jueves, 6 de julio de 2023

VACACIONES 2023… DESTINO A LA ALPUJARRA – 11º DÍA (RUTA DE MONTAÑA CAPILEIRA - PORTUGOS).

 

Día: 22-06-2023.

Desnivel:  + 975 m.

Longitud:  28,28 Km.

Tiempo:  08h:30:00

Picos subidos: Ninguno.


Comentario:

Post del día anterior…

https://andanzasconjosua.blogspot.com/2023/07/vacaciones-2023-destino-la-alpujarra-10.html


Dado el pronóstico de tiempo para estar jornada que sabíamos desde el día anterior decidimos probar suerte e intentar una ruta a la que le habíamos echado el ojo como era el itinerario que unía los pueblos de Capileira y de Trevélez así que tras preparar la mochila (no llevaríamos comida y tan solo 03,2 litros de bebida isotónica y agua) ya saldríamos del apartamento para empezar a caminar por la carretera que iba camino de la Hoya del Portillo.

Empezaríamos a caminar por el asfalto de dicha carretera hasta dar con el desvío señalizado que nos iba a ir llevando a acortar el trayecto que en caso de haberlo realizado hubiéramos tenido que realizarlo por asfalto.

Echando la vista hacia atrás a Capileira al poco de comenzar a caminar. 



Un par de imágenes de los paneles que informaban del itinerario de este día.  






Tras cerca de un Km ya veríamos el desvío en donde se encontraban los dos paneles anteriores y que tendríamos que tomar para empezar a subir ya por terrenos “propios” de montaña.  



Varias imágenes tomadas durante nuestro tránsito en esta primera hora de la ruta…



















Por momentos tendríamos que salir a la carretera de asfalto ahora convertida en pista de tierra y para ahorrarnos las numerosas curvas que daba la misma con el consiguiente rodeo iríamos subiendo en algún que otro tramo casi directamente y obligados a salvar alguna de las acequias que tenía el terreno a estas cotas.  



Llegaríamos entonces en 02h15 al paso cerrado para los vehículos motorizados y no autorizados que marcaba la Hoya del Portillo. Aquí dudaríamos por momentos si tirar hacia arriba por la pista en dirección al Refugio de Poqueira o a intentar realizar la ruta que habíamos previsto desde “casa”. Pararía en esos momentos donde la barrera la furgoneta que nos hubiera elevado hasta la altura del Mirador de Trevélez, punto de inicio de algunas rutas situado a 2.600 m y al preguntarle al conductor sobre la ruta que queríamos realizar nos indicaría éste que tendríamos que caminar todavía unos 02,5 Km para alcanzar el desvío propio de la ruta que teníamos en mente.

En la barrera que marcaba lo autorizado.  



Pillando el desvío y primeros metros del mismo. 








El itinerario que nos resultaría muy entretenido cuando los estábamos realizando mezclando tramos por el interior de alguna mancha boscosa con pasos incluso por algún puente de madera ya en terrenos desprovistos de vegetación.

Imágenes tomadas durante la siguiente hora…


































































Alcanzaríamos una pista en la que tras continuar en la misma nos saldrían un par de paneles que indicaban dos itinerarios posibles a seguir un tanto contradictorios en mi opinión. Inicialmente seguiríamos la pista que iba ahora en ligero sentido ascendente para dar con una pequeña cascada situado en el punto en el que la pista parecía querer finalizar a causa de un derrumbe.

Imágenes en este punto.  









Vista la pista en este punto que parecía finalizar aunque ahora pasado el tiempo me hubiera aventurado en caso de haber ido en solitario, daríamos entonces la vuelta para ir en busca de un desvío que también estaba señalizado y que empezaba a descender a través de la ladera ocupada por el bosque.

Imagen inicial del tramo por el que empezaríamos a descender. 



Echando la vista hacia atrás durante el descenso.  



Algún que otro tronco caído nos quería interrumpir la marcha como en este caso al echar la vista hacia atrás y ver a Marga tras haberlo superado.  



El descenso por el bosque continuaría y el sendero que estaba claro lo mismo para llevarnos éste al tramo propio del barranco por el que el arroyo descendía. El itinerario nos obligaría a cruzar el arroyo para seguir entonces en mi caso unos 50 m en solitario mientras Marga esperaba y buscando en mi caso la posible salida del mismo.

Me encontraría yendo en solitario con que la claridad del sendero prácticamente desaparecía y que al poco el mismo volvía aparecer con cierta claridad. No vería las condiciones apropiadas para seguir caminando acompañado así que decidiría dar la vuelta y dada “mi máxima” en montaña de caminar con seguridad y sobre todo no yendo en solitario decidí renunciar a este nuevo itinerario aunque también yo creo que hubiera tenido salida investigando un poco y dar la vuelta para volver a ascender todo el tramo que había perdido metros y volver a la seguridad de la pista con la que habíamos dado una hora antes.

Aunque no habíamos comido nada (yo comería momentos después una barrita renunciando Marga a la suya) y en cuanto a la bebida sabía que teníamos seguiríamos entonces por la pista para ir en busca de un pueblo que había localizado en internet como era Pórtugos así que con mucha paciencia, regulando en ocasiones el líquido que llevábamos y cada vez más cansados tras recorrer casi otros 10 Km por un tramo de pista muy pero que muy monótono llevaríamos a dicho pueblo para irnos lo primero al bar situado en la plaza donde tras pedir algo para beber preguntar si había taxi por el pueblo que nos pudiera llevar de vuelta a Capileira situada a unos 11 ó 12 Km, distancia que en caso de haber tenido que hacer caminando no sé yo cómo hubiéramos acabado.

Llegando a Pórtugos.


El paisano del bar el cual se mostraría muy amable enseguida nos localizaría a uno del pueblo que por el módico precio de 25 euros nos llevaría de vuelta a casa aunque si nos hubiera pedido el doble yo creo que los hubiéramos pagado muy gustosamente.

Una vez en Capileira lo primero que haríamos sería ducharnos e irnos a por la cena de este día y que realizaríamos en un local que ya conocíamos, “El Corral del Castaño” y en el que daríamos cuenta de una cena muy disfrutona por el hambre que llevábamos y que nos serviría de despedida ya que al siguiente nos íbamos a Madrid y en mi caso a disfrutar del regalo con el que me había obsequiado Marga por mi cumpleaños.

Momento cena despedida.



¡A descansar tocaba ya que habría que hacer unos cuantos centenares de Km al día siguiente…!.

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