Día:
08-09-2022
Comentario:
Festivo
en Asturias y para este día decidimos tirar para el Oriente de Asturias para
comer en un restaurante situado en el pueblo llanisco del Mazucu, concretamente
en “Casa Roxín” y para que Marga lo conociera.
Tomaríamos
el café en Oviedo antes de partir hacia dicha zona y la primera parada que
haríamos en este día sería en Arriondas para estar alguna hora dando una vuelta
y de paso tomar algo antes de irnos a comer al Mazucu.
Foto
de los dos en el Parque de la Concordia.
Sesion
vermouth en Arriondas.
Pondríamos
rumbo entonces al Mazucu para llegar a dicho pueblo a eso de las 15h y
dirigirnos directamente al restaurante en donde tendríamos que esperar un rato
fuera tranquilamente sentados mientras nos ubicaban definitivamente en el
comedor de la cristalera, tal como había pedido a la hora de reservar unos días
antes.
Esperando
por mesa.
Entraríamos
entonces en el comedor que he comentado y para este día decidiríamos pedir unas
croquetas, un chorizo criollo y ensalada de anchoas con pimientos y atun.
Detrás ya vendría el plato fuerte de la comida que sería un chuletón de 01,2 Kg
para los dos y que estaría más que rico, de ahí mi preferencia por este
restaurante cuando me dejo caer por la zona para comer.
La
comensal de la jornada.
Los
dos con las dos primeras entradas que nos pusieron y brindando por “Nos...”.
Ensalada
de anchoas, pimientos y atún.
Y
el chuletón.
¿Marga
dispuesta a comer el chuletón o a compartirlo...?.
Una
vez acabada la comida nos haríamos la última foto en la barra del bar del
restaurante.
Abandonaríamos
entonces el pueblo del Mazucu para dirigirnos a Llanes ya que Marga había quedado
con una amiga suya, Merce su marido Antonio así que pillaría el coche con
algunas sensaciones somnolientas que en pocos Km se fueron agudizando así que
no tuve más remedio que echar el coche en cuanto vi una zona para dejarlo
aparcado con seguridad y para echar acto seguido un pequeño pigazo que me vino
como anillo al dedo.
Tras
dicha incidencia a la hora de conducir hasta Llanes, ya llegaríamos para
aparcar en el cuartel de la Guardia Civil y en donde nos estaban esperando
tanto Merce como su marido ya que en Llanes nos sería totalmente imposible por
encontrarse el pueblo en fiestas.
Una
vez reunidos los cuatro nos iríamos a tomar algo, pudiendo encontrar sitio en
el interior de un bar ya que la nota protagonista esta tarde-noche en Llanes
era el enorme gentío que poblaba sus calles.
Tras
el agradable rato con los amigos de Marga, ya retornaríamos al coche para
pillarlo de nuevo y poner rumbo a casa, llegando sin novedad y sanos y salvos
tras pasar un buen día por el Oriente de Asturias.
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