Día: 09-07-2022.
Lugares: Astorga y Castrillo de los Polvazares (León).
Comentario:
Dedico este post al día
que pasé por tierras leonesas y en el que aprovecharía aparte de realizar la
tirada corredera por la ciudad de León para acercarme a estas dos poblaciones y
conocer de paso el interior del edificio del Palacio de Gaudí situado en la
ciudad de Astorga así que empezamos con el relato de la excursión.
Me levantaría pronto en
este día ya que quería evitar en Léon la horas de máxima temperatura ya que
para este día daban un día radiante de sol y calor por lo que a eso de las
20h30 ya estaba desayunando en “El Ezequiel” mi cafetín de turno junto a varias
tostadas con mermelada (había que meter hidratos para el entreno del día).
Pondría rumbo entonces
ya a León para aparcar el coche en el Parking de la Candamia y ponerme a correr
tranquilamente por el circuito habitual que hago cuando me dejo caer por la
capital de la provincia.
No tenía pensado
realizar una distancia como la que finalmente resultó así que viendo que me
encontraba bien y que durante el recorrido me encontraría varias fuentes para
hidratarme, me saldrían al final los 21,1 Km en un tiempo de 02h:07:48 a una
media de 06:04/Km que creo que estuvo bien para realizar de nuevo otro entreno
de media maratón.
Tras la tirada me iría
a estirar tranquilamente unos minutos al Parque de la Candamia y a poner rumbo
a unas piscinas municipales cercanas, las del Ejido que resultaron estaban
cerradas así que tuve que improvisar sobre la marcha y como mi idea era la de
acercarme a pasar el resto del día a la zona de Astorga, me acercaría hasta el
Polideportivo del Estadio Hispánico para pegarme la correspondiente ducha.
Tras la ducha ya pondría rumbo por autopista hasta la primera visita del día, concretamente al pueblo de Castrillo de los Polvazares que ya conocía e integrante de la lista de los pueblos más bonitos o “con encanto” de España.
Enlace con algo de
información sobre dicho pueblo...
https://es.wikipedia.org/wiki/Castrillo_de_los_Polvazares
Aparcaría el coche entonces
la entrada del pueblo y en donde no me encontraría demasiados coches en el
mismo, empezando a caminar bajo el calor que ya se dejaba notar por la calle
principal del pueblo en busca de las diferentes y el color llamativo de las
casas del lugar.
Primeros paneles y esta
calle principal que acabo de comentar.
Tranquilamente
caminando empezaría a descubrir las primeras viviendas cerradas del pueblo
antes de llegar al primer restaurante de los varios que encontraría en mi paseo
por el núcleo rural.
Daría entonces con este
primer restaurante conocido como “El Mesón del Arriero” y dadas las horas que
eran y que me apetecía comer a pesar del calor el conocido cocido maragato,
decidí entrar en el restaurante para probar dicha comida ya que nunca me había
dado por sentarme a comer en mis anteriores visitas al pueblo.
Fachada del
restaurante.
Interior del mismo y en
el cual ya se encontraba gente comiendo como se puede observar (al final se
acabaría llenando).
El protagonista de la
excursión.
Enlace de lo que es
dicho Cocido Maragato junto a varias imágenes de los platos del mismo y que
consiste en comer el cocido al revés o lo que es lo mismo, la carne primero
para terminar finalmente con una sopa.
https://es.wikipedia.org/wiki/Castrillo_de_los_Polvazares
Tras la comida en la
que se puede decir que estuvo bien “sin más” ya que lo comí mejor hace años en Astorga saldría ya al exterior para continuar
con mi visita por las escasas rectas que conforman el pueblo y para ir descubriendo poco
a poco numerosas casas con el color tan llamativo y característico del pueblo.
Llegando a encrucijada
de calles y en la que me iría por la de la drcha hasta alcanzar al final una
especie de lavadero.
Tras dar con dicho
lavadero iría retornando sobre mis pasos para adentrarme en alguna de las
callejuelas del pueblo (no hay muchas tengo que decir...) y para descubrir en
esta segunda parte del paseo, la biblioteca primero y luego la Parroquia
Católica de Sta María Magdalena.
Pocos metros después de
dicha iglesia daría con la llamativa Plaza Concha Espín.
Seguiría ya con mi
caminar por el empedrado que había hecho por momentos algo dificultoso el
avance con comodidad para salir de nuevo al aparcamiento del pueblo en donde
pillaría ya el coche con el objetivo de acercarme a la ciudad de Astorga y si
me era posible quitar de “la libreta de pendientes” una visita que tenía en
mente en estos últimos años, la del peculiar Palacio de Gaudí pero eso ya será
para el siguiente post así que...
¡Rumbo a Astorga tocaba
seguidamente...!.
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