jueves, 29 de septiembre de 2016

XXX SUBIDA AL DESFILADERO DE LA HERMIDA.



Fecha: 25-09-2016.

Lugar: Panes – Potes (Asturias – Cantabria).

Distancia: 28,5 Km (no homologados).

Tiempo:       Oficial:  02h:58:35.

                     Neto:     02h:58:06.

Precio: 20 Euros +5 euros de autobús que nos llevaría a los corredores a la salida y que nos devolverían al montar a dicho vehículo.

Comentario:
Durante años siempre que circulaba por la carretera de Panes – Potes con motivo de alguna ruta de montaña, siempre me preguntaba cómo sería un día el participar en la carrera que sabía que año tras año unía ambas poblaciones y si sobre sería capaz de correrla sin sufrir daño alguno.

Con motivo de mi participación en esa maratón de finales de año que estoy preparando (a mi manera, claro está…), me dije hace un par de semanas…, ¡Mira por donde que me puede venir bien esta carrera para realizar una tirada larga y así poder conocerla y matar dos pájaros de un tiro!.., 
así que hace una semana ya me estaba apuntando a la carrera, con bastantes dudas de si aguantaría tal tirada dada la dureza de la misma (sobre todo en su parte final de 7 ú 8 km).

Enlace de la carrera...


Cartel de la prueba.


Recorrido y perfil del itinerario (con muchos tramos ascendentes y algunos que sí que se pueden considerar que eran de verdadera subida).



Tendría que reservar también noche del Sábado en la zona de Potes ya que no me apetecía nada pegarme un madrugón y luego un par de horas de carretera para pillar el bus en Potes a las 07h30 que me llevara junto a otros muchos corredores a la salida situada en Panes.

Al final conseguiría cama por 40 euros a escasos 7 km del final de la carrera en un alojamiento que no conocía, el “Hostal El Caserío”, así que por lo menos se suponía que podría ir algo más descansado para la carrera que en caso de haber ido desde casa en el mismo día.

Después de presenciar el partido del Sporting contra el Barsa (perdimos por cinco a cero) ya pondría rumbo a la Liébana para parar en Potes poco antes de llegar al hostal de la pernocta de este día.
Durante el trayecto por el Desfiladero de la Hermida intentaría fijarme en todo el itinerario de la carrera del día siguiente y sí que puedo decir que a medida que iba con el coche recorriendo los km del desfiladero y tras ver finalmente el tramo final de la carrera, yo creo que la cara se me fue volviendo cada vez más pálida y las dudas me empezaron asaltar sobre si habría sido buena idea apuntarme a la carrera ya que dura sí que parecía que iba a ser por los tramos en sentido ascendente que tenía el recorrido.

Llegaría en torno a las 09h (con parada previa en Unquera a tomarme el café de siempre y la corbata de choco con su palmera en el lugar de sierre) a Potes y tras aparcar ya me iba acercar a cenar algo, ya que aunque llevaba un Tupper lleno de pasta y arroz, era buena idea cenar algo diferente a lo que había comido en este día y desayunaría al día siguiente.

Pararía en el bar-restaurante del Hostal La Serna, lugar que ya conocía por alguna pernocta hacía ya años, para cenar una pizza y una cerveza por diez euros.

Acto seguido, pondría rumbo al hostal y dispuesto a pasar ya la noche ya que eran cerca de las 22h y había que descansar hasta el día siguiente ya que tenía la intención de levantarme muy pronto (05h30) para tras prepararme, poner rumbo a Potes y desayunar el Tupper de pasta y arroz que tenía en el coche.

Llegaría a las 06h15 a Potes y tras aparcar sin ninguna dificultad (pensé que tendría muchos problemas dada la cantidad de corredores que saldríamos a las 07h30 en los buses de la organización y con rumbo a Panes), di una vuelta por la zona de llegada y sin un alma por la misma (daba gusto caminar de noche por Potes y con todo el pueblo para el menda) y a medida que ya fueron avanzando los minutos, ya fueron aparecieron diferentes coches con gente que se notaba que iba a correr en esta mañana.

Deambulando por Potes a primera hora de la mañana.

Regresaría al coche para desayunar, para poco después ir hasta la Estación de Autobuses del pueblo, lugar donde nos iban a recoger los varios autobuses puestos por la organización y que nos llevarían hasta Panes (35m).

Tengo que reconocer que sí que tenía bastante preocupación sobre la carrera, primero por lo que había visto el día anterior en el trayecto de ida y segundo por la distancia larga que era y encima en sentido ascendente, así que entre todo esto que digo y luego que la cama de la habitación era “insufrible” por lo incómoda que era, apenas pude dormir nada en toda la noche.

Casi media hora íbamos a tener que ir en bus por la carretera del itinerario de la carrera hasta el pueblo asturiano de Panes y nada más posarnos los corredores, la inmensa mayoría ya nos íbamos a dirigir hacia la zona situada después del puente del pueblo y en donde habían puesto la mesa de entrega de dorsales.

Tras pillar el dorsal (429) me iría hasta el bar con la intención de ir al baño y tomarme mi cafetín, pero tras la larga espera en la cola del baño, por primera vez yo creo en estos años iba a tener que empezar una carrera sin mi dosis de cafeína.

Tras ir al guardarropa ya me dispondría par realizar un breve calentamiento durante casi un cuarto de hora (haría km y medio) para situarme entonces ya, en la parte trasera del pelotón de corredores.

Mis objetivos estaban claros:
- Intentar acabar la carrera entero físicamente.
- Ir en plan rodaje a ritmo que no fuera muy exigente y a pulsaciones que me permitiera acabar la carrera sin cansancio excesivo a nivel cardio.
- Si era posible, acabarla por debajo de las tres horas, ya que entrar dentro del tiempo máximo establecido por la organización (3h15) lo veía bastante factible a no ser que me pasara algo a nivel físico.

Pues con todo esto en mi mente darían la salida y desde los primeros metros ya me situaría entre los tres o cuatro últimos corredores para en esas posiciones salir corriendo de Panes y ya en sentido ascendente pillar la carretera del desfiladero.

Metía miedo la distancia y sobre todo el perfil de la carrera, pero sabía que corriendo “con cabeza” no tenía que tener, “en teoría”, los problemas de cansancio que tuve en la Media Maratón de Ribadeo y que había corrido a principios de este mes.

La carrera había comenzado y tras esos primeros centenares de metros me da por girar la cabeza para ver los que estaban por detrás mío y veo que tan solo quedaba una chica acompañada por la ambulancia que en esos momentos iba con los típicos rotativos encendidos, así que me dio por pensar…¡Yo mi táctica de ir corriendo tranquilo no la cambio y como si tengo que llegar con la ambulancia pisándome los talones. El caso ye llegar dentro del tiempo límite!.!.

Saldría de Panes en un primer km ascendente, marcando un tiempo en este parcial de 06:00, uniéndome entonces a un paisano que parecía que iba a un ritmo parecido al mío, así que a partir de ese momento y durante muchos km íbamos a ir juntos.

Íbamos corriendo y por momentos hablando algo y comentando sobre carreras y sobre la peña de todas las edades que ahora se dedicaba a correr, cuando va y me pregunta…¿Qué edad dirías que tengo…?...
Ralentizo un poco el ritmo y miro para él girando la cabeza y le digo…¡Cincuenta y tres o cincuenta y cinco…!.
Pues el paisano en cuestión va y me suelta…¡63 años ya y es mi primera participación en esta carrera!...
Le comento entonces que ese es mi objetivo deportivo a largo plazo, el ir cumpliendo años y meterme tutes como el que se estaba metiendo él en este día, independiente del tiempo a realizar y que trabajando en sanidad como yo, valoro cada vez más el paso del tiempo y poder seguir haciendo deporte a medido que cumplo años.
Me dice que él está acostumbrado a hacer tiempos de 06 min/Km en carreras cortas, así que en ese plan seguimos corriendo los dos, unas veces hablando algo y otras muchas veces corriendo en silencio, pero a la par prácticamente.

Acostumbrado como estoy yo a correr y a caminar solo por la montaña, la verdad sí que se agradece a veces ir acompañado por gente y hablando algo en la actividad deportiva que se trate.

Estos primeros km hasta la entrada al propio desfiladero se pueden decir que eran muy llevaderos por varios motivos como por ejplo, el que el sentido ascendente no se notaba apenas y luego que las fuerzas estaban muy intactas.
Las diversas unidades que nos precedían a los dos, muy, pero que muy lentamente se iban alejando. 
Se notaba que había peña que debía ser la primera vez que participaban en la carrera y que se habían tomado la misma como en el caso de este menda y del paisano.

Los km iban pasando y así fuimos realizando parciales en los tres siguientes km de 06:02, 06:01, 06:10.

La carrera nos iba a obligar a cruzar varias veces el cauce del río Deva, así que tras 5 km de carrera nos íbamos a encontrar el primer puente y el primer avituallamiento de la carrera.

De los 35m de altitud de la salida en Panes, habíamos pasado a los 63m del puente en este km 5 y en mi caso no había notado casi nada la ganancia esta ganancia de metros (salvo los primeros centenares de metros en la salida de Panes).

Pillaría botellín de agua y seguiría corriendo en compañía del acompañante ocasional que me había echado en este día.

Sin querer, nos íbamos ayudando involuntariamente marcándonos en ocasiones el ritmo, y así fueron pasando los siguientes km, hasta llegar al km 10, en el que haría un tiempo de paso de 01h:00:56
En este tramo íbamos a alcanzar a una chica que parecía que tenía algunos problemas a nivel físico y al preguntarle qué le pasaba, nos contestó que tenía dolores en la zona exterior de un pie.

¡Pues guapa, sí que te queda carrera todavía por hacer para empezar ya con problemas…!, pensé yo.
Durante unos metros vino con nosotros, pero enseguida empezamos a dejarla atrás (creo que finalmente esta chica pudo acabar la carrera).

Sobre el km 10 (metro antes o metro después), alcanzaríamos a otra chica con la que iríamos también bastantes km a partir de este km.

Un poco de tertulia, en ocasiones sobre todo por mi parte, haría (por lo menos a mi) más llevadero los siguientes km que tendría que recorrer.

En el km 10 había otro avituallamiento (bebida isotónica y agua), así que aproveché a pillar de nuevo líquido para hidratarme algo.

Hasta aquí el GPS me iba a funcionar con normalidad, pero en los siguientes ya iba a notar que los parciales por km que me reflejaba en la pantalla no tenían nada que ver con la realidad, así que por el tramo más angosto del desfiladero estaba visto que no me iba a poder fiar del tiempo km por km que me iría señalando (a veces me marcaba parciales de 04:50, 05:30,…), pero no así de las indicaciones sobre las pulsaciones que de esas sí que me podría ir fiando mientras corría.

Llevaba buenas sensaciones en esta carrera y sin notar síntomas de cansancio a nivel de respiración ni de cardio y marcándome normalmente entre 152 – 155 las pulsaciones que llevaba hasta esos momentos.

Estaba corriendo donde más o menos quería estar a nivel de pulsaciones. 
En las medias por km de la primera decena de km, había mantenido un guapo ritmo en torno a poco más de 06 min/Km y con esa ganancia en sg sobre la media de 06:30/Km que me había marcado en casa, esperaba que me permitiera llegar con algo de holgura por debajo de las 3h (me ilusionaba llegar por debajo en ese tiempo en mi primera participación, pese a no haber realizado tirada alguna superior durante todos estos meses superior a los 21 ó 22 km).

A nivel físico me iba encontrando de maravilla (tampoco es que fuera a ritmo de récord mundial…) y a nivel de cabeza no se me estaba haciendo muy larga la carrera, ya que simplemente mi táctica en ese sentido se iba a limitar a sumar km a la carrera hasta que llegara al km 20, ya que a partir de ese km, lo que iba hacer era empezar a restar km a lo que me pudiera quedar hasta la línea de llegada situada en Potes.

¿En dónde quede en la carrera que ya me perdí con tanta observación..?...

Ah, sí…Volvemos al km 10 y al momento de alcanzar a la chica en cuestión.

Después de Urdón (93m – km 10), tocaba seguir corriendo y con el objetivo en la cabeza de llegar al paso cronometrado de La Hermida (km 12,5), punto “intermedio” de control de la carrera de este día y para el que nos habían dado un tiempo máximo para pasar por allí de 01h20.

Tomaría tras el paso por Urdón el primer gel de hidratos de los dos que tomaría en esta carrera y con la intención de alargar lo máximo que me fuera posible la ingesta del segundo y tras dicho paso sabía ya que por lo menos no me iban a echar de la carrera en la población de La Hermida (me hubiera jodido bastante que no hubiera podido ni llegar a este punto dentro del tiempo establecido y que me hubieran expulsado).

Seguía corriendo en compañía de la pareja de corredores con los que había coincidido en carrera en busca ya de la población de La Hermida (118m – Km 12,5) en un tramo que aunque seguía siendo de ligera subida, corriendo no me parecía que fuera así.

En la Hermida pasaría, junto a los otros dos acompañantes de este día, marcando un crono de 01h:15:10 en dicho punto de control y a partir de aquí, había leído y oído a diferentes corredores comentar que empezaba ya a incrementarse la pendiente y a notarse por momentos la misma, así que corriendo con cierta precaución de no pasarme de revoluciones seguí ganando metros en busca del ecuador de la carrera (km 15 aprox).


Pasando por la Hermida con mis dos acompañantes.


En este tramo ya de subida de casi 2,5 km me encontraría bastante bien, lanzando un comentario al aire a los otros dos de que ya estábamos subiendo y que ya se estaba dejando notar algo en las piernas.

Aquí de nuevo tocaba avituallamiento de agua y bebida isotónica y de nuevo no iba a renunciar a tomar el líquido reparador y tras este km 15 tocaba ahora correr por un tramo más o menos llano en el que no se ganaba ni perdía altura alguna.

Seguía encontrándome bien y con ganas ya de llegar al último puente el día, situado en el cruce de Lebeña.

Pero antes de llegar a este último puente, tocaba alcanzar el Puente Fancho (188m17,5 km) y metros antes de llegar a este puente, el paisano con el cual había empezado a correr la prueba, iba a tener que hacer una breve parada, continuando este menda y la chavala al ritmo con el que íbamos corriendo hasta ese momento.

No aminoraríamos el ritmo que llevábamos la chica y yo ya que pensé que el paisano tras esa breve parada nos pillaría de nuevo.
Por otra parte, me había quedado con lo que me había dicho de que en carreras cortas el corría a ritmos de 06 min/Km, por lo que estaba claro que tarde o temprano tendría que “pinchar” el señor en algún tramo de la carrera, pensando yo que dicho pinchazo sería a partir del km 21 cuando empezara el peor tramo del recorrido.
Me daba cosa no bajar en exceso el ritmo y esperarle ya que había empezado la carrera con él, pero sabía por otra parte que de esperarle no conseguiría mi objetivo en cuanto al tiempo final de la carrera “ni de coña”, así que “fuera penas” (parece que poco a poco aunque me cueste voy aprendiendo) y continué emparejado con la chavala hasta el cruce de Lebeña (227m20 Km).

Aquí de nuevo tocaba avituallamiento, por lo que tocaba aprovisionarse de líquido para seguir corriendo.

Tras dicho avituallamiento, decidiría tomar mi segundo gel de glucosa para así llegar sin excesivos problemas al final de la carrera.

Como la chica que venía a la par corriendo conmigo, vi que se quedaba unos metros por detrás tras dicho avituallamiento, le ofrecí mi tercer gel de hidratos que llevaba, a lo que ella renunció, por lo que entonces seguí ya a mi ritmo ingiriendo cada poco mi segundo gel a pequeños sorbos en busca ya del km 21, inicio del verdadero tramo duro de la carrera.

La carrera me llevaba ya a terreno abierto y ante el anuncio por parte de la organización que la carretera ya estaba abierta al tráfico y que corriéramos por su parte derecha, eso fue lo que hice en cuanto apareció el arcén en el tramo mejor asfaltado del itinerario y ya por carretera ancha que nos llevaría hasta Potes.

A partir de este km 21 se iniciaba un tramo claro de ascenso, ascenso que se haría cada vez más pronunciado a medida que la carrera avanzaba (por lo menos hasta el km 22,5).

No me notaba con mucho cansancio, producto ello de haber corrido a bajas pulsaciones y a bajos ritmos, así que se puede decir que el km y medio de verdadero ascenso lo haría mucho mejor de lo que me había imaginado en la habitación la noche anterior.

Aparte de por encontrarme bien, también es verdad que incrementaría el ritmo que llevaba pese a ser en sentido ascendente ya que había una caravana “larga, larga” de vehículos que estaban atascados por encontrarse la carretera cortada en sentido a Panes y lo peor era que era en esos momentos por “4 pelagatos” que estábamos corriendo, así que temía que la gente empezara a lanzar improperios y demás “adjetivos…” por tener que estar parados para que los últimos siguiéramos corriendo.

Por otra parte, una de las claves de la carrera era llegar a estos últimos 7 km con fuerzas (según decía todo el mundo) y eso fue lo que quise desde un primer momento cuando salí de Panes hacía un par de horas y por las sensaciones que tenía parecía que lo había conseguido.

En la subida alcanzaría a algún corredor que se había puesto a caminar, fruto del machaque físico que esta carrera iba a ofrecer a algunos otros corredores con los que también me iba a encontrar km después.

En cuanto al menda, el único impedimento físico que me había aparecido algunos km anteriores había sido notar como la cinta iliotibial de la pierna izda parecía que se me había querido empezar a quejar, por lo que tuve que rectificar la postura durante el trayecto en el desfiladero intentando seguir corriendo con la espalda más recta.
Sabía que este problema me había aparecido algunas veces y que lo había resuelto sobre la marcha adoptando esa postura al correr así que eso fue lo que hice en este día y como en carreras anteriores parece que me valió bastante ya que en los km finales, el tema de la cinta iliotibial no volvería a quejárseme.

Tras el tramo más duro de subida de casi km y medio (aunque el perfil no muestra con mucha exactitud la misma), habría una bajada de algo más de medio km, bajada que agradecí bastante para coger algo de aire, aunque puedo decir que seguía corriendo a pulsaciones no muy elevadas.

Y así llegaría a la localidad de Tama (258m25 km), pillando de nuevo algo en el avituallamiento de dicho punto kilométrico.
Quedaban unos 3 km y medio, así que me animé pensando que ya estaba casi hecha la carrera pero que todavía era pronto y no podía echar las campanas al vuelo.

Iba transitando ahora por largas rectas y viendo unidades aisladas bastantes metros por delante del menda, para poco a poco ir acercándome a alguna de esas unidades que se había parado a caminar, llegándo a su altura para unirse luego ella a este menda y así ya iríamos hasta la meta dicha unidad y yo, intercambiado algunos comentarios a medida que nos aproximábamos a la llegada en Potes.

Dicho hombre me comentaría que el año pasado había hecho en esta carrera dos horas y poco y que este año notaba que había tenido una ligera rotura de fibras y que por ese motivo se había puesto a caminar y que cuando había llegado yo a su nivel, se había animado a intentar seguirme y que de momento parecía poder aguantar las molestias en la pierna.

El tramo final de la carrera había llegado y a falta de 1.500m para el final de la misma llevaba un tiempo de unas 02h50, por lo que vi que sí que podía llegar en ese tiempo inferior a esas 03h que me había marcado, por lo que a partir de aquí ya iría decidido a intentar bajar de dicha marca e incrementaría todavía algo más si cabe el ritmo, a pesar que como digo en algunos tramos seguía siendo ascendente.

De estos 1.500 m últimos sabía que los últimos 500 m eran favorables por tratarse de correr llaneando y en descenso, pero había dentro de los mil anteriores, más de 500 – 600 m en sentido claro ascendente y que sí que se dejaban notar en las piernas a medida que iba corriendo.

En cuanto al tema cabeza, en estos últimos km ya iría corriendo y la verdad avanzando con bastantes ganas de llegar a meta. 

Lo bueno del recorrido era que lo conocía y que en todo momento sabía por dónde iba y más o menos lo que me quedaba de carrera y eso era una cosa a mi favor ya que podía ir corriendo mientras regulaba las fuerzas.

Sobre ese último km y medio decir que sí que me encontraría mucho mejor de lo esperado, notando que iba más rápido que en los km anteriores.

Ya con bastante gente por las calles de Potes, llegaría a los últimos 500 m sabiendo que bajaría seguro de las 3h, pero aun así no aminoraría el ritmo ya que iba corriendo con bastantes fuerzas para toda la distancia que me había metido.

Cruzaría entonces la línea de llegada (298m), animado incluso por la megafonía (¡cómo se nota que saben… ya que incluso mencionaron mi nombre al entrar!) y marcando un tiempo oficial de 02h:58:35 y real de 02h:58:06, yendo a un ritmo durante la carrera de 06:22/km.

Entrando en meta.











Nada más cruzar la meta, recogería la camiseta conmemorativa de la prueba y no me pondría a trotar como en otras ocasiones ya que el corazón, comparada esta carrera con la de Ribadesella de la semana pasada, no había sufrido tanto y por lo tanto no me sentí obligado a que bajara de pulsaciones poco a poco con algo del trote habitual que hago al finalizar las carreras en las que participo.

En cuanto al tema cardio, marcaría unas pulsaciones medias durante las tres horas que duró la carrera de 155 pulsaciones por minuto y unas máximas de 179.
La cadencia sería de 187 pasos por minuto y otro dato anecdótico que me diría el reloj fue que gastaría 2.364 calorías durante el tiempo que duró la carrera.
Y en cuanto al puesto en la general, acabaría en el puesto 443 de los 454 que finalizamos la prueba.


Estos fueron los tiempos de paso durante la carrera y salvando algunos km intermedios, puedo considerar como reales los comprendidos entre el km 1º y km 10º por un parte y por otra cuando prácticamente ya estaba fuera del tramo central del desfiladero, a partir del km 19 y hasta la línea de llegada.

Km 1                06:00.5             06:00.5

Km 2                06:02.7             12:03

Km 3                06:01.0             18:04

Km 4                06:09.5             24:14

Km 5                05:50.8             30:04

Km 6                06:02.0             36:06

Km 7                06:06.9             42:13

Km 8                06:07.4             48:21

Km 9                06:09.7             54:30

Km 10              06:25.3      01h:00:56

******************************

Km 11              04:09.2      01h:05:05

Km 12              06:03.7      01h:11:09

Km 13              05:34.5      01h:16:43

Km 14              06:24.7      01h:23:08

Km 15              06:35.9      01h:29:44

Km 16              05:46.8      01h:35:31

Km 17              05:14.2      01h:40:45

Km 18              04:57.5      01h:45:42

******************************

Km 19              06:21.7      01h:52:04

Km 20              06:36.8      01h:58:41

Km 21              06:52.2      02h:05:33

Km 22              06:00.9      02h:11:34

Km 23              06:23.1      02h:17:57

Km 24              06:20.2      02h:24:17

Km 25              06:24.7      02h:30:42

Km 26              06:27.9      02h:37:10

Km 27              06:20.8      02h:43:31

Km 28              06:08.0      02h:49:39

Km 29              06:03.1      02h:55:42

Km 30              02:27.5      02h:58:09


Distancia según GPS…
Km 29,48                           02h:58:09


Otros datos...

Frecuencia media pulsaciones…155.

Frecuencia máxima pulsac…….179.

Cadencia……………………….187 pasos x min.

Calorías……………………… 2.364.


En rojo marco los datos que a mi juicio no son correctos en algunos km, no digo en todos, pero agrupo el tramo más complicado del desfiladero para el gps.


Por otra parte decir que los dos corredores que me había echado de acompañantes en casi los dos primeros tercios de carrera acabarían haciendo tiempos de 03h:04:53 (chica) y de 03h:08:53 (el señor), así que por lo que se ve, creo que acerté con la táctica de no esperarlos.

Durante la carrera no notaría mucho el machaque físico (a nivel de pinchazos y como similares), pero fue pararme y ya notaba que me costaba más de lo deseado dar pasos con normalidad (de hecho me costaría “la de dios” quitarme los playeros, calcetines y las medias compresoras), así que como ví que había sobre 8 ó 10 camillas en la que daban masajes los fisios a los diferentes corredores que lo solicitaban, me situé en la cola para ver qué tal era eso de los masajes, así que tras esperar un buen rato, ya me puse en una de las camillas a recibir el oportuno relax para la zona del tren inferior.

Tras los masajes y los consejos que me dieron, notaría algo de mejoría y acto seguido ya me iría hasta el polideportivo a ducharme para luego ir a comer algo, acabando finalmente en un lugar al que le tenía algunas ganas, “La Parrilla de Sto Toribio” para comer algo de cecina y unas costillas a la brasa.

Conclusión de la comida por si acaso alguno quiere acercarse: No hace falta que os acerquéis por allá (hablo según mi experiencia este día…).

Después de la comida ya pondría rumbo para casa, a la que tardaría en llegar en dos horas (pararía una hora a echar un pigazo en el coche ya que de camino a Oviedo me iba durmiendo mientras conducía).

En cuanto a la carrera en sí, en mi opinión es una carrera muy bien organizada, muy buen ambiente, la gente animándonos en todo momento, buenos avituallamientos con bebida abundante (los últimos no tuvimos problemas para pillar agua y bebida isotónica) y carrera totalmente recomendable y que transcurre por una “pasada” de paisajes, corriendo en todo momento con el río a un lado y pudiendo avanzar metros entretenido viendo el río y la vegetación del mismo.

Carrera que creo que es dura, no excesivamente dura para alguien que esté acostumbrado a realizar tiradas largas, pero más bien la consideraría “durilla” y sobre todo si uno sale desbocado desde el primer momento.

La cabeza juega un papel importante para regular las fuerzas, pero la verdad, muy, pero que muy chula la carrera y si puedo, participaré en la medida que me vea con posibilidades de terminarla en tiempo y sin demasiados riesgos a nivel físico.

Lo malo, quizás el “pero” diría yo, es la distancia de 28,5 km que ya es una distancia ya respetable para correrla sin apenas entrenar, pero como digo, con algo de entrenamiento habitual realizando de vez en cuando tiradas largas, sí que se puede acabar sin muchos problemas.

Conclusión…¡Repetiré…!.

Enlace de los resultados...

Vídeo de la prueba…


martes, 27 de septiembre de 2016

16ª SEMANA (DEL 19 DE SEPTIEMBRE AL 25 DE SEPTIEMBRE).



Peso 19-09-2016…  82,4 Kg.

Peso 26-09-2016…  81,6 Kg.

Comentario:

- Lunes 19/09 … Gimnasio.

- Martes 20/09 … Descanso.

- Miércoles 21/09 … Descanso.

- Jueves 22/09 … Descanso.

- Viernes 23/09 … Descanso.

- Sábado 24/09 … Descanso.

- Domingo 25/09 … Carrera del Desfiladero de la Hermida.
Carrera que más bien era un reto ya que el itinerario era durillo, sobre todo en sus últimos 8 km en una carrera de 28,5 Km y en la cual emplearía un tiempo de 02h58:09 y en la que acabaría bastante machacado a nivel físico, no a nivel cardio ya que haría durante las tres horas una media de 155 pulsaciones x minuto.

Haría un calentamiento previo de la carrera de 1,5 Km, para así completar en este día una distancia de 30 Km.


Resumen…
Semana de descarga, como se suele decir, y que mejor manera de hacer una descarga que descansar toda la semana (después de haber hecho una muy buena carrera el Sábado anterior en Ribadesella) y acabar la semana pegándome una paliza de 28,5 Km.

Sí que acabé bastante machacado pero a fecha de 27/09 estoy ya bastante recuperado, pero veo que me queda muchísimo para aguantar la Maratón al ritmo al que quiero ir (aguantar a nivel físico hablo…).

En cuanto al peso, mejor no hablar ya que no bajo, básicamente porque estoy comiendo más de la cuenta y peor, así que a ver si a partir del 01 de Octubre me pongo las pilas, que eso ya va a ser harto difícil con mi mentalidad.


En cuanto a los números en esta semana…

Corriendo… 30 km en 1 carrera.


Gimnasio… 1 día.

domingo, 25 de septiembre de 2016

CONCEJO DE TEVERGA …(1ª PARTE…).



Día: 12 y 21 Septiembre 2016

Lugar: Teverga.

Comentario:
Me ha dado por matar algo el tiempo en esos días en el que no realice actividad deportiva alguna, motivado por tomarme el día de descanso, para empezar a recorrer de nuevo los concejos de Asturias (aunque puedo decir que conozco con bastante exactitud el 70 - 75 % del principado), intentado descubrir algunos lugares escondidos de cada concejo que me puedan quedar por visitar, así como intentar plasmar los lugares y monumentos más habituales de cada concejo, así que mirando por dónde empezar, se me ocurrió comenzar por una cercano al concejo de Oviedo, el CONCEJO DE TEVERGA.

Como pequeña observación decir que el punto de referencia para iniciar las excursiones a los diferentes concejos será generalmente la ciudad de Oviedo.

Las fotos que pueda a mostrar en los diferentes post dedicados a este concejo están tomadas en tres días diferentes, días 12, 18 y 21 de Septiembre ya que tuve que gastar tres días para meterme por carreteras un poco perdidas de dicho concejo, para la verdad, descubrir algunos pueblos y paisajes que ni sabía de su existencia, así que este post es la primera parte dedicada a este conocido concejo asturiano.

Lo primero vamos a situar Teverga en el mapa del Principado de Asturias.


Para concretar a donde me iba a ir durante tres días (no consecutivos), un poco de información de este guapo concejo asturiano (como todos, claro está…).

Teverga (en asturiano, Teberga) es un concejo de la comunidad autónoma del Principado de Asturias. Limita al norte con Belmone de Miranda, Grados, Yernes y Tameza, y Proaza; al sur con la provincia de León, al oeste con Somiedo y al este con Quirós y Proaza.

Superficie: 168,9 km cuadrados.

Población: 1.807 (2014).

Antiguo concejo minero, actualmente base su economía en la agricultura y en el emergente turismo, sobre todo con la reciente inauguración del Parque de la Prehistoria en tierras teverganas. 
En su accidentada geografía destacan la Peña Sobia con unas impresionantes paredes verticales de piedra caliza y el Camín Real del Puerto de la Mesa.
En el 2013 Teverga fue galardonado con el Premio Pueblo Ejeplar de Asturias.

Un poco más de información a través de la Enciclopedia Larousse de nuestros tiempos, la Wikipedia.



Una vez comentado lo anterior, imagen del mapa del concejo con la zona visitada que se refleja en este post (zona limitada por el trazo de color negro).


Empezaba la visita y sobre las 11h del primer día de los tres que iba a estar por la zona, pondría rumbo a Trubia para luego ya desviarme e ir por todo el Valle de la Mancomunidad Valles del Oso y una vez que llegué a Caranga de Abajo me desviaría ya rumbo a Teverga para tras recorrer unos 7 ú 8 km entrar ya en el concejo Tevergano.

Tenía bastante claro a qué primera zona me iría ya que las zonas importantes de dicho concejo ya las conocía, así que el primer lugar que me apetecía visitar iba a ser una zona montañera en la que he realizado unas cuantas excursiones durante los años anteriores, el Monumento Natural de los Puertos de Marabio y su conocida Ermita de Sta Ana.

Entrando en el concejo iba a llegar a la primera población importante del mismo, Entrago y en donde me iba a desviar a la drcha para tras unos 6 km aproximadamente en ascenso, llegar a esta zona de Marabio.

Primera imagen de la Ermita de Sta Ana, junto a la alta cruz situada en esta zona y por detrás de ella, Peña Sala (1.225 m), pequeña cumbre que se sube en un paseo sin dificultad alguna desde esta zona de la ermita.


La cruz y por detrás de la misma, otra pequeña cumbre de esta zona, la Peña Cuervo (1.181 m).


Quizás sea este lugar uno de mis preferidos para realizar rutas fáciles en días que no quiera caminar mucho y duro ya que la zona transmite absoluta tranquilidad, tranquilidad que se ve interrumpida cuando de forma muy ocasional aparece algún coche por la carretera que comunica Teverga con otro concejo asturiano de cierta importancia, Grado.

La ermita desde la zona de la cruz.


Algo más cercana la construcción religiosa.





No me acercaría a la pequeña entrada resguardada de la ermita ya que en ella se encontraba una pareja de montañeros y tampoco me apetecía interrumpirles en dicho descanso, así que en lugar de acercarme a la puerta, me dirigiría entonces al pequeño mirador situado unos metros por encima de la ermita y en donde se encontraba algún panel informativo de la zona.

Desde dicho mirador, un vistazo a lo lejos de parte del Concejo de Teverga.


Este mirador con el panel informativo.





Puertos de Marabio y al fondo (a la izda), el que es el pico más importante de esta zona, el Pico Caldoveiro (1.351 m), pico que no tiene ninguna complicación en su subida desde la carretera.


Pillaría entonces el coche e iría de vuelta descendiendo y aprovechando para sacar alguna otra imagen, algo más abierta que la anterior, del concejo tevergano.


Tras descender alrededor de km y medio, me desviaría a la drcha para tomar una carreterina que me llevaría al pueblo de Hedrada, descubriendo a lo lejos y en la falda de una montaña otro pueblo que me llamaría la atención y que luego en casa, descubriría que recibía el nombre de Villamayor.


En este pueblo de Hedrada (890 m y 16 personas) no me pararía ya que no había nada extraordinario que ver y seguiría por la carretera que me llevaba de camino a Villamayor, carretera que hasta Hedrada permitía el paso justo de dos coches y que a partir de ahora tan solo iba a tener el ancho justo para el paso de un coche en el 99% de su tramo hasta Villamayor.

Rezando para que no me viniera alguno de frente y pensando que era más que difícil que me encontrara algún vehículo ya que son “4 vecinos” los que viven por la zona, seguí con el trayecto para realizar alguna parada con la intención de sacar alguna foto del paisaje del concejo, paisaje completamente invadido por la arboleda.


Como digo la carretera se estrechaba en algunas zonas bastante más de lo deseado, así que cuando me encontré “a las puertas” de dicho pueblo y tras parar un momento en un pequeño claro que había entre los árboles para fijarme mejor en las casas del pueblo y ver si tenía cuenta llegar al mismo para visitarlo, di por finalizado el sentido de la marcha que llevaba ya que lo que veía a lo lejos del pueblo parecía no llamarme la atención, por lo que di media vuelta y regresé por el sitio por el que había venido.

Una vez que pasé de nuevo Hedrada y llegué a la carretera general, fui descendiendo algún km para llegar al desvío a otro pueblo de la zona, Gradura (680 m y 35 habitantes), que da nombre a uno de los primeros picos que subiría en mis andanzas montañeras hace ya algunas décadas, Peña Gradura (1.159 m), pico situado por encima del mismo pueblo.

Me internaría entonces por alguna de sus empinadas caleyas para estar un rato entretenido y observando alguna de las diferentes construcciones y casas del mismo, como por ejplo éstas que siguen.











Vista de la parte inferior del pueblo.


Daría por finalizada la breve visita a este pueblo, retrocediendo con el coche el km escaso que me separaba de la carretera general para tomar de nuevo el sentido descendente y encontrarme a los pocos centenares de metros con el siguiente pueblo, Prado (630 m y el nº habit no lo he encontrado en Internet).

El interés de este pueblo radica en que conserva buenos ejplos de arquitectura tradicional, entre los que sobresalen casonas solariegas como las casas de Quirós y Tuñón, así como varios hórreos y paneras con diversas decoraciones.

Algunas imágenes del mismo, con una primera imagen de “La Moncloa” del pueblo.















Tras dar un pequeño paseo, la marcha del día continuaba y me internaría entonces por una estrecha carreterina, situada más abajo del pueblo anterior y que en unos 400 – 500 m me llevaría al pueblo de Viescas.

No pararía nada en dicho pueblo ya que el único lugar que me llamaría la atención iba a ser una iglesia, la Ermita de Nuestra Sra del Rosario, pero como había obreros currando al lado mismo de ella, “pasaría” de realizar parada y acercarme a la iglesia.

Lo que sí que hice fue una foto “de recuerdo” de alguna de las casas del pueblo, que pongo más bien por reflejar que estuve en el mismo más que por otra cosa.


Otra vez tocaba vuelta hacia la carretera general que me llevaría al cruce de Entrago, aprovechando en mi descenso a sacar alguna foto del pueblo en la lejanía con un extremo de la Sierra de Peña Sobia en lo más alto.



Imagen parecida a la anterior y sacada algún día después en la que se ve en la parte inferior, el Palacio de los Condes de Agüera o Palacio de Valdecarzana, lugar que iba a fotografiar alguna hora después.


Eran ya cerca de las 15h y el hambre empezaba apretar algo, así que como sabía perfectamente que en este concejo se suele comer “de maravilla”, me dispuse acercarme hasta la capital del mismo, S. Martin de Teverga y concretamente seguiría con el coche unos centenares de metros más hasta dar con un lugar conocido como La Plaza y en el que había un par de sitios que a veces me habían llamado la atención para comer y que no conocía.

Al final comería en uno de ellos, “La Posta del Camín Real” y comería de un menú compuesto por Pote Tevergano (no me dio más), Venado Guisado (tenía un sabor raro y mira que la carne de caza me gusta…) y el postre que consistía en Tarta de Queso (exquisita), así que en resumidas cuentas al final “mataría el hambre” pero no me gustó mucho precisamente para todo lo que el menú prometía en un principio, así que resumiendo…¡No volveré a dicho lugar!.

Ya que estoy en el aspecto gastronómico decir que en este concejo se suele comer bastante bien, por lo menos en los lugares que conozco (menos el de este día, claro está y únicamente opino por mi experiencia de este día).

Con el del día, ya eran 4 los “bares – restaurantes” que conocía de la zona para comer, siendo los otros, “El Aladino” y “El Bar – Nuevo” en S. Martín de Teverga los dos y otro situado en un pueblo camino del Pto Ventana, situado en la localidad del Páramo, “Casa Manolo”, aunque sí que es verdad que entre los tres, mi preferido (por mis experiencias gastronómicas) es “El Aladino”.

Platos calientes como el pote, la fabada, los callos, las carnes, sobre todo en temporada de caza cuando vienen a las mesas los platos de jabalí, venado, … hace que este concejo sí que merezca una visita, aunque sea en “plan dominguero” para pasar el día disfrutando del paísaje, de los pueblos y del “mantel”.

Mejor que seguir echando piropos al concejo, seguiré con la ruta del día, así que volvemos a la ruta…

Tras la comida, retornaría al coche para volver a la zona por la que me había movido durante las horas anteriores.

Llegando de nuevo al cruce de Entrago, me pararía a sacar algunas fotos del Palacio de los Condes de Agüera o de Valdecarzana.

Trío de imágenes de dicho palacio.








El palacio se encuentra en excelente estado de conservación y ha sido catalogado como casa – fuerte y según se cree está fechado de finales del XVII y principios del XVIII, habiendo sido propiedad de la Casa de Miranda que lo reedificó sobre una antigua fortaleza.

No sacaría foto de la ermita del palacio, ermita situada a pie de carretera, pero constatado queda que ermita sí que hay.

Tras este parón y tras bajar de los muros (tuve que hacer algún malabarismo para sacar alguna de las fotos anteriores), puse rumbo a otro de los pueblo en donde finaliza una de las carreteras del concejo, el pueblo de Taja, pueblo que ya conocía por haberme dejado caer hace ya algunos años, con motivo de una excursión montañera.

9 Km es la distancia que separa la capital de dicho pueblo, así que para allá me iría sin realizar paradas durante el camino de ida y con la intención de al regreso de ir parando poco a poco en los lugares que me llamaran la atención.
Llegaría tras superar dicha distancia al pueblo de Taja (970 m y 66 hab en el 2001) y la verdad ni me apeteció posarme del coche ya que tampoco lo que veía me atraía especialmente, así que media vuelta y ahora a emprender el camino de regreso y ya con la intención de ir parando a ver algunas “cosinas” que en la ida me habían parecido que valían la pena el retratarlas.

Lo que sí que haría fue sacar alguna foto de recuerdo de la zona, sacando esta imagen en la que se ve todo el manto verde que cubre casi todo el territorio de Teverga.


Poco a poco ya iría descendiendo y el primer pueblo que me encontraría tras dejar Taja, sería el pueblo de Urría (880 m y 30 hab en el 2012) y en el cual me pararía a sacar la foto de su iglesia del siglo XV y que está dedicada a Sta María Magdalena.


El descenso continuaba, atravesando algún pueblo como Campiello (640 m y 79 hab) para llegar entonces al desvío de la carretera que me iba a conducir a la zona del pueblo de Villamayor (el pueblo al que había querido llegar desde la otra vertiente por la mañana).

Pequeña observación a lo que sigue…
(las fotos siguientes están tomadas el tercer día de mi periplo por la zona ya que en este día no llegaría adentrarme en el pueblo y tuve que volver “expresamente” a sacarlas ya que me apetecía conocer el pueblo “perdido” que no había podido visitar hacía ya algunas horas).

Unos tres o cuatro km me separaba el cruce, del pueblo de Villamayor, pueblo situado a 840 m y 72 hab (2009), pueblo al que no llegaría en el primer día como he mencionado y que están sacadas el último día cuando me acerqué finalmente a conocer el lugar.

Aparcaría en la entrada del pueblo situada en su parte inferior y poco a poco me iría internando por el mismo sacando algunas fotos del pueblo.

















Tras este breve paseo, me iría a la iglesia del pueblo, situada unos centenares de metros antes de llegar a la entrada del mismo.

Iglesia de S. Pedro de Villamayor y que en su parte más antigua data del siglo XVI, según se creee.



La mitad del pueblo visto desde la zona de la iglesia.


Tocaba abandonar el pueblo y su iglesia e iría descendiendo por la carretera y tras una breve visita a un pequeño pueblo llamado Riomayor (12 hab) y que data del siglo XVI, ya llegaría entonces a la carretera comarcal que me llevaría de nuevo a Entrago y dejando atrás pueblo o mejor dicho pequeñas agrupaciones de casas que recibían los nombres de Infiesta, Muxal, Medión y Castro.

Nada más alcanzar me iba a topar con alguno de los restos industriales de la zona.



Antes de llegar a Entrago, pasaría por un pueblo llamado Santianes, cuya parroquia alberga 283 hab y en el que sí que me posaría del coche para fotografiar algunas cosucas que me llamaron la atención, como por ejplo la iglesia dedicada a S. Juan Evangelista.

Entrando en el pueblo.



La iglesia.


Desde la carretera iba a descubrir un molino en buen estado de conservación, así que para allá me iría a ver el lugar en donde estaba enclavado dicho molino.














Dejaría entonces el lugar para recorrer ya el corto tramo hasta la carretera general del concejo y que me llevaría, antes de llegar a ella, al último pueblo de la jornada, Barzana (470 m – 15 hab en 2006).

Ermita del pueblo.


Por este día ya daría por concluida la visita al concejo ya que había recorrido la parte del mismo que había pensando desde casa.


Ahora tocaría volver algún que otro día para seguir con el itinerario a lo largo del municipio, pero eso ya es para otro post.