Y así acabaría este menda tras llegar casi a la carretera de acceso al pueblo de Bejes en un punto que estaba situado a 550 m. 


Y lógicamente Marga “sana y salva”. 


Panel que nos encontraríamos ya en la carretera con otra opción de ruta en la zona. 


Tras alcanzar la carretera tendríamos que recuperar los 300 – 400 m que nos separaban del coche así que de esta manera finalizábamos una guapa y cansina (por la última hora que habíamos hecho sobre todo) que nos daría una distancia para la misma de 15,22 Km en un tiempo de 06h:29:00.

Dejadas las mochilas en el coche y sin cambiarnos nos iríamos a tomar algo al bar del pueblo y a intentar recuperar fuerzas de alguna manera, momento que inmortalizo en la siguiente imagen. 


Imagen del Bar “El Teju” de Bejes. 


Una última imagen de Bejes antes de dejar el pueblo para poner rumbo a casa. 


Una vez en el coche ya pondríamos rumbo a Unquera para decidir parar “sobre la marcha” en el área de servicio en el que habíamos tomado el café a primera hora de la mañana. En dicho lugar decidiríamos comer algo en forma de platos combinados por así decirlo, siendo en mi caso un plato de patatas, huevos, jamon y torreznos que me supo tengo que decir “a gloria”.

Imagen del local y de este momento de la merienda – cena. 




Finalizada la cena de esta jornada ya pondríamos rumbo a casa para llegar sin novedad y tras pasar una buena jornada que en cierta manera aunque fuera de una forma más liviana me recordaría a las de hace ya algunos años.

Como apunte a la ruta acabaría muy pero que muy cansado a nivel del tren inferior a causa de la tremenda bajada que tendríamos que realizar en la última hora de ruta.

¡A por la siguiente…!.

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