Fecha:
19-12-2023.
Lugar: Madrid.
Comentario:
Segundo
día de la escapada a Madrid y en ella iba a tener lugar el principal motivo de
nuestra estancia en estos días en el centro del país y no iba a ser otro que
disfrutar del musical del Rey León que tantas buenas críticas ha acaparado
durante estos años y que sigue acaparando.
Había
reservado la estancia con desayuno incluido así que tras levantarnos ya
bajaríamos hacia el comedor a disfrutar del mismo y sirva la imagen para tener
la constancia de dicho momento.
Como el musical en sí estaba programado a las 20h aunque nosotros teníamos que estar al menos una hora antes al tener la butaca de oro y que tenía algunos privilegios respecto al resto de las ubicaciones como era por ejplo el tener una inmejoraba visibilidad y acústica, el poder ver el estar en el escenario y donde se encontraban todo el aparataje y tema de disfraces del espectáculo entre otras cosas. Aparte de todo esto la visita constaba de guía por lo que nos explicaría más detalladamente todo lo que conlleva un musical de tal magnitud y éxito a lo largo del mundo.
Pero
antes de acercarnos por la tarde a la Gran Vía madrileña optamos por pasar la
mayor parte del día en el barrio de Mirasierra, zona del hotel y mientras Marga
iba al centro comercial yo me dedicaría a realizar una tirada corredera que
resultaría disfrutona sobre todo por correr en una zona para nada habitual por
tratarse de Madrid.
Tras
pasar la mañana cada uno por su lado ya nos reuniríamos para irnos a tomar algo
en una cafetería-cervecería conocida como “La Jaima” antes de irnos a descansar
algo a la habitación y poner rumbo a la zona en donde tenía lugar el musical,
el teatro Lope de Vega.
Momento
vermouth…
Tras
este descanso que comento decidiríamos probar con la línea del bus urbano que
nos acercara hasta la Plaza España. Una vez allí ya iríamos en busca del teatro
pasando antes por delante de un edificio conocido para nosotros, el del
Edificio España y sede del Hotel Riu y conocido sobre todo por su espectacular
terraza con amplias vistas en todas direcciones hacia Madrid.
Un
par de imágenes sacadas delante del edificio…
Como
era todavía bastante pronto y para hacer algo de tiempo nos íbamos a ir
caminando poco a poco en sentido ascendente por la Gran Vía para dejar atrás el
teatro y al centenar de metros aprox encontrarnos con la cafetería del “Hotel
Emperador” y donde decidimos tomar algo antes de irnos definitivamente a la
entrada del musical.
Un
par de imágenes en dicha cafetería…
A
falta de unos diez minutos para las 19h ya nos iríamos hacia el teatro donde ya
empezaba a agolparse algo de gente. Tendríamos que esperar unos 15 minutos
antes de que las puertas se abrieran para los teníamos entrada preferente.
Se
iniciaría la entrada acompañados junto a otras 20-30 personas de un guía que
con claras y concisas explicaciones nos fue comentando los pormenores que había
antes y durante la duración en sí del musical.
Nos
parecería dicha visita totalmente imprescindible si se quería visitar el
musical ya que ofrecía y ofrece una visión totalmente diferente del mismo y con
ello se puede llegar a entender bastante bien lo que puede costar
económicamente una función de tal magnitud.
Tras
la explicación ya nos iríamos hasta la zona acotada del bar de la primera
planta en donde nos ofrecerían una consumición, en nuestro caso una copa de
cava que aunque en mi caso no es que me de mucho más la bebida en sí tengo que
reconocer que me prestaría muy mucho, quizás por el momento tan esperado y que
había retrasado durante mucho tiempo hasta este día.
Imagen
del escenario al poco de sentarnos.
La
función duraba unas 02h45 y a la mitad de la misma realizarían una parada a
modo de descanso de unos 20 min de duración en el que de nuevo subiríamos a la
primera planta para tomar algunos canapés ofrecidos por la organización y
gracias tengo que reconocer a haber conseguido las entradas más caras del
espectáculo (al final todo se paga…).
Imagen
de Marga en el momento “canapé”.
Tras
la segunda parte y con una función que considero totalmente recomendable en
cualquier visita que se pueda realizar a Madrid ya iríamos camino del metro
para pasar por delante del Palacio de la Cibeles, monumento que teníamos
pensado visitar al día siguiente.
Tras
un buen rato caminando llegaríamos al metro para tomar el trenecito y llegar al
barrio de Mirasierra y con ello al hotel para descansar así que con este último
comentario finalizo la crónica de este día tan esperado para el menda y para
los dos.
¡A
por el tercer día…!.
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