Día: 12-03-2022.
Lugares: Salinas,
Miradores Isla Deva y Playa de Bayas, (San Juan de la Arena).
Integrantes: Isabel,
Alberto, Inma, Carlos, Mª José, Emilio, Mª Jesús, Oscar, José Manuel.
Comentario:
Tras un par de semanas
de la anterior salida del grupo, llegaba estaba tercera en la que ya se
sumarían más miembros del grupo o personas relacionadas con el mismo más alguna persona que se animaría en el último momento por lo que a la hora de la comida la contabilidad
nos daría la cifra de nueve personas los que disfrutaríamos sentados en la mesa
a la hora del almuerzo, comparado con los tres de la primera salida hace ya
algo menos de un mes en aquella escapada de un día que realizamos “los
pioneros” hasta la zona de la Babia leonesa.
Amanecía buen día
climatológicamente hablando así que las sensaciones parecían ser optimistas
para el resto de la jornada, todo lo contrario de lo que sucedería finalmente ya
que el cielo se iría estropeando a partir de las 12h, metiéndose la nubosidad
por completo y empezando a lloviznar alguna hora después para luego pasar ya a considerarse lluvia en sí.
La hora de la quedada
quedaría establecida a eso de las 10h en el aparcamiento del Palacio de los
Deportes para los que salíamos desde Oviedo (Isabel, Alberto, Inma, Carlos,
María Jesús, María José y este menda...) ya que dos de los miembros de la
excursión se nos sumarían alguna hora después en la zona de Salinas - Piedras
Blancas (Oscar y Emilio) así que tras mi cafetín de turno en la zona de la
quedada y tras recoger a Mª José y Mª Jesús, aparcábamos algún minuto
después en el lugar acordado y en donde mientras esperábamos a que llegara el
resto ya empezaríamos con el tema de los selfies, en este caso con el primero
del día y aún en el coche.
Imagen con Mª Jesús y
Mª José mientras esperábamos a por los restantes miembros del grupo de Oviedo
en un "selfie único" ya que se puede decir que es para enmarcar cualquier imagen
en la que salgamos Mª Jesús y este menda sonriendo junto a la protagonista principal de selfies de las dos primeras excursiones.
El segundo coche
llegaría puntual a la cita, hecho que siempre hay que agradecer cuando se queda
con más gente y aun con el móvil en la mano tras el primer selfie,
aprovecharíamos Mª José y este menda para hacer un segundo con Inma e Isabel
que se habían apeado a saludarnos antes de comenzar el trayecto hacia Salinas.
Acto seguido y tras el
breve reencuentro con las chicas del otro coche ya pondríamos rumbo a Salinas y
para acercarnos hasta el mirador natural que conforma la zona del Area
Recreativa de Pinos Altos, situado por encima de dicha localidad costera y al
que llegué casualmente allá por el año 2016 para descubrir una extraordinaria
vista que desconoce mucha gente de la región de este conocido arenal asturiano
y su concurrido paseo en temporada estival sobre todo
Tras llegar a la
rotonda principal de Salinas a las 10h30 aprox y alcanzar otra pequeña glorieta
a la izda de esta primera, torceríamos a la izda para subir por la Avenida San
Martín primero y luego a torcer a la derecha para coger la carretera estrecha
del Caserío El Cabildo a donde nos llevaría directamente al aparcamiento
situado al lado mismo del área recreativa.
Imagen con el
itinerario hasta dicha área de esparcimiento una vez que se llega a Salinas.
Sin novedad llegaríamos
a esta área recreativa y en donde lo primero que se haría sería las oportunas
presentaciones entre los integrantes de los coches que no nos conocíamos.
El objetivo que tenía
en mente para esta primera parada del día era enseñarles la vista de dicha
playa que anteriormente he comentado aunque en esta ocasión un imprevisto
inesperado en forma de pleamar sería el protagonista en los siguientes momentos
ya que hasta el último momento estuve tentado para trasladar la visita hasta la
tarde ya que se iban a dar mejores condiciones, en mi opinión por la bajamar,
para que descubrieran el resto de los integrantes de la excursión las excepcionales vistas del arenal desde este punto en el que nos encontrábamos pero finalmente decidí "asegurar" y completar esta visita en la mañana aunque el Cantábrico estuviera en pleamar ya que corríamos el riesgo de que el día se estropeara como así fue.
Tras hacer algo de
tiempo mientras hablábamos para dar algo de tiempo a que Oscar llegara desde
San Juan de la Arena, nos reuniríamos con él y para acto seguido dar un
cortísimo paseo a la zona que nos podía ofrecer las mejores vistas de todo el
conjunto de la bahía.
Un par de imágenes de
dicha visita.
Vista de la playa
obtenida en bajamar hace algunos años y que me hubiera gustado que hubieran
descubierto en este día (les queda pendiente...).
Tras la primera parada
del día pillaríamos los coches con la intención de irnos directamente hacia el
entorno del pueblo de Bayas, cercano al aeropuerto de Asturias pero
descendiendo hacia Salinas llegaban los primeros visionados de alguna de las
fotos que colgaría Mª José en “su estado” del wasap y un compañero de ella de
mantenimiento del HUCA, Alberto, al ver la imagen le comentaría que estábamos
al lado de su casa así que tras llamarle Mª José nos ofrecería la alternativa
de tomar algo con él en Piedras Blancas así que para allá que nos fuimos ya que
dicho pueblo nos quedaba de camino para la segunda parada programada del día aparte de que el día no se había estropeado todavía.
Aparcaríamos sin
problemas en esta localidad para acercarnos a la terraza de un curioso local
que no conocía y llamado “La Fábrica” y como suele ser habitual hasta la fecha
en las pocas excursiones que hemos realizado del grupo, nos fuimos Mª José y
este menda "a la caza" del selfie en el interior del establecimiento, muy chulo
por cierto.
Estando todos en la
terraza llegaría el último miembro de la excursión del día, Emilio y al que ninguno
conocíamos excepto Mª José y el cual se integraría bastante bien entre
todos nosotros, hecho que siempre se agradece cuando llega alguna persona nueva
a un grupo (aunque sí que es verdad que hay que reconocer que no somos muy "complicados de llevar...").
Tras esta parada que no
superaría la hora ya pondríamos rumbo todos al pueblo de Bayas y su entorno (excepto
Mª José y Emilio que se unirían a nosotros más tarde) y en el que había estado
ya en varias ocasiones con motivo de alguna ruta costera entre Sta Maria del
Mar y el Mirador al Playón de Bayas (ida y vuelta se entiende..).
Enlace de la ruta por
si alguna persona pudiera estar interesada en hacerla, ruta bastante fácil para
desconectar unas horas.
https://andanzasconjosua.blogspot.com/2017/04/de-sta-maria-del-mar-al-playon-de-bayas.html
De nuevo haríamos el
itinerario sin incidencia y con la novedad en el coche de sustituir
a Mª José por Oscar ya que decidimos que dejara el coche en Piedras Blancas
para no mover todos los coches.
Tras aparcar tomamos en
dirección Este la senda que iba por esta zona de acantilados, tramo que no
suponía ningún tipo de problema ya que era totalmente llano y el cual nos
llevaría a uno de los miradores de la zona como es el Mirador de Vidrias en el
cual tendríamos muy buenas vistas a la Isla de Deva, objetivo de la visita que
les había programado a todos en lugar de la costa asturiana.
Enlace con algo de
información sobre dicha isla así como del Playón de Bayas...
https://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_La_Deva_y_Play%C3%B3n_de_Bayas
Aprovechamos para sacar
algunas imágenes con la isla por detrás desde dicho Mirador de Vidrias.
El estado del cielo nos
impediría permanecer más en dicho lugar ya que aparecieron las primeras gotas
fruto de la nubosidad que reinaba en toda la zona, incluso la bruma parecía
meterse por el mar así que decidimos ir dando la vuelta mientras “en teoría”
los dos restantes que faltaban venían al encuentro nuestro tras una llamada previa.
Dado que el estado del cielo no iba a permitir grandes lujos en este día, nos reencontramos todos en los coches ya que los que faltaban decidieron dar la vuelta hacia el aparcamiento.
Pese a esas gotas
iniciales, la lluvia parecía amainar y darnos una tregua así que proseguimos
con la marcha en dirección Oeste hacía una especie de mirador situado por
detrás de la zona conocida como la Aldea la Roza y que nos iba a ofrecer
extraordinarias vistas hacia el islote más grande del litoral asturiano.
Como era lógico, las
imágenes para inmortalizar este momento eran inevitables.
(Imagen de dicho Islote
de Deva tomada del blog de alguna visita anterior a la zona).
Y con los protagonistas
del día...
Tras esta breve parada
proseguimos en dirección Oeste hacia otro mirador, el del Playón de Bayas, el
cual no lo pudimos apreciar como me había imaginado inicialmente ya que el día
estaba con muy poca nitidez (para otra vez será... ).
Al no tener fotos de
este día, reflejo un par de ellas sacadas del itinerario realizado hace algunos
años y en el que muestro la playa más larga de la costa asturiana.
Tras esta última visita
en la senda ya regresaríamos tranquilamente a los coches para poner rumbo a San
Juan de la Arena y en donde teníamos previsto comer en “La Escollera”, conocido
sobre todo por la variedad de cachopos y
en donde se puede decir que prácticamente ya “me conocían” por haber llamado
varias veces durante la semana.
Como novedad en este
tramo, comentar que decidiría dar un pequeño rodeo yendo hasta el mismo por el
Alto del Praviano y de esta forma recordar cuando los Sábados iba desde Oviedo
hasta la zona de Lamuño (algo más de 65 Km) por este itinerario para volver
hacia la capital por el interior (Candamo) al día siguiente, allá por los años
90 del pasado siglo.
Una vez en San Juan de
la Arena y como era pronto todavía para irnos a comer “so pena” de que fuéramos
objeto de algunas observaciones por parte de alguna persona del local,
decidimos irnos a tomar la sesión vermouth a un bar llamado “Nalón River” que
no conocía y que parecía tener buen ambiente.
Estaríamos en dicho
local sobre media hora hablando, tomando algo y en algún caso leyendo algunas
críticas que parecieron añadir más tensión, aparte de “la que llevaba” a la
persona que se atrevió “con valentía” a leer las mismas.
Inmortalizando dicha
sesión.
A falta de unos 10 min
ya abandonaríamos el establecimiento para dirigirnos a “La Escollera” y así no
llegar tarde “por la que nos pudiera caer” así que tras caminar unas decenas de
metros, estábamos entrando por la puerta del local (este “valiente” el primero adelantándome al resto,
por cierto...) y para anunciar nuestra llegada, en este caso a uno de los camareros
del lugar.
Antes de continuar,
enlace con algo de información de dicho restaurante...
Una vez dentro todos ya
nos sentaríamos en la mesa reservada y “los miedos” parecían que se querían hacer
realidad cuando nos vino la primera advertencia por parte de la persona que nos atendería durante el almuerzo y que nos comentaría que “había que evitar en lo posible coger los
móviles”. En mi caso no me apetecería preguntarle por las consecuencias de
dicha acción y “a escondidas” pude lograr hacerme un selfie de recuerdo “sabiendo que me la
jugaba” mientras “por encima de mi cabeza” una cámara parecía estar atenta a mis movimientos.
Finalmente para comer pediríamos
una tabla de embutidos para empezar y tras un pequeño debate entre todos, optamos por cinco cachopos (de
tres tipos diferentes) y de buen tamaño como opción final para completar la comida.
Un pequeño vídeo
durante la comida.
Y por supuesto, algunas
imágenes...
Como siempre entre
nosotros, las risas y el buen ambiente fueron la tónica de la comida aunque sí
que es verdad que riesgo “no corríamos demasiado” ya que nos conocíamos la
mitad de comensales de hace muchos años y los recién llegados ayudaban a que
las sensaciones siguieran en la misma línea que he comentado.
Por cierto, hay que
mencionar que “el miedo” que teníamos la mayoría no iba a ser al final para
tanto ya que la persona protagonista del mismo se iba a comportar de manera “notable”
con todos nosotros para lo que esperábamos inicialmente.
Dado que estábamos todos muy cómodos todavía, decidiríamos tomar una copa antes de abandonar el recinto
en busca de otro local que resultó que que ya conocía por haber estado en el pueblo hace algunos años con
motivo de la San Silvestre Angulera que se suele celebrar en Diciembre y conocido con el
nombre de “Café Bar Anfora” y en el cual estaríamos un buen rato tomando algo ya
que poco se podía hacer dado que la noche ya había caído y que encima estaba
lloviendo.
Inmortalizando dicho
momento.
Antes de abandonar el
local, tendríamos la anécdota de que algo o alguien se movía por debajo de las
mesas y no era otra persona que Mª José o Emilio (no me acuerdo muy bien)
buscando alguna moneda que se les había caído de cierto valor, por lo cual
algunos de alguna forma nos sumamos a la búsqueda para descubrir al cabo de un
rato que su valor no hubiera significado “la penuria” para agacharse en busca
de la misma.
Finalmente
abandonaríamos el café para ir en busca de los coches y poner rumbo a casa. En
el caso de Oscar, le acercaría Emilio hasta Piedras Blancas que era donde había
dejado el coche horas antes mientras los demás ya pillaríamos el itinerario
hasta Oviedo, llegando en mi caso justo a la ciudad con el depósito marcando 0
litros (claro está que lo tenía controlado) por lo que nada más dejar a Mª José
me iría hasta la gasolinera de la Tenderina para echar el gasoil a 01,88
euros/l y acto seguido dejar a Mª Jesús.
Finalmente llegaría a casa
a eso de las 22h y tras pasar, como he querido reflejar a lo largo de la crónica
de este día, una buena jornada entre todos (aunque sí que es verdad que me
hubiera gustado hablar algo más con “con los nuevos”... pero para otra vez...).
The end y...¡A por la próxima...!.
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