Día:
29-04-2017.
Lugar:
Costa Quebrada (Cantabria).
Desnivel
total ruta (2 partes): +100 m
(por poner alguna cifra ya que tienes algunos subes y bajas a lo largo del
itinerario de la misma y en el que hay que tener un poco de cuidado, sobre todo
en alguna bajada, pero la ruta no ofrece dificultades, siendo realizada la
misma por toda clase de senderistas).
Longitud
total (2 partes): 18,08 km .
Tiempo
total (2 partes): 05h21:22.
Comentario:
Sigo
con la descripción del itinerario de una de las rutas más guapas que jamás haya
realizado en zona costera, así que ahí va el enlace con el post de la primera
parte de esta ruta que transcurre por tierras cántabras…
Tras
abandonar la Playa
de la Arnía , el
sendero me iba a llevar a descubrir otra pequeña bahía y en la que me iba
aparecer la parte del arenal de otra guapa playa que de forma habitual cubre el
mar en marea alta, la Playa de Covachos, siendo considerada ésta como una de
las playas más bellas de Cantabria por el tómbolo que en las bajamares (es lo
que se ve en la imagen) la une a la
Isla del Castro.
Dicha
playa tiene una longitud de 600
m y está dividida en dos partes por una zona rocosa,
siendo la pendiente de acceso al agua bastante pronunciada por lo que es muy
aconsejable ser prudente a la hora del baño, siendo frecuentada por nudistas.
Como
pequeña anécdota decir que su acceso en la actualidad es realmente complicado
ya que las fuertes mareas se llevaron arena y hay que ayudarse de cuerdas para
entrar y salir, habiendo una cascada cuyo origen no está del todo claro.
La
parte principal de esta Playa de Covachos.
La
playa en toda su extensión con la marea bastante baja, aunque con el mar en
plena bajamar, las dos lenguas de arena se encuentran unidas.
El
sendero me obligaba a descender unos metros en busca de la entrada a dicha
playa.
Para
posteriormente acometer una breve subida en busca de un terreno completamente
llano, mientras las vistas que se me iban ofreciendo en dirección a la costa le
llevaban ir a este menda a un ritmo que se podría bien denominar a “paso de
tortuga”.
Tras
este tramo de ascenso, el sendero se ensanchaba para convertir ya en tramo de
pista por varios centenares de metros.
Costaba
marchar de dicho entorno, así que de vez en cuando las vistas se volvían para
atrás, observando cómo iban quedando atrás las dos últimas playas por las que
había pasado.
La
pista – sendero iniciaba un descenso hacia otra de las playas del entorno, la Playa de San Juan de la Canal , dando un pequeño
rodeo por la zona de la Punta
de San Juan de la Canal.
Desde
esta zona ya se veía el objetivo final de este día, la isla de la Ermita de la Virgen del Mar.
Como
era nota habitual en este día, no pude evitar el acercarme a ver los
acantilados pertenecientes a dicha punta.
El
tranquilo descenso me iba a llevar al entorno de esta playa de unos 600 m de longitud, entorno en
el que se podía ver que la playa es frecuentada con bastante asiduidad por la
gente en verano, celebrándose en la noche de San Juan una concurrida fiesta en
sus inmediaciones.
Atravesaría
el paseo de la playa para irme hacia un parquecito que tenía buenas vistas
hacia la canal de la playa, descubriendo a lo lejos un llamativo puente por el
que suponía que tendría que cruzar para llegar a la otra orilla de la canal.
Tras
cruzar el puente, el sendero continuaba por terreno algo más complicado para
caminar, debido a la multitud de piedras y de baches en el terreno, aunque esto
era paliado con las vistas que iban apareciendo en uno u otro sentido.
Poco
a poco la isla y la ermita ya se iban aproximando, destacando su tejado rojo
entre el blanco de los acantilados y el azul del mar.
Transcurriría
no más de media hora desde mi paso por el puente de la ría hasta que di con la
zona de la entrada a la isla y en donde había el típico bar-restaurante con
terraza al lado de la playa situada junto a la isla.
El
bar y el arenal por el que cruzaba el puente por encima.
Tras
cruzar el puente, pillaría un sendero entre los muchos que había, para dar una
vuelta por la isla, que tampoco es que fuera de gran tamaño y observando como
iba quedando atrás la playa anteriormente mencionada y que recibe el nombre de
Playa de la Virgen
del Mar, playa con unos 400 m
de longitud.
Alguna
estrecha cala por la isla.
Un
vsitazo hacia atrás de las playas de San Juan de la Canal (izda) y de la Playa de Covachos (drcha).
Tras
asomarme a los acantilados de la isla, ya me iría directo hacia la zona de la Ermita de la Virgen del Mar, sacando
varias imágenes para dar entonces por finalizada (en el tramo de ida) la guapa
excursión del día.
Enlace
con algo de información sobre dicha ermita.
Resumiendo
un poco dicha información se trata de una ermita primitiva de 1400, la cual ha
sido reconstruida varias veces ya que por su situación al lado del mar, la
misma fue derriba parcialmente a causa de los temporales.
La
ermita está advocada a la patrona de Santander, la Virgen del Mar y
seguramente debió existir una ermita todavía anterior a 1400 ya que se tiene
constancia que la imagen de la
Virgen del Mar existía ya en 1315.
Como
dato numérico, decir que me llevaría desde el coche hasta la isla unos 10,82 km para un
tiempo de 04h06:46 , un tiempo que no refleja fielmente lo que se puede tardar ya
que me pararía infinidad de veces a fotografiar el paisaje.
Tras
cruzar el puente de nuevo, me iría a tomar una cerveza al bar de la zona y
luego ya volvería regresando al coche, todo por asfalto, por lo que sí que
llegaría algo machacado a nivel de pies, llegando al coche en 18,08 km y 05h21:22 desde mi marcha por la mañana del
mismo.
Pues
en definitiva, ruta fácil, familiar y en la que hay que andarse con un poco de
cuidado para no caer en la tentación de asomarse demasiado a los acantilados y
también en la que en alguna corta bajada hay que ir controlando el tema del
terreno, por poder encontrarse éste, resbaladizo.
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