Día: 27-03-2016.
Lugar: Picos Europa.
Desnivel: +500 m.
Duración total: 4h (2
ida + 2 vuelta) aprox.
Comentario:
Tres días después de mi
visita a Poncebos con el fin de hacer la Ruta del Cares, decidí acercarme de nuevo al
concejo de Cabrales sin tener muy clara la ruta a realizar en el día (ya
decidiría sobre la marcha…).
Habían cambiado la hora
esta noche, por lo que me costó algo más que de costumbre levantarme para ir de
montaña, pero como sabía que como tardara en saltar de la cama, me lamentaría
de dicha decisión, a eso de las 07h15 aprox (6h15 horario de hacía 24 horas) ya
estaba pegando un buen salto de la cama para irme acto seguido a la ventana y
ver que el cielo estaba totalmente despejado, hecho que me animó aún más para
empezar a prepararme.
A las 09h15 ya estaba
entrando en el bar de costumbre en Arenas de Cabrales para tomarme el
correspondiente cafetín con pincho incluido para empezar a poner el cuerpo poco
a poco en actividad en un día que de momento era la niebla la que reinaba en la
capital Cabraliega..
Con un par de rutas
posibles, desechadas finalmente para este día y las cuales espero realizar este
próximo fin de semana si el tiempo y las condiciones lo permiten, me
encaminaría finalmente a Poncebos donde era el sol el protagonista en el
ambiente, así que después de alguna vuelta con el coche con subida incluida
hasta Tielve, aparcaría en uno de los márgenes de la carretera situados cerca
de la entrada del funicular de Poncebos-Bulnes.
A las 10h45 ya me
estaba despidiendo del coche y empezaría tranquilamente a subir por la
carretera que iba hasta Tielve.
Dejando atrás el
aparcamiento del funicular.
El objetivo de la
excursión era ir viendo las sucesivas cascadas que el río Duje iba formando en
esta época de deshielo en su descenso desde cotas más altas hasta esta zona de
Poncebos, para luego una vez llegado aTielve, tomar el camino que en otras
épocas era utilizado para comunicar dicho pueblo y la zona de Poncebos,
conocido como la Senda La
Rumiada.
Pues tranquilamente fui
ascendiendo por la carretera y con el ruido de fondo del río, me iban aparecer
un par de guapas cabañas situadas al lado mismo de la carretera.
Fui caminando a ritmo
pausado y sacando multitud de fotos del río y entre las muchas que sacaría en
esta primera parte del día, sirvan de muestra estas que siguen.
A la drcha, en el
sentido de la marcha, otra buena cabaña me iba aparecer.
En Asturias, hay unas
cuantas rutas en las que las cascadas son las protagonistas, pero la de este
día está, en mi opinión, está a la misma altura o incluso a un nivel superior que
las que figuran en las guías de turismo por las numerosas cascadas que
acompañan a la ruta, así como por la espectacularidad de algunas de ellas.
Más cascadas iban apareciendo,
así como la que creo que podría ser la cascada estrella de la subida a Tielve
por carretera, una cascada situada en una curva de herradura y en la
normalmente los coches aminoran la velocidad para disfrutar de su vista.
Aproximándome a la
curva.
Vista de la cascada
“estrella” en dos fotos con diferentes velocidades de obturación.
Y me era imposible
cansarme de ver el río en este día.
Tras algo más de 5 km y dos horas de marcha,
llegaría a la rampa de acceso al pueblo de Tielve, pueblo que a pesar de mis
numerosas visitas a la zona, nunca me había dado por visitar.
Entré en Tielve,
pueblo situado a unos 685 m
de altitud, con una población en el 2015 de 28 habitantes y conocido sobre todo
por su producto estrella, el queso Cabrales.
Algunas fotos del
pueblo.
En el pueblo
preguntaría por el camino de bajada a Poncebos, itinerario que amablemente me
indicaron por donde se cogía, así que para el inicio del sendero me dirigí.
Inicio del itinerario
que en los primeros metros me iba a llevar a las proximidades de la carretera
general.
Enseguida vería ya el
sendero que tendría que tomar y que no abandonaría hasta llegar a Poncebos.
Un par de vistas hacia
atrás según iba caminando.
Cabaña al lado mismo
del camino.
A mi izda, la zona de
Peña Maín con algo de nieve, el peñasco del Cueto Vierro (1.165 m) y una guapa
cascada cayendo de las cotas nevadas.
La ruta seguía, pero
era inevitable a veces mirar hacia atrás.
Y hacia adelante, un
corto tramo de bosque venía a recibirme.
El día soleado hacía
muy agradable la marcha, así que disfrutando tranquilamente fui descendiendo
con las vistas al valle que baja de Tielve a Poncebos.
Vistas hacia atrás y
como se puede ver el sendero no ofrece dificultad alguna.
Otra guapa cascada, que
ni sabía de su existencia, descubriría a la drcha del cueto Vierro.
Dicha cascada algo más
próxima, gracias al zoom.
Desde arriba, zona de
la curva con los rápidos que forma el río en dicha zona.
Y lo que me tocaba por
andar.
Curiosa formación
rocosa que descubrí en la ruta.
Descubriendo alguna
majada cercana a la carretera durante el descenso.
Y vista hacia atrás del
Cueto Vierro (1.165 m)
con la caída de la cascada.
El descenso continuaba
por un tramo en el que habían aparecido numerosas piedras pero que no ofrecía
problema alguno para caminar, por lo que seguía descendiendo pudiendo ya
contemplar a donde me iba a dirigir el sendero en cuestión (pto rojo).
Un par de imágenes
hacia atrás del valle de descenso con el río y la carretera a su margen.
Vistazo hacia atrás del
pequeño collado al que había llegado en mi descenso (pto rojo anterior) con el
Vierro y la majada que había visto momentos antes.
Y enfrente ya me iba
aparecer el siguiente tramo con el pueblo de Camarmeña (centro foto) y la Canal de las Bobias.
El pueblo de Camarmeña
y su canal, algo más cercanas gracias al zoom.
A falta de 1 km aproximadamente el
sendero empezaba un descenso pronunciado hasta Poncebos.
Tras obligarme a
realizar una especie de tobogán dicho sendero, llegaría a un punto donde estaba
totalmente encima de Poncebos y del aparcamiento del funicular.
Tras la anterior imagen
ya tomaría el descenso muy pronunciado a través de una pequeña canal y en donde
el sendero se revolvía a través de algunas curvas de herradura.
Llegaría entonces en
pocos minutos a la carretera, siendo en esos momentos las 14h45 aprox.
Vista de la zona en la
que conecté con la carretera de Poncebos-Arenas, marcado el inicio del sendero
desde la carretera por medio de un jito de piedras.
Nada más llegar al
asfalto y como eran todavía las 14h45, decidí ir a probar suerte y ver si podía
comer algo en alguno de los restaurantes turísticos de la zona, así que me
decanté por uno que tenía el menú por 12 euros.
Me decantaría para
“sorpresa mía” por una ensalada de primer plato.
Y de segundo, unos
escalopines al cabrales con patatas que en cuanto me pusieron los mismos en la
mesa, lo primero que pensé es que tenían la pinta de haberlos hecho una de mis
sobrinas ya que por aspecto que tenían las patatas cuando vinieron
fritas y por el tamaño pequeño de los escalopines, me dije que ese plato tenía
que haberlo hecho una cría porque sino no lo entendía.
De todas formas comería
con bastantes ganas dicho plato ya que hambre tenía un poca, como se suele
decir.
De postre, tarta de
queso, la cual, comparada con otras muchas que he probado, de queso debía tener
el nombre solo.
Para beber, media
botella de vino con casera y al final todo por esos 12 euros que costaba el
menú.
Acto seguido ya
abandonaría el local sin un objetivo claro para las siguientes horas…Ya vería y
decidiría “sobre la marcha”…
En cuanto a la ruta, me
gustó bastante más de lo que esperaba, sobre todo el primer tramo de la
carretera pegada al río con abundantes cascadas y tramos realmente guapos.
El sendero de vuelta
hacia Poncebos, la verdad poco que contar y camino fácil.
Quizás lo mejor de la
vuelta fue el sol y alguna panorámica de la cascada del Vierro
con la zona de Peña Maín algo nevada.