Día: 24-03-2016.
Lugar: Picos de Europa.
Desnivel: +600 m (hasta
Caín de Arriba).
Duración total: 07h30.
Comentario:
1ª Ruta de montaña en
este nuevo blog y de alguna forma me había obligado a que esta primera ruta reflejara
mi tránsito por la que seguramente sea la ruta más famosa de Asturias, la Ruta
del Cares.
Me motivaba muy mucho
la ruta de este día por diversas razones y entre ellas estaba el conocer uno de
los posibles itinerarios para alcanzar la propia senda de esta ruta pero
evitando en la ida el paso por los Collaos, así que con este objetivo me
levanté a las 06h de este Sábado y tras una breve parada en Arenas de Cabrales
para tomar el oportuno café con bayles, me dirigí ya a Poncebos, donde dejaría
el coche a escasos cien metros del inicio de la ruta.
Pero antes de proseguir
con el relato y la exposición de las fotos de la ruta de este día, señalar que
expondré mis andanzas de este día reflejando las fotos como si estuvieran
hechas todas en el sentido de ida hasta Caín y señalando en la correspondiente
foto en cuestión, cuando la misma esté sacada a la vuelta.
Después de esta
aclaración, prosigo con el relato y empezaría a caminar sobre la hora temprana
de 08h50 y con la intención de evitar el mayor número de excursionistas en el
primer tramo del día ya que a mayor número se suponía que aumentaría el riesgo
de caída de piedras sobre este primer tramo a causa de éstos.
Pero antes de empezar a
caminar, foto presentación del menda (sacada al final de la excursión).
Vista hacia atrás al
poco de iniciar la ruta y en donde ya se podía apreciar que habría algo de
barullo de gente este día a lo largo de la ruta.
En la caseta de
información turística evitaría irme hacia la derecha a tomar el itinerario
clásico y en su lugar me iría de frente para ir en todo momento pegado al Río
Cares aunque fuera unos metros por encima del mismo.
Tras caminar unos
metros ya podría apreciar el itinerario que me tocaría andar por esta parte del
desfiladero para evitar el sendero por el itinerario clásico de Los Collaos
(pto rojo).
Y mientras tanto el
Cares, a mi izda, avanzaba hacia Poncebos.
De vez en cuando
echando un vistazo hacia atrás y viendo como el río seguía su curso.
Algún desprendimiento
de piedras y rocas me encontraría por el camino y que salvaría sin problemas.
Después del desprendimiento anterior, seguí con mi pasos y con ellos viendo de vez en cuando hacia atrás, el
itinerario que había realizado.
Y a su vez, lo que me
tocaba por andar.
En algunos momentos
tocaba caminar, literalmente hablando, por debajo mismo de las paredes rocosas
del desfiladero.
Más vistazos hacia
atrás de este guapo desfiladero.
Y el río avanzando hacia mí mientras ya
aparecía iluminado por los primeros rayos de sol.
Pero el río no se
detenía y proseguía su avance firme.
Llegué a un punto donde
enfrente, a unos 200 m, me pareció descubrir el comienzo del nuevo itinerario
de ascenso que había pensado este día para intentar llegar a la senda de la
propia Ruta del Cares, tramo el de este día que nunca había realizado y que
transcurre por la llamada Canal del Escaleru.
Llegando al final de
este tramo llano por la parte inferior del desfiladero y preparado ya en pocos
metros para iniciar el ascenso por la canal anteriormente mencionada.
Despidiéndome del tramo
llano que me había traído hasta aquí desde el lugar donde había dejado el coche
y viendo como el Cares seguía con su marcha.
Tranquilamente empecé a
subir por un sendero con mucha piedra y gravilla en ocasiones, pero que no me
ofrecía dificultad alguna.
La verdad estaba
“disfrutando como un enano”, sensación que me suele pasar siempre que descubro
una nueva ruta o un nuevo itinerario en alguna ruta ya conocida, así que era ya
cuestión de ir tranquilamente ascendiendo en busca de la senda habitual de la
Ruta del Cares.
De por allá abajo
vengo…
Rápidamente localicé ya
el paso tallado en la roca y que había visto en algún blog de montaña del que
soy habitual seguidor, paso armado y que no ofrecía más dificultades que el
seguir caminando sin desviarse un metro a la derecha ya que un descuido y en un
momento me hubiera visto en las aguas del Cares.
Un par de imágenes del
paso tallado en la roca.
Y un pasito a la
derecha y para el Cares en un momento.
Tras alguna revuelta en
el camino y transitar por zona de pedrera, el sendero escogido para la ocasión
me iría a sacar ya a la Ruta del Cares, viendo ya el itinerario que a partir
del enlace me iba a tocar recorrer.
En cuanto a esta
novedad en el itinerario, decir que me gustó mucho esta variante para alcanzar
la Ruta del Cares evitando el paso en la ida por Los Collaos, aunque tengo que
reconocer que es peligrosa a causa de la posible caída de piedras debidas al
paso de la gente y a las cabras que suelen estar por la zona.
Al empezar la ruta en
torno a las 09h, decidí ir a conocerlo, pero tenía claro que a la vuelta haría
la ruta habitual hasta Poncebos ya que no quería arriesgarme con el tema de las
piedras.
Como anécdota en la
ida, decir que me encontré con un grupo de cabras que estaban en este primer
tramo cerca del río, pero las mismas bien hubieran podido estar unos metros por
encima de mí moviéndose entre las piedras con lo que el riesgo de caída se
hubiera incrementado bastante, así que por estos dos motivos que expongo
reconozco que es mucho mejor subir por el itinerario habitual pero a su vez
éste de hoy me gustó mucho más que el clásico.
Pues tras 01h15 desde
mi marcha del coche, enlacé con la senda (paré muchísimo para hacer fotos, siendo
esto que digo, la tónica habitual durante la ruta y a pesar que ya la he realizado en
varias ocasiones, cada vez que vuelvo descubro cosas nuevas) y ya
empezaría a caminar acompañado de excursionistas, camino de Caín.
Poco después ya iba a
ver todo el trayecto de subida que había realizado desde las cotas más bajas
del desfiladero.
Ahora tocaba ya caminar
cerca de un par de horas en busca del pueblo leonés de Caín.
En algún que otro tramo
el agua se desbordaba por el itinerario (con puente de madera incluido…).
De vez en cuando
echando la vista hacia atrás y viendo el tramo recorrido (vuelta).
Y el Cares algún
centenar de metros más abajo.
Seguí caminando y
rápidamente localizaría la conocida Surgencia del Farfao (una de las más
caudalosas de Picos de Europa) o lo que es lo mismo la salida de aguas
recogidas bajo el Sistema del Trave situado unos 1.500 m más arriba (vuelta).
Y junto a ella, una
canal que me gustaría conocer este verano, la Canal de Sabugo, pero habrá que
esperar que llegue el verano ya que para iniciar su ascenso, hay que vadear el
río y en estos meses el río baja con mucho caudal, haciéndose peligroso el
vadeo que digo, así que esos casi 1.200 m de desnivel que tiene la susodicha,
tendrán que esperar todavía (vuelta).
Me despedí de ella
hasta nueva ocasión, viendo hacia atrás como poco a poco se iba alejando el
inicio de dicha canal, así como el río Cares que proseguía su marcha hacia
Poncebos.
Después de ver la Canal
de Sabugo, iba aparecer ante mí el inicio de otra de las subidas que me
gustaría realizar este año, la subida por Pando Culiembro y la Canal de Piedra
Bellida, con descenso incluido hasta el mismo Cares y salvando el mismo río por
el Puente Vieya (vuelta).
El paseo de hoy
continuaba y al poco ya iba aparecer ante mí la zona donde hace casi 4 años se
había producido el hundimiento de la Senda del Cares en la zona conocida como
“La Madama de la Huertona” ya que se desprendió un bloque de roca de más de
1.000 toneladas de peso.
Automáticamente se
produciría la interrupción total de la posibilidad de realizar el itinerario de
la Senda, frecuentada por más de 200.000 personas (doscientas mil…) al año.
Como la interrupción de
dicho paso suponía un perjuicio económico como pocos para los concejos de
Cabrales y Posada de Valdeón, los responsables políticos de Asturias y de
Castilla-León se reunieron y adquirieron el compromiso de abrir la ruta antes
del inicio de temporada de visitas del verano, así que los dos meses y medio
siguientes fueron de una actividad más que frenética, construyéndose entonces
una pasarela que se conoce como “La Pasarela de los Martínez”, en homenaje a
una conocidísima saga de montañeros de la zona.
Aproximándome a esta
zona y la pasarela que he mencionado se sitúa por encima de la caída de agua al
desfiladero que se ve en la foto en zona sombría.
La pasarela y en la que
se ve que han puesto una rendija para que la gente pueda apreciar a través de
la misma, el curso del río Cares situado unos cien metros por abajo (vuelta).
Después de pasar esta
pasarela, me dio por elevar la vista hacia las altas cumbres nevadas del Macizo
Central de Picos de Europa, pudiendo plasmar en la cámara la siguiente imagen.
En estos momentos ya me
iba encontrando caminando en el tramo más espectacular de la ruta y viendo como
en algunos tramos el canal del agua iba al mismo nivel de la senda y en otros
momentos como dicha canal iba por debajo mismo de la ruta.
Y mientras tanto la
ruta (rojo) iba muy por encima del cauce del río (azul).
El canal del agua
expulsando el agua hacía el río mientras uno caminaba por encima de esta
faraónica construcción (vuelta).
Altas cumbres protegiendo
el desfiladero.
Pocos centenares de
metros después, el canal iba asomar al exterior, pareciendo que quería invitar
a un baño a los que estábamos por allí (vuelta).
Durante el trayecto,
alguna guapa cascada brotando de la montaña se pudo apreciar.
La ruta seguía e iba
aparecer el primer puente colgado sobre el Cares que tiene en sí la ruta, el
Puente Bolín y desde donde se iba a poder ver otra cascada precipitándose en
este caso desde la misma canal al río.
Foto de dicha cascada y
de dicho puente tras haberlo cruzado (vuelta).
Y el segundo puente,
unos 500 m más adelante del anterior, conocido este segundo como el Puente de
los Rebecos.
Imagen del río Cares
desde esta zona del puente (vuelta).
Alguna guapa poza para
bañarse iba apareciendo.
Tras otro medio km,
calculo yo, iba aparecer la zona del inicio de otra de las famosas canales de
Picos (desconocida para mí) como es la Canal de Dobresengos y que el año pasado
tuve la oportunidad de conocer durante un corto tramo pero partiendo directamente
desde Caín, así que habrá que acercarse a conocerla este año espero.
Después del desvío de
esta canal, aparecía al tramo de unos centenares de metros que nos iba a meter
por los túneles excavados en la roca y en el cual las paredes del desfiladero
parecen querer tocarse por momentos.
¡Por ahí hay que
meterse…! (vuelta).
Otra imagen, echando la
vista atrás, del desfiladero (apenas habrá 10 m de separación entre las paredes
del mismo) (vuelta).
Otro vistazo hacia
atrás…(vuelta).
Y hacia adelante ya iba
aparecer la presa del pequeño embalse situado a las puertas de Caín.
Momentos antes de
cruzar por encima de la presa me iba a pegar un buen hostión en la frente con
un saliente de roca por el interior de los túneles ya que se me había pasado el
llevar linterna (aunque tampoco la considero especialmente necesaria) y al ir
caminando detrás de un grupo de chavales e ir pendiente de ellos cuando me
quise dar cuenta la roca me había golpeado bien la frente (el 99% de los
percances que me pasan en montaña es siempre cuando voy con gente o cuando voy
pendiente de gente…).
Foto hacia el
desfiladero, desde el muro de la presa (vuelta).
Y como se suele decir,
“se me abrió el cielo”, ya que desde esta zona ya pude apreciar el cielo azul
con las montañas (con poca nieve) protegiendo el pueblo de Caín.
Llegué a Caín tras
03h05 de mi partida del coche, así que sin parar en el pueblo, continué mi
marcha y con el objetivo de irme hasta Caín de Arriba, para ver si podía sacar
una foto del entorno donde está situado Caín con las montañas nevadas en esta
época del año (una pena que la nieve no estuviera en cotas más bajas…).
Llegando a Caín.
Pillando ya las últimas
casas de Caín para pillar el corto itinerario de ascenso hasta las cuadras y
cabañas situadas en la parte cimera de Caín, barrio cimero conocido como Caín
de Arriba.
Las primeras cuadras ya
iban apareciendo en mi aproximación al objetivo que tenía en estos momentos de
la excursión.
Foto de la parte
poblada de Caín.
Y en poco más de un
cuarto de hora ya estaba entrando en Caín de Arriba.
Cabaña que me llamó la atención
e ideal para pasar unos días completamente aislado de la civilización.
Regresé al mismo Caín
por la pista de ascenso habitual hacia el barrio cimero de Caín, pudiendo sacar
algunas fotos del enclave en donde está situado este guapo pueblo perdido de
Picos de Europa.
Una vez en Caín, pasé
de comer en alguno de los establecimientos hosteleros del pueblo, así que poco
a poco fui volviendo y sacando de nuevo bastante fotos en el itinerario de
vuelta.
Regresé por Los
Collados y una vez arriba, vista hacia atrás de una buena parte del Desfiladero
del Cares.
Y para adelante, la
primera parte del descenso que me tocaría realizar hasta Poncebos y acompañado
de un grupo de unas 15 personas.
Llegaría a Poncebos
tras 02h50 de haber dejado Caín y que junto a la hora y media que anduve
transitando por Caín y con paradas incluidas para las fotos, hicieron una ruta
de unas 07h30 de duración con algo más de 30 km de pateada.
Acabaría algo cansado
de los pies, pero nada preocupante y tras cambiarme fui a inspeccionar una
subida que tendrá lugar el próximo fin de semana desde un aparcamiento situado
a 4 km de Poncebos, pero esa será otra historia si al final me da por acercarme
ese día.
Pararía en Arenas de
Cabrales donde me iría a tomar un café con bayles y de paso inmortalizarme de
nuevo, en el aparcamiento del pueblo.
Y esto fue todo por
este día, un buen día de montaña como creo que se puede ver y en una ruta que
cuanto más la hago, más peligrosa me parece por la cantidad de gente y por el
comportamiento impredecible que puedan tener los excursionistas y en ocasiones
los animales que los acompañan.
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