viernes, 5 de mayo de 2017

RUTA POR LA COSTA QUEBRADA (TRAMO PLAYA DE LA ARNÍA - ERMITA VIRGEN DEL MAR - COCHE) – 2ª PARTE.



Día: 29-04-2017.

Lugar: Costa Quebrada (Cantabria).

Desnivel total ruta (2 partes): +100 m (por poner alguna cifra ya que tienes algunos subes y bajas a lo largo del itinerario de la misma y en el que hay que tener un poco de cuidado, sobre todo en alguna bajada, pero la ruta no ofrece dificultades, siendo realizada la misma por toda clase de senderistas).

Longitud total (2 partes): 18,08 km.

Tiempo total (2 partes): 05h21:22.


Comentario:
Sigo con la descripción del itinerario de una de las rutas más guapas que jamás haya realizado en zona costera, así que ahí va el enlace con el post de la primera parte de esta ruta que transcurre por tierras cántabras…


Tras abandonar la Playa de la Arnía, el sendero me iba a llevar a descubrir otra pequeña bahía y en la que me iba aparecer la parte del arenal de otra guapa playa que de forma habitual cubre el mar en marea alta, la Playa de Covachos, siendo considerada ésta como una de las playas más bellas de Cantabria por el tómbolo que en las bajamares (es lo que se ve en la imagen) la une a la Isla del Castro.


Dicha playa tiene una longitud de 600 m y está dividida en dos partes por una zona rocosa, siendo la pendiente de acceso al agua bastante pronunciada por lo que es muy aconsejable ser prudente a la hora del baño, siendo frecuentada por nudistas.

Como pequeña anécdota decir que su acceso en la actualidad es realmente complicado ya que las fuertes mareas se llevaron arena y hay que ayudarse de cuerdas para entrar y salir, habiendo una cascada cuyo origen no está del todo claro.

La parte principal de esta Playa de Covachos.


La playa en toda su extensión con la marea bastante baja, aunque con el mar en plena bajamar, las dos lenguas de arena se encuentran unidas.


El sendero me obligaba a descender unos metros en busca de la entrada a dicha playa.




Para posteriormente acometer una breve subida en busca de un terreno completamente llano, mientras las vistas que se me iban ofreciendo en dirección a la costa le llevaban ir a este menda a un ritmo que se podría bien denominar a “paso de tortuga”.










Tras este tramo de ascenso, el sendero se ensanchaba para convertir ya en tramo de pista por varios centenares de metros.


Costaba marchar de dicho entorno, así que de vez en cuando las vistas se volvían para atrás, observando cómo iban quedando atrás las dos últimas playas por las que había pasado.


La pista – sendero iniciaba un descenso hacia otra de las playas del entorno, la Playa de San Juan de la Canal, dando un pequeño rodeo por la zona de la Punta de San Juan de la Canal.




Desde esta zona ya se veía el objetivo final de este día, la isla de la Ermita de la Virgen del Mar.


Como era nota habitual en este día, no pude evitar el acercarme a ver los acantilados pertenecientes a dicha punta.


El tranquilo descenso me iba a llevar al entorno de esta playa de unos 600 m de longitud, entorno en el que se podía ver que la playa es frecuentada con bastante asiduidad por la gente en verano, celebrándose en la noche de San Juan una concurrida fiesta en sus inmediaciones.








Atravesaría el paseo de la playa para irme hacia un parquecito que tenía buenas vistas hacia la canal de la playa, descubriendo a lo lejos un llamativo puente por el que suponía que tendría que cruzar para llegar a la otra orilla de la canal.










Tras cruzar el puente, el sendero continuaba por terreno algo más complicado para caminar, debido a la multitud de piedras y de baches en el terreno, aunque esto era paliado con las vistas que iban apareciendo en uno u otro sentido.












Poco a poco la isla y la ermita ya se iban aproximando, destacando su tejado rojo entre el blanco de los acantilados y el azul del mar.




Transcurriría no más de media hora desde mi paso por el puente de la ría hasta que di con la zona de la entrada a la isla y en donde había el típico bar-restaurante con terraza al lado de la playa situada junto a la isla.


El bar y el arenal por el que cruzaba el puente por encima.


Tras cruzar el puente, pillaría un sendero entre los muchos que había, para dar una vuelta por la isla, que tampoco es que fuera de gran tamaño y observando como iba quedando atrás la playa anteriormente mencionada y que recibe el nombre de Playa de la Virgen del Mar, playa con unos 400 m de longitud.


Alguna estrecha cala por la isla.


Un vsitazo hacia atrás de las playas de San Juan de la Canal (izda) y de la Playa de Covachos (drcha).


Tras asomarme a los acantilados de la isla, ya me iría directo hacia la zona de la Ermita de la Virgen del Mar, sacando varias imágenes para dar entonces por finalizada (en el tramo de ida) la guapa excursión del día.






Enlace con algo de información sobre dicha ermita.

Resumiendo un poco dicha información se trata de una ermita primitiva de 1400, la cual ha sido reconstruida varias veces ya que por su situación al lado del mar, la misma fue derriba parcialmente a causa de los temporales.

La ermita está advocada a la patrona de Santander, la Virgen del Mar y seguramente debió existir una ermita todavía anterior a 1400 ya que se tiene constancia que la imagen de la Virgen del Mar existía ya en 1315.

Como dato numérico, decir que me llevaría desde el coche hasta la isla unos 10,82 km para un tiempo de 04h06:46 , un tiempo que no refleja fielmente lo que se puede tardar ya que me pararía infinidad de veces a fotografiar el paisaje.

Tras cruzar el puente de nuevo, me iría a tomar una cerveza al bar de la zona y luego ya volvería regresando al coche, todo por asfalto, por lo que sí que llegaría algo machacado a nivel de pies, llegando al coche en 18,08 km y 05h21:22 desde mi marcha por la mañana del mismo.


Pues en definitiva, ruta fácil, familiar y en la que hay que andarse con un poco de cuidado para no caer en la tentación de asomarse demasiado a los acantilados y también en la que en alguna corta bajada hay que ir controlando el tema del terreno, por poder encontrarse éste, resbaladizo.

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