Día: 02-03-2019.
Desnivel: +1.340 m.
Picos subidos: Ninguno.
Longitud: 20,75 Km.
Tiempo: 05h:25:54
Comentario:
Lo primero decir por
adelantado cuando estoy escribiendo las primeras líneas de este post dedicado
al pueblo abandonado de VALLEMORU que la
ruta que sigue va a ser con seguridad una de las rutas principales y que
recuerde de todas las realizadas este año y que todavía están por llegar.
Tenía enormes ganas de
conocer el acceso a este pueblo abandonado hace más de 50 años, pueblo de ubicación
tan recóndita que eximía a sus moradores del precepto de oír misa los Domingos.
Me dirigiría en la
mañana de este Sábado hacia el Concejo de Ponga para tras parar unos minutos a
tomarme un café en el pueblo de Sellaño, poner rumbo hacia el pueblo del cual
partía la pista que me iba a llevar todo directo hacia la aldea abandonada de
Vallemoru, el pueblo de Taranes (590 m – 47 hab), pueblo situado por debajo de
la collada del mismo nombre, situada a una altitud de unos 1.086 m y primer
paso intermedio que me marcaría nada más dejar el coche a eso de las 11h15,
algo tarde para lo que en mi suele ser habitual.
Sabía que la ruta de
este día me iba a llevar entre ida y vuelta unos 20 Km, distancia que me
tomaría con bastante tranquilidad y paciencia ya que sabía que había tramos muy
duros, aunque decir “duros” en esta ruta creo que es un término que se queda
muy corto para lo que realmente me
encontraría durante unos buenos Km.
Tras dejar el coche en
una amplia plazoleta situada en el interior del pueblo de Taranes (590 m),
empezaría a caminar y a internarme en busca ya de la subida de la Collada
Taranes (1.108 m).
Primera imagen que
sacaría en este día y en la que se muestra la Peña Taranes (1.681 m).
Desde dicha plazoleta
partía el itinerario hacia Vallemoru y el cual estaba indicado con una señal
que me iba a recordar, por si acaso tenía dudas, que la distancia hasta el
pueblo abandonado era de unos 10 Km.
Estaba a punto de afrontar
la subida por el tramo de pista más duro que creo recordar que jamás he realizado,
subida en la que iba a tener que afrontar rampas de más del 30% y que en muchas
círculos está contemplada como la subida más dura que se puede realizar en la
actualidad en bicicleta en Asturias.
Página del enlace con
la altimetría de esta subida, concretamente serían los tres últimos Km de dicho
enlace.
Pues con bastante
tranquilidad y sabiendo que el día se presentaba totalmente estable en cuanto a
la climatología (de los pocos que suele haber en Asturias durante el año…) fui
callejeando por tramos hormigonados en dirección a la parte alta del pueblo
para ir ganando metros con suma facilidad y que en cualquier otra ruta que
hubiera podido realizar, ya se hubiera considerado una subida totalmente
reseñable a la hora de describir la misma.
Pero la subida no
acababa a la salida de Taranes ya que no había llegado ni el primer medio Km y
el pueblo, echando la vista hacia atrás, había quedado bastante por debajo del
lugar en el que me encontraba en esos momentos cuando me dio por volver la
cabeza.
En ese tramo ya se
podía contemplar la espectacularidad del entorno, presidido como suele ser
habitual en esta zona, por los Picos de Europa nevados.
Por lo menos puedo
decir que a nivel cardio estaba llevando la subida más que bien ya que de
haberme “metido caña” en esos primeros centenares de metros, los cuales me
parecieron los más livianos de este primer tramo de subida de 03 Km, el menda
hubiera “explotado” antes de llegar a la Collada Taranes.
Echando la vista ahora
hacia adelante…
Seguramente esta sea la
foto que más ilustra la subida de la que hablo, tramo este en una curva de
herradura con una pendiente del 30 % y así continuaría dicha pendiente durante
unos cuantos centenares de metros (ya dentro del 2º Km de subida).
De vez en cuando me
apetecía ilustrarme con el terreno que había acabado de dejar atrás.
Uno tenía que continuar
con el itinerario, pero con vistas como la que sigue a continuación, en ciertos
momentos apetecía poco y bien que se hubiera parado un buen rato a disfrutar
del entorno.
Cuadra situada al lado
de la pista y que me saldría al paso.
El último Km me
parecería el más liviano de todos, liviano si se puede hablar de pendiente del
20 % en vez del 30 % que eran las que acababa de superar durante algunos tramos
de los dos primeros Km.
Llegando a la Collada
Taranes (1.108 m).
Por detrás, el
Tiatordos (1.951 m) nevado visto de la collada.
Emplearía cerca de una
hora en llegar a dicha collada y una vez en la misma, se me presentaría el
siguiente tramo consistente en llegar a la Campera de Llués (1.095 m), tramo
este que venía que pensaba que iba a ser una travesía por terreno completamente
llano, pero como pude comprobar estaba totalmente equivocado ya que aunque la
pista hormigonada se acababa en el alto y dejaba paso a una pista de tierra,
resulta que iba a ir caminando mientras perdía metros con una cierta facilidad,
hecho que me obligaría a ascender un buen tramo hasta llegar a dicha campera.
La Campera de Llués
(1.090 m – pto rojo) vista desde la Collada Taranes (1.108 m) y como se puede
ver, la pista pasaba ahora a ser de tierra.
Un tramo de la pista
que me llevaría hasta la Campera de Llués (1.090 m).
Hacia el Oeste iban
quedan las cumbres de la Peña Taranes
(1.681 m) y la Peña Llambría (1.752 m).
Tras casi un par de Km,
me iba a encontrar con la rampa definitiva para alcanzar esta Campera de Llués
(1.090 m), subida en cuanto al desnivel, muy similar a la que me había
encontrado para alcanzar la Collada Taranes (1.108 m).
Desde dicha campera,
vistas de un pico al que también le tengo muchas ganas como es el Pico Vizcares
(1.419 m – drcha).
Cuadra en esta campera.
La Llambría (1.752 m)
desde la Campera de Llués (1.090 m).
La pista iba a iniciar
un descenso muy pronunciado en busca de la Collada de Cuadramoñu (934 m).
Pero la collada era
simplemente un paréntesis en el pronunciado descenso que me llevaría hasta el
lugar recóndito en donde estaba situado el pueblo abandonado de Vallemoru, así
que continué con el descenso y a la espera de que el pueblo, por lo menos,
hiciera acto de presencia.
Así que era cuestión de
esperar a que apareciera, tal como así sucedió tras seguir con el descenso un
buen rato.
Vídeo de dicho momento.
Mi pensamiento durante
descenso, aparte de llegar al pueblo, era la tremenda subida que tendría que
afrontar a la vuelta, así que tenía que ahorrar fuerzas y decidí que cuando
alcanzara la cota máxima del pueblo, comería algo para reponer energías.
Tras un descenso muy
pronunciado, llegaría al puente situado sobre el Río Semeldón (545 m) y que
marcaba el punto donde se iniciaba al ascenso a las ruinas de las casas del
pueblo de Vallemoru.
Entrada a Vallemoru.
El lavadero del pueblo.
Vista desde el pueblo
de la Collada Cuadramoñu (934 m).
Vídeo sacado en esta
subida.
Un par de casas del
pueblo.
Collada Cuadramoñu (934
m – izda) con la Peña Llambría (1.752 m – drcha).
Parte cimera del pueblo
(756 m).
Llegaría entonces a la
última cuadra del pueblo tras 10,19 Km de recorrido desde Taranes y haber
empleado un tiempo de 02h:44:07 en esta primera mitad de la ruta del día.
Comería entonces junto
a esa última cuadra ya que había que reponer fuerzas para la vuelta, así que
tras perder sobre un cuarto de hora para comer algo, empezaría a descender con
bastante tranquilidad, internándome entre algunas de las construcciones que todavía
quedan en pie.
Collada Cuadramoñu (934
m) desde el collado cimero del pueblo.
Imagen de una parte del
pueblo tomada en mi descenso.220
Me llamaría la atención
la capilla del pueblo, así que dejaría unos momentos el descenso para
internarme por una de sus caleyas para acercarme a la misma.
La mejor construcción
que quedaba en pie y que me encontraría en mi incursión por el pueblo.
Iría descendiendo hasta
cruzar el puente que me había encontrado antes de afrontar la subida final al pueblo para una
vez cruzado el río, volver sobre mis pasos y teniendo que afrontar todos los
tramos de gran pendiente que en la ida había tenido que descender.
La subida en la vuelta
la haría sin ninguna complicación y encontrándome muy bien a todos los niveles
y con la anécdota en el último Km del ascenso de que iría entretenido mirando
al suelo mientras caminaba ya que en la ida había perdido la tapa del objetivo
de la cámara, tapa que como se puede suponer no encontraría.
Una vez en la Campera
Llués (1.090 m) ya sería cuestión de recuperar los metros que me separaban de
la Collada Taranes (1.108 m), teniendo que afrontar un ascenso largo pero
cómodo hasta la misma y en donde aprovecharía a sacar una última imagen desde dicho tramo.
Una vez en dicha
collada ya emprendería el descenso por la pista hormigonada hasta el pueblo de
Taranes, observando en mi descenso como se producía la quema de algunos prados
de la zona.
Llegaría finalmente al coche tras
otros 10,56 Km y un tiempo empleado desde Vallemoru de 02h:41:47 para completar
un total de 20,75 Km en 05h:25:54.
En resumen... Ruta a la que la tenía muchas ganas y en la que afrontaría bastantes Km de subida de esas duras que me gustan, recordándome al final del itinerario de la misma,el estilo de rutas que hace años hacía sin problemas.
¡Ruta sin duda para recordar!.
Hola....encontré tu ruta a Vallelmoru...cualquier día llamo al taxista y voy....ye una pasada...pero caminando otra vez me niego!!!!
ResponderEliminarimpresionantes paisajes del concejo de ponga muy visitado por la honorable bedules cazo y sus fiestas el roblon viboli etc etc
ResponderEliminar