martes, 24 de mayo de 2016

1ª PARTE…SUBIDA A TRESVISO.



(1ª Parte)… DE URDÓN A LA ENTRADA DE TRESVISO.

Día: 21-05-2016.

Lugar: Urdón, desfiladero de La Hermida (Cantabria).

Longitud total de la ruta: 11,6 Km (5,8 Km de subida).

Tiempo total de la ruta: 04h45 (Ida 02h30 – Vuelta 02h15).                                         
Desnivel: +825 m.

Comentario:
Hacía doce horas que había llegado de la ruta anterior y ya me estaba imaginando a donde podía ir en este sábado que amanecía con pronóstico de tormentas por la tarde, así que como llevamos por el norte una temporada con el tiempo un tanto inestable, no quería meterme una larga pateada y que me pillara la lluvia, por lo que pensando la zona y sobre todo la ruta que realizaría en este día, se me ocurrió ir a realizar la tradicional ruta de subida hasta el pueblo cántabro de Tresviso desde la central de Urdón.

Tengo que reconocer que sobre la decisión final del destino de la ruta del día, me ayudaría mucho en tomar tal decisión, el ir saboreando mientras conducía el coche, el desayuno que me tomaría en Unquera a base de mi cafetín con bayles (¡qué malo estuvo el café de este día!) y con la tradicional corbata de chocolate, acompañada de palmera de chocolate blanco).

Salí bastante tarde de casa, así que tras el trayecto de más de 01h30 hasta Urdón (con parada incluida a desayunar) y cuando me quise dar cuenta, estaba empezando a caminar a eso de las 12h05 en un día que daban tormentas para por la tarde aunque el cielo en esos momentos iniciales de la ruta todavía no parecía estar especialmente con aspecto tormentoso todavía.

La ruta de este día es una de las rutas clásicas de esta parte de la montaña cantábrica y transcurre por el camino que se construyó a mediados del s. XIX para bajar el mineral extraído en las minas de cinc cercanas a esta localidad cántabra de Tresviso, localidad a la que solo se accede por carretera desde Asturias (cualquier día nos la anexionamos a poco que se distraiga Revilla…).

La ruta está perfectamente conservada y en la mayoría de sus tramos son espectaculares las vistas de la subida o mejor dicho de la bajada que se tuvo que realizar en aquellos tiempos del mineral de cinc.

Dadas las horas tan tardías a la que llegué a Urdón (95 m), me encontré con que estaba todo el aparcamiento abarrotado de coches, así que no me quedó más remedio que tirar unos 100 m en dirección a Potes y en donde, por suerte, encontré el único lugar para dejar el coche.

Tras acabar de prepararme ya me encaminé hacia el comienzo de la ruta en la zona donde está ubicada la Central Hidroeléctrica del río Urdón y en la que había un poste que indicaba “Tresviso, tres horas…”.


Panel informativo de la ruta del día.


Mapa del itinerario.


Pillé el sendero que se adentraba en el cañón y a los cinco minutos de caminata ya me iba a encontrar con el puente sobre el río Urdón, afluente del río importante de la zona, el río Deva.

Vista desde este puente del Río Urdón.


La ruta pasaba entonces el otro margen del río para coger un ancho sendero que me iba a llevar a cruzar otros dos puentes, en este caso de piedra.





El cielo presentaba un aspecto un tanto inquietante pero observándolo parecía que todavía había que esperar unas horas a que cayera el aguacero que habían anunciado los medios de comunicación, así que con esas seguí avanzando en busca de las primeras rampas de la subida hasta Tresviso que me iban a recibir nada más cruzar el segundo puente de piedra.


El Río Urdón a su paso por este puente.





Al poco del comienzo de la subida ya iban aparecer las primeras curvas de herradura en el sendero que ahora había pasado a ser el típico sendero pedregoso que se dejaba caminar a paso lento pero firme.


Pero antes de seguir ascendiendo, imagen con el itinerario de subida del día (foto sacada de http://montejuan.blogspot.com.es/2014/04/urdon-tresviso.html).


Después de estas primeras revueltas el sendero iba a llanear algún centenar de metros, pasando entonces por un tramo en el que había algo de arboleda.


Tras este tramo llano iba a afrontar las primeras rampas de la Canal de la Cerrosa y que se dejaban notar claramente en las piernas, debido sobre todo a la pendiente y a las piedras en el itinerario que a cada paso iban aumentando en número.


A paso lento pero seguro y parando cada poco a sacar fotos, fui superando esta canal y con vistas cada poco al estado del cielo.

Por la parte superior de la canal y observando todo este tramo que se había hecho de subida.


Iba entonces a alcanzar una portilla en la que me iba aparecer al fondo uno de los picos “llamativos” de la zona, el Pico Cuetodave (836 m), un pico aparentemente inexpugnable pero que en realidad no ofrece demasiados problemas para ser conquistado y sino que me lo digan a mí.


Enlace con la subida realizada por este menda a dicho Pico Cuetodave (836 m) en Marzo del 2011.

Desde esta zona de la portilla, pude apreciar la subida clara que había realizado a través de las curvas de herradura.


Y una imagen algo más cercana de este Pico Cuetodave (836 m).


Pero las revueltas iban a seguir apareciendo en el itinerario de subida.


A punto de finalizar este tramo de subida y de cambiar el sentido de la marcha.


Desde la curva que me obligaba a cambiar la dirección de la marcha, iba a descubrir el primer tramo de la pista por la que había transitado al inicio de la ruta y que quedaba varios centenares de metros por debajo de donde estaba situado el menda.


A los pocos minutos ya iba a salir a terreno más abierto y viendo por delante toda la ladera trazada con el itinerario de la subida, 
¡Impresiona, aunque se conozca, ver la trazada de la pista minera cada vez que se sube a Tresviso y no digo desde la parte superior…!.


Vista hacia atrás y la zona del Cuetodave (836 m) alejándose.


Fui poco a poco subiendo a mi ritmo y parándome cada poco a sacar fotos y aun así la pista me iba llevando a ganar metros rápidamente y a observar todo el itinerario que momentos antes había realizado y antes de llegar a la zona conocida como “El Balcón de Pilatos”.


Las vistas hacia el cielo no me albergaban muchas esperanzas de que el tiempo fuera aguantar, así que “con esas” seguía ascendiendo hasta dicha zona del balcón.


Llegaría entonces a esta zona y aquí era inevitable tirar la típica foto de toda esta parte de la subida.


Imagen similar a la de antes con la subida y el Cuetodave (836) detrás.


El tramo de subida más fuerte iba a finalizar, encontrándome entonces con un tramo prácticamente llano que me llevaba en dirección a la fuente y los invernales de Pridas, invernales en ruinas y situados ya muy cerca de Tresviso.


Pero después de este corto tramo llano todavía me quedaba la última subida del día por la pequeña ladera de vegetación que veía enfrente.


Construcción en los Invernales de Pridas.


Tras subir por la cuesta anterior, la pendiente ya disminuía para aproximarme suavemente a la zona vallada de la mesa de madera y al lado, el panel indicativo de la ruta que acababa de realizar.





Ahora tocaba poner rumbo a Tresviso para refrigerarme algo y con las vistas que seguían puestas hacia el cielo, pero esto mejor para la segunda parte….



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