Fecha: 11-02-2024.
Lugares: Doriga, Cornellana,
Malleza.
Comentario:
Domingo de Febrero en el que
tendríamos como objetivo principal irnos a comer unos días antes del “Día de
San Valentín” a un restaurante al que le tenía muchas ganas desde hace ya un
par de décadas como era el conocido con el nombre del “Son del Indiano” pero antes
de llegar a dicho lugar hostelero haríamos algunas visitas que seguidamente
paso a mencionar como fue una primera parada al pequeño pueblo de Doriga (115 m
– 27 hab en el 2019), población perteneciente al Concejo de Salas y cuyo
edificio más importante era La Iglesia de Sta Eulalia y el Palacio de los
Doriga que daba reflejo al carácter medieval de esta pequeña población.
Algunas imágenes tomadas
durante nuestro breve paseo a dicho lugar y que siempre me había llamado la
atención por el edificio del palacio que veía desde la carretera y que no podríamos
conocer por encontrarse éste en una parcela en una parcela cerrada.
Algunas imágenes en dicho
lugar…
Tras esta primera visita del
día pillaríamos el coche para realizar una segunda parada en la localidad de
Cornellana (54 m – 706 hab en el 2021) y también perteneciente al Concejo de
Salas. En esta localidad conocida por la apertura de la temporada de pesca de
salmón en la que se celebra anualmente la Feria del Salmón se encontraba un
edificio al que también le tenía muchas ganas como era el Monasterio de San
Salvador de Cornellana, construido en el siglo XI y cuyo estilo es Románico y
Barroco. En la actualidad se encontraba en estado de restauración como pudimos
comprobar.
Enlace con algo de información
sobre el monasterio…
https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_San_Salvador_(Cornellana)
E imágenes de la visita…
Satisfecha mi curiosidad por
el monasterio ya emprenderíamos rumbo a través de una carretera estrecha por
momento y con piso regular hasta la localidad de Malleza (374 m – 215 hab en el
2017) y también de Salas.
Aparcaríamos en la plaza
situada delante del restaurante para irnos directamente a comer ya que eran las
14h y el apetito empezaba a comenzar a apretar.
Página web del “Son del
Indiano”…
Fachada del restaurante.
Interiores…
Imagen de los dos…
Comeríamos en unos de los
cuatro comedores del local, el conocido como “comedor viejo” el menú de degustación
y que había visto estos días anteriores en casa y que consistía en los
siguientes platos, uno por cada uno de los comensales…
Entrante a base de una especie
de puré que llevaba calabaza, jengibre y coco que estaba bastante bueno.
El vino de la comida.
Croquetas líquidas de ortigas
y queso de cabra con reducción de remolacha, plato que siempre me había llamado
la atención por tratarse de ortigas. La manera de comerlo según nos comentó la maitre
del local, Inés Rubio era meter cada croqueta en la boca y mordisquearla hasta
que explotara, similar a un bombón relleno de licor.
Las croquetas resultarían
totalmente de nuestro agrado y no defraudarían para nada las expectativas que
llevábamos… ¡Totalmente recomendables!.
Seguidamente nos vendría el segundo plato consistente en patatas rellenas de pitu calya con queso de Afuega,l Pitu rojo, las cuales también estaban muy ricas y el plato que mas le gustaría a Marga en esta ocasión.
Vendría ahora el pescado del menú, lomo de lubina con salsa de ostras, quizás el plato que más me gustó de todos los del menú y eso que en mi caso soy más carnívoro.
Después del pescado ya vendría la carne en forma de somolomillo de jabalí con puré de coliflor y castañas salteadas con jamón, plato que en mi opinión estaría bien sin más y que a Marga no le daría mucho más.
Turno de postres, en esta ocasión un par y en este par llegaría el primero a modo de gelificado de fruta de la pasión con tierra de especias y cacao. En este primer postre destacaría mas que el gelificado el sabor de la tierra de especias y cacao.
A continuación el segundo postre, tarta de chocolate templada que sería el que más me gustaría.
Finalmente con las infusiones (estoy intentando no consumir demasiado alcohol en las comidas y salidas) saldríamos los dos por 80 euros, precio que creo que estuvo bastante bien para el menú degustación que probamos en este día.
Saldríamos entonces del restaurante para irnos a dar un pequeño paseo por el pueblo de Malleza y ver algunas de las casas de indianos que gobiernan la población. A modo de muestra de lo que iríamos descubriendo a medida que caminábamos por el pueblo son las siguientes imágenes.
Tras el paseo abandonaríamos Malleza para irnos a tomar algo con mi hermana a la cabaña así que cuando quisimos poner el rumbo definitivo a casa eran las 19h30, llegando a casa pasadas las 20h y tras pasar un buen día y conocer el lugar que hacía mucho tiempo que andaba detrás de él.
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