CASCADA DE XIBLO.

Día: 22-05-2016.

Lugar: Páramo (Teverga).

Longitud: 08,74 km (ida+vuelta).

Tiempo: 02h13:20 (ida+vuelta).

Desnivel: +150m.

Comentario:

Después de todo el día anterior por la zona del Desfiladero de La Hermida, no tenía muchas ganas de madrugar para pillar el coche y pegarme de nuevo otra kilometrada para ir de monte, así que con ciertas dudas sobre si salir o no en este día y tras levantarme a las 10h y viendo el cielo azul que estaba haciendo, decidí al final salir de casa y acercarme a la zona del Pto de Ventana con la intención de realizar la corta subida al Ferreirúa (1.983 m) o en su lugar y si el tiempo lo veía mal, irme a conocer una ruta en plan de paseo como la de la Cascada de Xiblo.

Una hora de trayecto hasta el pueblo de Páramo y ya estaba aparcando a eso de las 12h al lado mismo del bar en el que suelo acercarme a tomar algo cuando estoy por esta zona, el Hotel-Restaurante “Casa Manolo”.

Me posé del coche con la intención de tomarme mi cafetín y vaya olor a fabada que me iba a venir de repente y que de por sí solo ya alimentaba a cualquiera que pudiera estar por la zona.

Acercándome al bar, resulta que vi que el menú para este día consistía en fabada, pote de berzas y alguna otra cosa, como primeros platos y de segundos, escalopines de venado, rollo de ternera y lenguado relleno, con postre, pan y bebida…15 euros.

Tras ver el panel del menú, me hice mentalmente mi posible menú para este día y entré en el bar a por mi cafetín y mientras lo estaba tomando, estuve pensando una y otra vez, mientras miraba a la vez rutas cortas en el móvil, si me daría tiempo hacer una rutilla un par de horas y luego bajar a comer al bar.

Al final le pregunté al paisano del bar sobre el tiempo que me llevaría ir a conocer la ruta de la cascada ya que la otra ruta, la de la subida al pico de casi 2.000, quedaría entonces descartada para este día en el caso de querer comer de menú en el bar.

Me dijo que esa ruta eran unas tres horas caminando tranquilamente y que si quería comer en el bar, por su parte no había problema para darme de comer aunque llegue a las 16h o 17h.

Dada su respuesta y sabiendo que la ruta no era muy larga, le reservé mesa para este menda y tras tomar el café me fui con el coche unos 3 km en dirección al Pto de Ventana para aparcar en el lugar donde tenía lugar el inicio de la ruta.

Panel en el inicio de la ruta.

La ruta en sí tenía poca historia que contar ya que se trataba de caminar algo más de 01 por una pista que se internaba en un hayedo en dirección a la Cascada de Xiblo mientras se iba disfrutando de la tranquilidad, sonidos y diversas formas de la arboleda que formaban dicho bosque.

Inicio de la ruta.

Nada más comenzar la ruta y al Norte ya se veía la Sierra de Sobia, macizo rocoso de más de 08 km y que separa los concejos de Teverga y Quirós.

Vistazo hacia atrás en el comienzo de la ruta y en el que el verde adquiría un color todavía más intenso dado el día soleado que todavía estaba haciendo.

Creo que esta es la primera ruta en la que veía un sendero accesible para silla de ruedas y de una longitud aproximada de algo más de 300 m.

Ya iban apareciendo algunas formas curiosas de la arboleda situadas al lado mismo de la pasarela y de la pista.

Por momentos aparecían en algunos tramos, algunos paneles de pequeño tamaño señalando los nombres de las diferentes especies vegetales que se iban viendo a lo largo del camino, así que como se suele decir, la ruta era a la vez también didáctica.

Y así fui apurando algo la marcha mientras disfrutaba y paraba cada poco a sacar diferentes imágenes en el camino ya que la fabada me esperaba en un par de horas.

Algunas instantáneas en la ida.

Tras casi una hora llegaría al final de la pista y en donde había un panel indicando la dirección a seguir hacia la Cascada de Xiblo.

A partir de este momento ya me internaría de lleno por el interior del bosque a través de un sendero que me llevaría en un principio a descender hasta el mismo nivel del riachuelo que formaba en su curso el agua que se iba precipitando desde la cascada principal situada unas decenas de metros por encima de este lugar.

Unos metros antes de cruzar el puente, primeras imágenes del curso del agua y en las que practiqué modificando la velocidad de obturación para sacar el movimiento del agua con diferente “aspecto” (no serían las únicas ya que la ruta de este día era propicio para jugar un poco con la cámara).

Desde el puente, imagen del río siguiendo su curso.

Pero en esta zona todavía no quedaba la cascada principal por lo que a través de un sendero con algún desvío a la izd indicado por mediación de un poste, seguí ascendiendo por una ruta en la que fui acompañado en todo momento por el curso descendente del agua formando diferentes saltos de agua.

Varias imágenes del curso del riachuelo.

El sendero por momentos, se alejaba alguna decena de metros del riachuelo y se internaba en el frondoso bosque que por momentos dejaba ver alguna que otra forma curiosa de los troncos.

Pero rápidamente el itinerario volvía acercarse al agua mientras en el sendero había colocadas algunas protecciones para minimizar el riesgo de caídas.

El agua que en ocasiones era difícil distinguir entre la vegetación.

Y a veces la arboleda se abría y dejaba ver la ladera tapizada de arboleda y el estado del cielo que parecía que de momento no empeoraba.

Aunque la cascada principal no se veía, el ruido de la caída del agua ya anunciaba que estaba muy próxima y un par de cascadas menores de algo menos de diez metros ya me iban de servir de antesala a la cascada principal.

Y por fin iba a llegar a la cascada principal de lo que se viene en llamar en su totalidad la Cascada de Xiblo, que en realidad son una serie de saltos de agua que tendrán unos desnivel total de unos 100 m, siendo la altura de los saltos de esta cascada principal de unos 30 m.

Tras realizar las oportunas fotos no me entretuve más ya que no quería hacer que se enfriara el plato de fabada en la mesa, por lo que con cierta celeridad fui regresando en dirección a la pista, la cual me encontraría tras cruzar de nuevo el primer puente con el que me había encontrado tras dejar la misma en la ida.

Ahora había que caminar en sentido inverso al de la primera mitad de la ruta, así que sin detenerme mucho, todavía me iba a dar tiempo a sacar algunas fotos durante mi tránsito de vuelta por dicha pista.

Tras poco más de tres km ya me iba a encontrar en el aparcamiento y en donde aproveché para sacar alguna imagen de los paneles didácticos que se encuentran en dicho lugar.

En esos momentos estaba lloviendo y estaba viendo que había tenido suerte de no haber escogido la ascensión al Ferreirúa (1.983 m) ya que en esos momentos se encontraba debajo mismo de un fuerte aguacero.

Acto seguido ya me encaminaría con el coche hasta el Bar-Restaurante “Casa Manolo” y en donde daría cuenta del menú que había visto hacía algo más de dos horas.

Exterior e interior del local.

El menú por 15 euros (invitaron al café con bayles) y consistente en Fabada, Rollo de Ternera y Borrachinos de postre, que hay que decir que estaba todo muy bueno, así que segurísimo que repetiré comida en dicho lugar.

En cuanto a la ruta, ruta guapa, facilísima y muy vistosa para grandes y pequeñinos, en la que se descubre la que quizás sea la cascada más famosa del concejo de Teverga.

Tras la comida y para bajar la misma, me daría por irme a dar una vuelta por los tres pueblos que conforman el Valle del Privilegio, pero eso ya es para el siguiente post.