Día: 12-05-2019.
Desnivel: + 50m.
Picos subidos: Ninguno.
Longitud: 17,02 Km .
Tiempo: 04h:16:34
Comentario:
Después
del día anterior en que me había acercado hasta Poncebos para
realizar la Ruta del Cares, este día quería hacer algo más próximo a
casa, así que pensando en donde me podía dejar caer, me acordaría
de mis rutas pendientes de patear por la costa y de una en concreto a la que la tenía ganas
desde hacía algún tiempo como era el sector de la costa asturiana
que partía desde la Playa de San Antolín (Llanes) en dirección
Oeste y hasta donde pudiera o me apeteciera llegar en una jornada.
Tras
tomar el café en ruta en el bar de una estación de servicio,
pondría rumbo a la Playa de San Antolín en donde iba a aparcar a
las 11h30 sin problemas dadas las fechas, nada que ver con la
afluencia de gente en los meses de verano, en los cuales es
complicado pillar sitio.
Trío
de imágenes de dicha Playa de S. Antolín.
Una vez en la playa, cogería
la pista de tierra que iba en dirección Oeste y que me iba a llegar a una de
las playas más peculiares de la costa cantábrica, la Playa de Gulpiyuri,
situada tierra adentro y separada de la franja costera unas decenas de metros.
La playa de Gulpiyuri.
La ruta hasta esta playa ya
la conocía, así que me elevaría por encima de la misma para ir caminando cerca
de las caídas hacia el mar de esta parte de la costa asturiana.
Iría avanzando, con algunas
idas y venidas por diferentes pistas y senderos que me iban saliendo al paso y
que me darían la oportunidad de obtener estampas como las que siguen hasta dar con
el islote llamado Castro de las Gaviotas y también con el entorno en donde
estaba situada la Playa de la Huelga.
Playa de la Huelga.
Saldría de la playa anterior
por un tramo que me iba a llevar a cruzar un pequeño puente situado al lado
mismo de un molino de agua, llamado el Molín de la Huelga.
Indagando un poco por la
zona, daría con unas ruinas que desconozco si fueron en su día de alguna cetárea
o bien de alguna explotación minera.
Y así fue como seguiría con
mi itinerario hacia el Oeste, metiéndome en algunas ocasiones por pistas o
senderos que no me iban a llevar a ningún lado, teniendo entonces que dar la
vuelta, pero en todo momento y mirando para mi espalda, los Picos de Europa,
observaban a lo lejos las diferentes vueltas que estaba dando.
Llegaría entonces al pueblo
de Ovio, en donde tendría algún que otro problema de orientación sobre el
camino que tenía que pillar para ir dando la vuelta hacia la Playa de San Antolín.
En todo este tramo hasta el
coche, iría sufriendo bastante debido a los dolores en la zona del maleolo de
la pierna drcha cuando en esos momentos yo pensaba que eran debidos a las botas
nuevas, con lo cual estaba bastante extrañado con que la causa pudiera ser esta
que digo dado que el día anterior en la Ruta del Cares, las botas se habían
comportado bastante bien.
Finalmente llegaría al coche
tras parar varias veces a causa de los dolores y para completar una ruta de 17,02 Km en 04h:16:34 que
tampoco es que se pueda decir que fuera nada del otro mundo, pero aun así había
que hacerla.
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