Día: 26-03-2017.
Desnivel: +150 m aprox.
Longitud: 11,43 Km.
Tiempo: 03h15:53.
Comentario:
Ruta realizada tras la
carrera de 10 Km en la que participaría por la mañana de este Domingo en Gijón
y ruta a la que le tenía bastantes ganas, pero seguramente por ser demasiado corta y
fácil para dedicarla un día entero nunca me había decidido a realizarla y tras la carrera y la tarde de buen tiempo que quedaba tras la mañana, por fin
dedicaría unas horas a esta zona cercana al Cabo Peñas.
Tras llegar a Luanco
(9.887 hab en 2011), aparcaría el coche muy cerca de la playa, iniciando
entonces la excursión y encontrándome al centenar de metros al arenal de
pueblo, arenal muy concurrido en la época de verano.
Aquí ya pillaría a
través de una escalera, el inicio propio de la ruta.
Echando la vista hacia
atrás.
La primera parte de la
ruta me iba a llevar hasta una especie de área recreativa y en donde se iba a
terminar el terreno “tipo losetas” que había llevado hasta ese momento, ya que
a partir de ahora, el terreno se iba a volver más propio de una ruta de
senderismo.
De nuevo echando la
vista hacia atrás y algún cartel en la ruta me indicaba que estaba en la buena
dirección.
Tras un corto pero
pronunciado ascenso iba a llegar a la zona conocida como Punta el Caballo, zona
de acantilados y zona desde la que se veía perfectamente la zona más alejada
del Cabo Peñas.
Los acantilados que he
mencionado anteriormente, vistos desde una punta “sin nombre” que salía hacia
el mar desde esta zona de la Punta del Caballo y en la que para llegar a esta
segundo saliente tuve que descender por una buena cantidad de peldaños hechos en
el terreno y con buenas vistas a otra zona, conocida ésta como la Ensenada
Nera.
Vídeo en esta zona.
Dejando atrás los
primeros acantilados.
La Ensenada Nera.
El sendero continuaba
en ascenso que se dejaba caminar sin problemas y que me llevaría a lo más alto
de la enseñada anterior.
En dicho lugar había
algún que otro banco que invitaba a disfrutar, “en plan tranquilo” un buen rato
mirando el paisaje hacia el mar.
El sendero se iba a
volver ahora en sentido descendiente hacia un cruce en el que salía el desvío
que me iba a llevar al pedrero de la zona conocido como la Ensenada de
Moniello, así que tras tomar dicho desvío ya me iba aparecer a los pocos metros
dicha ensenada.
Un par de imágenes de
este pedrero de Moniello.
En este pedrero iba a
tomar otro sendero que me sacaría de esta zona a través de una serie de
peldaños que me iban a llevar hasta otra área recreativa, así que tras tomar
dicho sendero, me daría por despedirme, mirando hacia atrás, de la Playa de
Moniello.
El sendero que me
llevaría hasta esta otra área recreativa, la cual se encontraba en perfecto
estado.
Fui bastante pegado a
la línea costera ya que por aquí había algunos acantilados de pequeña altura
que eran bastante prestosos de ver este día ya que el mar golpeaba una y otra
vez contra los mismos, a pesar de que el mar estaba en bastante calma en el día
de hoy.
Vista hacia atrás.
Algunas imágenes con
esta zona de pequeños acantilados, que la verdad no tenía ni idea de su
existencia.
Vídeo en estos acantilados.
Me decidí a continuar
lo más pegado posible al mar, descubriendo la que quizás fue la vista estrella
de la jornada, un pequeño “fiordo” en el que era un disfrute ver como el oleaje
entraba una y otra vez, chocando las olas contra las rocas.
Trío de imágenes en
este “fiordo asturiano”.
Vídeo del "fiordo asturiano".
Tras estar unos minutos
disfrutando del espectáculo de las olas, ya abandonaría esta zona de rocas para
retomar de nuevo el sendero que me llevaría hasta la conocida Playa de
Bañugues, sendero que como se puede ver en esta imagen sacada echando un
vistazo hacia atrás, iba encajonado en mitad de una “alfombra verde”.
Y desde esta zona de la
costa, nada impedía ver las cumbres nevadas de la Sierra del Aramo, sierra
situada unos 50 km aproximadamente del lugar donde yo estaba (pocas regiones
hay como Asturias en donde se mezcla la
montaña con altas cumbres con la costa con rutas fáciles como la de este día).
Ahora ya tocaba
descender por el sendero y con vistas ya hacia la Ensenada de Bañugues.
Llegando a la zona de
la Playa de Bañugues y con una última foto de dicha playa.
Una vez en dicha zona
ya saldría a la carretera general, volviendo a Luanco por la acera que en pocos
km me iba a llevar de nuevo hacia la zona de la playa del pueblo y en donde me
estaba esperando el coche para llevarme de regreso a casa, previa parada a
tomar una cerveza en Luanco y un par de caldos de marisco, estos últimos en la zona de la
Playa de Verdicio.
Resumiendo, ruta guapa y a la que
le tenía muchas ganas e ideal para hacerla en familia ya que es muy fácil y bastante
disfrutona.