Día: 22 Octubre y 01 Noviembre
Lugar: Belmonte de Miranda.
Pueblos reflejados en imágenes en esta 2ª Parte…
Posadorio, Cezana, Faidiello, Las Estacas, Valbona, Quintana, L,Abedul, Abango, Begega, Antoñana, Millara, Bello, Belmonte.
Comentario:
2ª Parte de mi vista a este concejo y en el que
reflejo la visita a varios pueblos alejados de la principal vía de comunicación
del municipio, así que vamos a por ello…
Antes de continuar, enlace con la primera parte de
mis andanzas por el municipio…
Comienzo esta segunda parte con la visita a tres
pueblos (Posadorio, Cezana y Faidiello) , los dos últimos bastante “perdidos”
que se encuentran tras coger un desvío situado a la drcha un km antes de la
capital del concejo, Belmonte, según se viene de Oviedo.
Pillaría una estrecha carretera que permitía en
bastantes tramos el cruce de dos vehículos y que me iba a ir elevando
rápidamente entre la masa forestal y con algunos claros hacia el valle
principal de este concejo.
Algún vistazo hacia dicho valle y al fondo se pueden
distinguir las primeras casas de la capital del concejo.
Tras un par de km aprox ya me iba aparecer el
primero de los tres pueblos de esta carretera, el pueblo de Posadorio (370 m –
12 hab), pueblo en el que no me iba a decidir a dar una vuelta ya que me
pareció que no tenía mucho que ver, conformándome simplemente con sacar una
imagen del pueblo desde una curvona situada unos centenares de metros antes del
pueblo y desde la cual está sacada la foto anterior del valle.
En esta curva me pararía algunos minutos para sacar
también otra foto de un par de pueblos, Corias de Arriba y Corias de Abajo por
los que había pasado el día anterior.
Como digo, no pararía en este pueblo de Posadorio,
así que continué ascendiendo por fuerte pendiente en busca de los otros dos
pueblos y con la suerte de que me iba aparecer un buen lugar para dejar el
coche un buen rato tranquilo para disfrutar del paisaje y sin estar pendiente
de si se me podía cruzar coches de vecinos de la zona (todo un lujo en mi
periplo por algunos pueblos del concejo).
Descubriría hacia el Norte un pueblo al que luego
llegaría con el coche y que recibe el nombre de Fresnedo (390 m – 23 hab),
pueblo que descansa sobre la única parte de la montaña que no tenía masa
arbórea.
Reanudé la marcha y proseguí con la subida, dando
tras avanzar varios km con el segundo pueblo, Cezana (640 m – 32 hab).
Aquí sí que pararía ya que me encontré con algún que
otro panel situado en la plazoleta principal del pueblo y reflejando alguna
capilla dedicada a San Bartuelo y Sta Fátima, así con un conjunto de paneras y
hórreos y molinos de gran valor etnográfico, así que era de obligado
cumplimiento el visitar el mismo.
Ermita de San Bartuelo y Sta Fátima.
Daría una vuelta por el pueblo y en el que me
encontraría unas seis o siete personas a lo largo del mismo realizando las
labores habituales de estos entornos rurales, así que retorné de nuevo al coche
para seguir con mi marcha ya hacia el último pueblo de la carretera, carretera
que ahora se estrechaba casi justo para el paso tan solo de un vehículo en la
mayor parte de su trayecto.
Tenía curiosidad por ver la situación del último
pueblo, Faidiello (630 m – 5 hab), así que “rezando” al volante para que no me
viniera coche en sentido contrario llegué a la primera casa-cuadra del pueblo,
observando como la carretera se volvía ahora “caleya” y mirándola sí que
parecía que era de gente “osada” atreverse a meter el coche hacía el núcleo
principal del pueblo, núcleo situado varios centenares de metros después de
esta primera casa y en cotas más altas, así que decidí renunciar a mi visita a
este pueblo (aunque sigo teniendo curiosidad por visitarlo) y emprendí el
regreso con el coche hacia la carretera general del concejo.
Pillaría entonces la carretera para al par de km y
pico pillar a la izda la carretera que me iba a subir a la zona de los pueblos
de Las Estacas y Quintana, aunque mi motivación era sobretodo acercarme, si
podía, al pueblo aislado de Abedul y de paso conocer las caídas de la vertiente
Oeste de la Sierra de Peña Manteca.
Pues tras pillar esta carretera que digo, carretera
en buenas condiciones iba a iniciar el ascenso por la misma para a los pocos km
pillar a la izda el desvío hacia el pueblo de Fresnedo que había visto alguna
hora antes y del que partía una estrechísima carretera (cabía un coche justo y
gracias…) que en 600 metros me iba a llevar hasta el mismo.
Llegaría a la entrada de las casas del mismo y me
posaría unos minutos para investigar un poco el mismo (no tenía nada que ver, a
no ser el tema paisajístico), así que rápidamente retornaría a la carretera que
comunica este concejo de Belmonte con su vecino de Tineo por el “Collado del
Muro” o “Alto de las Estacas”, puerto que no sabía de su existencia hasta este
día.
Por buena carretera iba a ir ascendiendo hasta este
paso montañoso, parando poco después del alto para sacar algunas fotos de un
par de pueblos, Las Estacas (620 m – 37 hab) y algo más alejado, el pueblo de
Valbona (pueblos que me conformaría simplemente con el hecho de que quedaran
plasmados en mi cámara fotográfica).
Imagen de este par de pueblos.
Tocaba ahora emprender el regreso en busca del
pueblo de Quintana, pueblo que visitaría momentos después.
Imagen hacia atrás en mi descenso.
Las caídas de la Vertiente Oeste de la Sierra de la
Manteca.
Tras el descenso de un par de km ya me iba aparecer
a lo lejos el pueblo que me permitiría el acceso al pueblo perdido de El
Abedul, el pueblo de Quintana.
Pueblo de Quintana (375 m – 17 hab) esperando mi
visita.
Seguí con el descenso por la carretera hasta dar con
el desvío hacia este pueblo de Quintana, así que tomaría dicho desvío y una
carreterina de 1 km me iba a empezar a subir hasta dicho pueblo.
Pero antes de entrar en el pueblo me iba aparecer la
iglesia dedicada a San Julián, así que me detuve para inmortalizarla en un par
de fotos.
Aparcaría entonces en el pueblo para dar una pequeña
vuelta y con el objetivo claro de ver su conocida torre medieval.
Trío de imágenes con la torre y el típico hórreo con
la leña recopilada para el Invierno.
De este pueblo iba a coger la carreterina que en 14
km me iba a dirigir a las casas dispersadas de la zona del Abedul.
Iba a ir ascendiendo a un pueblo distante 1 km,
llamado Alcedo (550 m – 34 hab), pueblo por el que simplemente pasaría en mi
trayecto hacia el pueblo perdido del Abedul.
En el trayecto hasta este pueblo, vista hacia atrás
del pueblo de Quintana.
Una vez que pasé Alcedo, la carretera sí que se
estrechaba bastante y todavía más de 10 km me iban a quedar hasta que llegara
hasta ese pueblo o mejor dicha hasta esa zona de la que tenía bastante
curiosidad por saber cómo era.
Estaba transitando por la parte Oeste de la
Sierra de la Manteca y a falta de unos 4 ó 5 km, una zona amplia de verdes
pastos me iba aparecer en mi itinerario con algo de ganado caballar.
Con paciencia en la conducción iba a llegar hasta la
primera casa de este pueblo del Abedul (950 m – 38 hab en el año 2000).
En el mismo lugar donde se encontraba esta casa,
apareció ante mí, una ermita, la Ermita de la Magdalena.
Un par de vistas desde la zona de esta primera
vivienda.
Me iba adentrar por una estrechísima pista asfaltada
hacia un grupo de casas que la paisana me había indicado y que me había jurado
que llegaba el coche.
Iba subiendo hasta dicho grupo de casa hasta llegado
a un punto en el que la pista hormigonada permitía el paso del vehículo en una
zona sin tener ni un cm de despiste, así que como vi que me iba a meter en un
buen marrón y encima a los lados, había algo de caída hacia una casa, decidí ir
dando marcha atrás “a paso de tortuga” y teniendo incluso que realizar alguna
que otra maniobra para no colisionar con el matorral que caía a un lado del
coche.
Solventé dicha situación con más problemas de lo que
me hubiera gustado, así que cuando regresé a la ermita de la entrada y al tramo
asfaltado, fue como si se me abriera el cielo.
¡Nunca más…!, pensé, así que fui regresando hacia el
primer pueblo de la carretera, Quintana y luego ya hasta la carretera general.
En mi descenso hacia la carretera general, un par de
imágenes…
La primera, el pueblo aislado de Abango (720 m -8
hab), pueblo al que no me acercaría.
La zona de los yacimientos en busca de oro en la
zona de Boinás.
Aldea cuyo nombre no conozco situada muy cerca de
Alcedo.
Otra imagen de los yacimientos mineros con el pueblo
de Quintana (drcha) y Boinás (izda).
Descendí de nuevo hasta la carretera principal de
esta zona y lo que se me ocurrió fue irme hasta otro pueblo de la zona, el
pueblo de La Vega (400 m – 28 hab), separado de la carretera apenas 1 km.
Me quedaría a la entrada de dicho ya que una vez que
llegué a la misma, no me apeteció introducirme en el mismo ya que la entrada me
pareció un poco estrecha y ya estaba un poco cansado, después de la experiencia
en el pueblo anterior de L,Abedul, de complicarme la existencia con el coche,
aunque estoy seguro que no hubiera tenido problemas en esta ocasión.
Lo que hice fue retornar de nuevo a la carretera y
retorne unos centenares de metros para pillar sucesivamente un par de
desvíos que me llevarían a la entrada de
los yacimientos mineros de oro, entrada prohibida (como es normal) a vehículos
que no fueran de la obra y desvíos situados en la zona del pueblo de Boinás
(430 m – 56 hab).
Todavía me quedaba recorrido por hacer este día, así
que pasé de la visita a este par de pueblos y me decidí a subir otra vez hasta
el paso montañoso de “Las Estacas”, para pillar allí la carretera que me iba a
llevar a Begega para luego descender por la zona de los pueblos de Villaverde,
Pando y Bello hasta la carretera principal del concejo.
En mi trayecto hasta el pueblo de Begega, vista de
la balsa de sedimentos de las explotaciones de oro de dicha comarca.
Desde esta carretera me encontré con muy buenas
vistas de dichas explotaciones auríferas de la empresa Río Narcea Gold Mines y
al poco ya me iba a encontrar con el desvío a la izda hacia el pueblo de Begega
(620 m – 23 hab), el cual parecía tener un par de cosas interesantes que ver.
La primera de ellas iba a ser la Iglesia de origen
Alto Medieval y dedicada a Santa Eulalia.
Desde la zona de la iglesia, imagen de las
explotaciones a cielo abierto.
La otra construcción interesante de este pueblo es
la Casa – Palacio, separada de la iglesia por algún centenar de metros.
Retorné a la carretera que me bajaría bordeando esta
zona montañosa, conocida como la Sierra de Begega y nada más llegar a la misma
desde el pueblo de Begega, salió mi vena montañera y me decidí por pillar la
pista de tierra que me iba a elevar a cotas más altas, plagadas de artefactos
de energía eólica.
La verdad me elevaría bastante con el coche y tras
aparcar el mismo opté por caminar unos 500 m para ver si podía obtener mejores
vistas de la balsa de agua que había visto un rato antes desde la carretera.
Imposible de obtener la vista que quería, optaría
por sacar foto – recuerdo de toda la zona de la Sierra de la Manteca.
Tras la vistas a dicha sierra, retorné el coche para
pillar al poco la carretera que quería y que me iba a bajar descubriendo
algunos de los pueblos de esta zona.
Pueblo por ejplo, de Antoñana (570 m – 34 hab).
O este otro de Millara (520 m – 24 hab) y
perteneciente al concejo de Salas, aunque su acceso era por esta carretera del
concejo de Belmonte.
Ya era algo tarde y tenía ganas de acabar por este
día, pero en el descenso me iba a encontrar con otro pueblo llamado Bello (310
m – 20 hab) que parecía tener un par de palacetes así como alguna ermita, así
que otra vez tocaba parada y caminar un rato por el mismo.
Imágenes del mismo.
Tras alcanzar la carretera principal del municipio y
si se va en dirección a Cornellana unos centenares de metros, se alcanza a ver
una pequeña y estrecha carretera que conduce al pueblo perdido de Modreiros.
En esta ocasión me internaría por dicha carretera
unos kilómetros con la intención de disfrutar simplemente de las vistas
panorámicas que me podía ofrecer el itinerario, vistas como esta que sigue…
Tras el regreso a la principal vía de comunicación,
se puede visitar ya la capital del municipio, Belmonte (200 m – 416 hab), población
situada al lado del río Pigüeña y en la que plasmé dicha población en imágenes
como las que siguen…
Pues con estas últimas imágenes finalizo esta
segunda parte dedicada al concejo de Belmonte de Miranda, así que dejo ya para
una tercera y última parte el resto de las poblaciones que visité en este guapo
concejo asturiano.
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