Día: 15-05-2016.
Lugar: El Molinón.
Resultado: Sporting 2 – Villarreal 0.
Comentario:
Último partido de Liga en El Molinón y partido en el
que se jugaba la permanencia el Sporting junto con el partido del Getafe en
Sevilla contra el Betis.
Se esperaba que nuestros hermanos béticos nos
echaran una mano ganando o en todo caso empatando con el Getafe, mientras
nosotros, el Sporting, intentábamos ganar al Villarreal, equipo dirigido por un
asturiano, Marcelino, ex jugador y ex entrenador del Sporting y equipo que no
se jugaba absolutamente nada.
Tremendo ambientazo en el estadio para recibir a los
autocares de los dos equipos y ambientazo como era lógico en las gradas.
En cuanto al partido poco que contar ya que
transcurrió prácticamente con bastante tranquilidad para los rojiblancos ya que
al poco de iniciarse el encuentro marcaría de volea Jony y los nervios de la
grada era más por el resultado incierto de Sevilla más que por otra cosa.
En la segunda parte, marcaría los dos goles el
Betis, con el consiguiente estallido en las gradas y marcaría también el
segundo gol el Sporting por mediación de un jugador clave este año, a pesar que
estuvo varios meses lesionado, Sergio Álvarez.
En cuanto a la actitud del Villarreal, poco que
contar, ya que prácticamente ni intentarían acercarse a la portería de Cuellar.
Al final del partido y tras acabar en Sevilla el
otro encuentro, invasión del campo para celebrar la permanencia y este menda, al final bajaría al césped a
hacerse alguna foto con una de las porterías y alguna foto también del estadio
desde otra perspectiva diferente a la que uno está acostumbrado.
La nota negativa es que todos los vídeos y fotos que
había tomado en este día se me irían al traste en el móvil.
Pero al llevar cámara de fotos de bolsillo de la sobrina, pude obtener algunas fotos que
me llegarían sanas y salvas a casa, así que…
Yendo para el estadio.
Calentamiento.
A punto de comenzar el partido.
Invasión del campo.
Al final era inevitable que bajara al césped.
Vídeo de la salida al campo de los jugadores.
Vídeo celebración segundo gol del Sporting (Sergio Álvarez).
El relato del partido en algún medio de comunicación.
EL SORTING
SUPERA CON COMODIDAD A UN VILLARREAL SIN TENSIÓN Y SE QUEDA EN PRIMERA
Todos felices en El Molinón
El Sporting seguirá en la Liga BBVA tras
derrotar por 2-0 a un Villarreal que opuso muy poca resistencia. Los golazos de
Jony y Sergio Álvarez, uno en cada parte, encarrilaron un encuentro que nunca
peligró para los locales. La derrota del Getafe en el Benito Villamarín hizo el
resto.
Irreprochable
la actitud del Sporting, que salió a por el partido desde el primer minuto y
cumplió con su trabajo. Desde luego, el equipo asturiano no tiene la culpa de
que enfrente se encontrara a un equipo sin alma, al que parecía darle igual
perder por uno o por cinco.
Cierto
es que tras el tempranero gol de Jony, Baptistao perdonó el empate al enviar un
balón al palo un minuto después, pero la ocasión llegó tras un falló terrible
de la defensa local. Sin embargo, cualquiera que haya visto al Villarreal este
año sabe que el de ayer era otro equipo. Se puede perder, pero al menos hay que
poner en el campo un poquito de ambición y vergüenza torera. Después de la
oportunidad desperdiciada por Baptistao, sólo una incursión de Nahuel puso en
apuros a la defensa del Sporting, que vivió uno de los partidos más plácidos de
toda la temporada.
La
segunda mitad siguió con el mismo guión. El Sporting, a lo suyo. Tratando de
marcar el segundo gol que le diera la tranquilidad, sobre todo cuando ya sabía
por la grada que el Getafe perdía ante el Betis. Los de Abelardo trataban de
hacer daño con las incursiones de Jony, el buen hacer de Guerrero y la
peligrosidad de Sanabria. La entrada de Halilovic les dio todavía más fútbol.
El 2-0, tras un zapatazo de Sergio Álvarez desde fuera del área, fue la
explosión definitiva de júbilo. Sólo tuvieron que dejar pasar los minutos, ya
que ni siquiera la entrada de Bakambu sirvió de revulsivo para los visitantes.
Los locales ganaron por méritos propios, pero no se puede obviar la imagen
lamentable que dio un equipo que se ha clasificado para la Champions como el
Villarreal, aunque no se jugara nada. Al final, la felicidad fue completa para
todos, incluido Marcelino.
Vídeo permanencia...
Celebración de los
goles del Betis por la afición del Sporting.
Otra versión del
partido…
El Sporting de Gijón se queda en Primera División.
Es un
nuevo triunfo de la voluntad. No había en la élite del fútbol español un equipo
con peores opciones a principio de temporada.
Su presupuesto es precario, la
deuda inasumible y ya era un milagro que
estuviesen allí, pues el pasado año ascendieron con una plantilla insuficiente
y una serie de resultados 'in extremis'.
Su mejor carta, la que les dio la
permanencia, fue la que llevan jugando toda la temporada: el orden y la
voluntad.
El drama visita a Madrid, pues Rayo y Getafe están descendidos.
En el partido de Gijón no hubo color.
Jugaba el Sporting
contra el Villarreal y, más
allá de sospechas y especulaciones, en El Molinón había un equipo con ansia por
hacerlo bien y otro que no tenía mucho más que hacer en este campeonato, sus
objetivos del año estaban más que satisfechos.
Los amarillos tuvieron dos o
tres ocasiones en todo el partido, alguna opción deshilachada, pero el
encuentro estuvo dominado por el Sporting,
un equipo bien organizado y que ha mostrado durante toda esta Liga una inmensa
capacidad de sufrimiento.
El que resiste sobrevive,
podía ser el lema. Y esa fue la solución. Los goles fueron trastabillados,
producto del empuje más que del fútbol. No anda de eso sobrado el
Sporting.
Los aficionados del Rayo y del
Getafe nunca llegarán a perdonar al Villarreal por esto.
El técnico de los amarillos, que
han quedado cuartos en Liga, es Marcelino, criado en las escuelas de fútbol del Mareo y
reconocido sportinguista.
Esta semana ha comentado que, si por él fuese, sería
su equipo el que se quedase en la categoría de honor.
Su alineación no fue la
de gala, no estuvieron sus delanteros titulares, Bakambú o Soldado, tampoco ninguno de los dos porteros que han ido
alternando en la meta. Fue su decisión y nunca será entendida por los rivales
del Sporting, aunque él la afirma lógica.
Llega su equipo de un palo muy duro,
perder contra el Liverpool, y ya no está la cabeza para pensar en esta
temporada. "Estará contento", decía Esnaider, técnico del Getafe, sobre su colega en los
castelloneses.
La alegría en Gijón solo fue posible gracias al Getafe, incapaz de ganar en Sevilla al Betis.
La alegría en Gijón solo fue posible gracias al Getafe, incapaz de ganar en Sevilla al Betis.
De nuevo,
especulaciones. En este caso, las que decían que los sevillanos son muy amigos de los asturianos y
que en un lado y otro se debían favores morales.
Eso, y que siempre es más
complicado jugar fuera. Un equipo como el Betis no puede dejarse ir
delante de su afición, y no lo hizo.
Al Getafe, desde hace años, le ha faltado algo de sangre. Iban salvándose gracias a
que siempre había tres equipos peores, a tener plantillas un poco mejores que
las que descendían. Pero el alma hace tiempo que se fue.
Eso se vio también en el Villamarín,
durante la primera mitad no parecían jugarse nada cuando, en realidad, estaban
jugándoselo absolutamente todo. En la segunda, cuando se entonaron un poco más,
se encontraron con dos goles como puñales del
Betis y una actuación imposible del árbitro, Gil Manzano. No es el culpable del descenso azulón,
aunque no hubiese estado mal que se esmerase en un partido tan importante. Los
jugadores del Getafe no le olvidarán fácilmente.
12 años en Primera
Llevaban los azulones 12 años en Primera División.
Desde que subieron habían
conseguido mantenerse siempre, este es su primer descenso.
El equipo no es el
más querido por las aficiones rivales, que lo acusan de falta de
tradición, de un campo habitualmente vacío y una gestión extraña. No tiene el
apoyo que consiguió en aquellos primeros años en los que se metió en la UEFAy era un humilde algo quijotesco. Mantenerse año
tras año ha sido un mérito incalculable, y más aún en estos últimos tiempos,
cuando el dinero se secó y empezaron los problemas económicos con traspasos por
necesidad y recortes en todas las posiciones.
De hecho, ha sido muy sorprendente que
llegasen a esta última jornada dependiendo de sí mismos.
Solo la llegada de Esnaider y una concatenación de victorias complicadas
les había dado vida, incluso la delantera en una carrera que han terminado por
perder. El Getafe se encontró en el final de Liga con la mejor puntuación de
los tres, pero también con la peor pareja de baile.
El Betis no olvidaba los
gritos de "a Segunda, a Segunda" que
les dedicó en su día elColiseo Alfonso Pérez. Es más, los
aficionados no tardaron mucho en reproducir el cántico, tan doloroso, un poco
pueril, para recordárselo a sus rivales. El Sporting siempre estará agradecido
al Betis, que ya fue importante en su ascenso del pasado año. Tiene el club
sevillano algo de hermano mayor del Sporting, de ángel de la guarda que aparece
siempre en los momentos en que todo está en juego.
La propuesta del Rayo
El Rayo, que era el
tercero en discordia, tuvo tiempo para soñar.
Fue el que más rápido resolvió su
partido, marcó dos goles cuando aún no había llegado el descanso, y esperaba
con ansia que el Villarreal diese muestras de vida e hiciese un empate que
les mantuviese en Primera División.
Las cuentas en Vallecas nunca
llegaron a salir, pero eso mismo pasaba durante toda la semana.
Su error fue en Anoeta, cuando un empate les hubiese puesto como
favoritos de cara a la última etapa.
El Rayo es otro equipo que llevaba años en
la élite, siempre por encima de sus posibilidades, con un estilo bien definido
que, finalmente, les ha terminado empujando a Segunda División.
Han sido años
de gloria para un equipo humilde que, a diferencia de otros, siempre ha hecho
plantillas con presupuestos ajustados.
El equipo vallecano ha tenido muchas
oportunidades de mantenerse, pero poco a poco las ha ido desperdiciando.
Cuando han querido darse cuenta de que se necesitaba una reacción contundente,
ya era tarde.
Paco Jémez, que ahora medita quedarse con el equipo en Segunda,
lo ha dotado de un estilo inconfundible.
Gracias a
él consiguió los mayores elogios, fue encumbrado por su valentía y su fútbol
alegre. También de esa filosofía surgieron sus detractores, los que
lo esperaban a la vuelta de la esquina después de sus sucesivos
descalabros contra los grandes, los que ahora se frotan las manos con
el descenso para desacreditar una propuesta entera. Ese día ha llegado, el
Rayo Vallecano ha bajado después de cinco temporadas codeándose con la élite y
forjando una propuesta con carácter propio.
Este es el fin de un ciclo, el más glorioso de la institución. Por el camino
han conseguido ser octavos, el mejor puesto tenido nunca, y varias temporadas
entre los mejores.
El Rayo sabe que su problema
estuvo en las semanas previas, en esos pequeños errores. Tampoco el ambiente de
los últimos días ha sido el mejor, solo hay que ver cómo en los últimos días se
ha especulado con la salida de Paco, negada por él mismo, o se han tenido que
gestionar las acusaciones de Tebas, en las que decía que los jugadores se habían pegado en el descanso
contra la Real Sociedad porque se habían dejado perder. Un mal caldo de cultivo para terminar la temporada.
De los tres equipos, el Rayo es el que mejor se ha gestionado recientemente y, por lo tanto, el que menos debería sufrir con este descenso.
De los tres equipos, el Rayo es el que mejor se ha gestionado recientemente y, por lo tanto, el que menos debería sufrir con este descenso.
Quedarse en Primera esta temporada era algo muy similar a asegurar un
futuro, algo que era una necesidad casi absoluta para el
Sporting y el Getafe.
Por ejemplo, el salvado equipo asturiano necesitó fichar
a mitad de temporada después de una lesión grave de Bernardo.
La Liga impuso un
control férreo a la operación, ya no les había dejado contratar en verano, y
les obligó a fichar a alguien que fuese defensa y no costase dinero.
El elegido
fue Vranjes, importante para la salvación, desconocido
antes de llegar. Ese era el nivel de precariedad.
Algo parecido ocurre en
Getafe, donde solo las ventas a China de los últimos tiempos han conseguido
aliviar una economía siempre tormentosa. En Segunda será más difícil.
El Sporting, un equipo hecho de retazos,
de canteranos y cesiones como Sanabria y Halilovic.
No podía hacerse de otra manera porque los
límites marcados por la Liga eran estrechísimos.
No podían fichar, casi no
podían contratar agentes libres con dinero porque no lo tenían.
Hay un nombre
que sobresale entre todos los gijoneses: Abelardo.
El técnico
ha sido quien ha amalgamado todo, el que ha logrado que nunca dejasen de remar
todos en la misma dirección aunque fuesen muy mal dadas. Antes del ascenso, los
jugadores y el técnico llevaban cinco y seis meses sin cobrar, una situación
extrema a la que, increíblemente, se consiguieron sobreponer.
El equipo juega
poco pero sueña mucho, y en ocasiones la voluntad puede al fútbol y a los
pronósticos. Un equipo duro, fuerte... y de Primera División.
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