Día: 06-04-2019.
Desnivel: +600 m .
Picos subidos: Ninguno.
Longitud: 10,13 Km .
Tiempo: 03h:30:06
Comentario:
El
año pasado realizando una ruta por la zona de Arenas de Cabrales me
fije en una montaña situada en su parte Este y que luego descubriría que pertenecía a la Sierra de Juan Roble, la cual parecía que
me podía ofrecer espectaculares vistas de dicha población, así que
en esta mañana y pensando en donde podía dejar caerme en este día,
a pesar del pronóstico bastante incierto con el tiempo (por la tarde
daban lluvia), decidí acercarme a conocer dicha montaña o por lo
menos a la parte que había visto cuando allá por el 2018 realicé la ruta de los Invernales
de Vanu.
Imagen
obtenida el año 2018 de la montaña a la que me refiero.
Tras
tomar mi cafetín habitual en Arenas de Cabrales (150 m), empezaría
a caminar desde el aparcamiento principal del pueblo rumbo a las
proximidades de dicha montaña que como he dicho recibe el nombre de la Sierra de Juan Roble.
Pillando
el desvío ubicado a la salida de Arenas de Cabrales en la carretera a los pueblos de
Arangas y Rozagás.
En
las casas situadas en esta parte del pueblo tendría que preguntar a
una mujer por la pista correcta que me llevara a las proximidades del
objetivo del día.
Pillando el tramo inicial de la pista.
Despidiéndome
del pueblo.
Aunque
la pista que había tomado a la salida del pueblo me llevaba en la
dirección correcta, la misma parecía más querer llanear que otra
cosa, así que no tuve más remedio que subir algo más de cien
metros por un prado situado junto a una ganadería para llegar a una
segunda pista que está sí que parecía tomar “con rotundidad”, la
dirección que quería.
Vistas
hacia atrás de Arenas de Cabrales desde esta segunda pista.
La
pista se iba a terminar para convertirse en un claro sendero que
tomaría sin mucho convencimiento ya que el mismo parecía querer
tomar la dirección pero muy por debajo del objetivo que había visto
desde el coche.
Varias
imágenes en este tramo.
Revuelta
por el camino.
El
sendero tras atravesar una portilla me iba a llevar a una cabaña
cercada por un muro de piedras, el cual superaría para alcanzar la
pista de acceso que llevaba a dicho recinto cerrado.
Pista
de acceso de la que hablo, situada como se puede ver muy por debajo
de donde me hubiera gustado en el inicio de la excursión.
Vista
hacia atrás una vez situado en dicha pista.
La
pista tenía que llevarme a algún lado, así que sin ninguna
preocupación en este sentido y tomándomelo más como un tranquilo
paseo que de una ruta de montaña, alcanzaría un cruce en el que me
encontraría otra pista, la cual tenía mejores trazas que la que
estaba a punto de abandonar.
Tronco
situado en el cruce que he mencionado.
Al
enlazar con esta segunda pista (drcha), tomaría el sentido ascendente
de la misma (izda) sin saber muy bien a donde me llevaría y si
tendría salida.
Vista
hacia atrás en mi tránsito por la pista.
Tras
caminar varios centenares de metros por dicha pista, alcanzaría una
gran nave dedicada a tareas ganaderas situado al lado de una
cabaña.
Como
me estaba alejando de todo el cresterío y una vez visto las
construcciones anteriores, decidí dar la vuelta por la pista para
intentar dar con el sendero que me condujera hacia el mismo, así que
tras pasar el cruce que había dejado varios centenares de metros
atrás, continuaría en ascenso por la pista que había tomado en
estos momentos, para dar con un desvío (rojo) que parecía ser el
adecuado para mi aventura de este día.
Algunas
vistas hacia el sur.
Echando
la vista hacia atrás en mi avance.
La
pista me iba a llevar a un cruce en el que había una cabaña situada
junto a un tronco llamativo, tomando entonces en dicho lugar una
pista que en fuerte ascenso me iba a llevar a pillar el sendero por
el que caminaría los siguientes 45 minutos de la caminata de hoy.
Pillando
el sendero en su tramo inicial.
Espectaculares
vistas a mi espalda de Arenas de Cabrales.
El
sendero bien marcado no me ofrecería dificultades para avanzar hasta
el collado (pto rojo), lugar donde daría por finalizada la ruta en
su tramo de ida.
De
nuevo, vistas espectaculares de Arenas de Cabrales.
Sendero
sin demasiadas complicaciones para avanzar.
Guapas
laderas de matorral tapizaban la ruta en todo este tramo.
El
objetivo de la ruta y punto donde daría la vuelta, parecía ya estar
muy cerca.
No
me cansaría de disfrutar de esta vista a lo largo de la ruta de este
día.
Por
momentos tuve dudas sobre si seguir o no ya que el cielo estaba
empeorando de una forma más rápida de lo deseada, pero la
proximidad del collado y de la paredes del pico llamado “Cabeza de
Juan Roble” y que había visto desde el coche en el inicio de la
ruta, me animaron a seguir a un ritmo algo más vivo del que había
llevado con anterioridad.
Imagen
tomada ya en el collado, el cual parecía tener salida clara, pero
como digo no estaba el estado del cielo como para perder mucho tiempo
en aventurarme por terreno desconocido.
Vistas
hacia el Oeste de lo realizado en esta zona del cordal conocido como
el Cordal de los Sellones.
Hacia
el Norte, la Sierra del Cuera parecía tener algo más de suerte con
el sol.
Vistas
de Arenas de Cabrales desde el collado y con todo el Valle de Ardina
desprendiéndose hacia el pueblo, collada que tengo que decir que es
conocida en los mapas como Collada Cima (740 m).
Tras
estar un par de minutos o menos en la collada, emprendería el
descenso por el sendero que me iba a llevar primero hasta las Cabañas
de Charás.
En
esta zona de las cabañas iba ya a tomar en un cruce, la pista que me
iba a conducir de forma directa hacia Arenas de Cabrales.
En
el momento de tomar la pista.
Una
vez en la pista tardaría menos de media hora en llegar al coche y
con la suerte de que a los pocos minutos empezaría a llover con
bastante intensidad y con el cielo teñido de tormenta, con lo cual me libraría "por los pelos" de una buena mojadura, completando una guapa ruta 10,15 Km en un tiempo de 03h:30:06 y en una zona
próxima a Arenas de Cabrales que no conocía, así que quedaría
bastante satisfecho de lo realizado en este día.
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