Día:
02-05-2016.
Lugar:
Peñerudes (Morcín).
Desnivel:
+800 m.
Longitud:
10,43 km
Tiempo
total: 04h:37 (2h:15 ascenso y 2h:22 descenso).
Comentario:
Lunes
festivo en Asturias y dado el pronóstico de tiempo soleado que daban por la
región era de obligado cumplimiento ir a realizar una visita al mundo de la
montaña y así cargar pilas de cara a esta semana venidera.
No
tenía muchas ganas de hacerme una kilometrada con el coche ya que desde el
Viernes había tenido todos los días ocupados y había encima, pillado el coche,
así que tras levantarme tarde para salir de monte (09h) y tras pensar alguna
ruta que no conociera en las proximidades de Oviedo, se me ocurrió una que ya
tenía en mente desde hacía muchísimo tiempo, la subida a La Mostayal (1.313 m ) desde la zona de
Peñerudes, en el concejo de Morcín, ya que el itinerario clásico ya lo había
realizado varias veces en estos últimos años.
La
zona ya la conocía de sobra por mis andanzas ciclistas de hace 25 años aunque
sí que es verdad que cuando uno tarda en volver a cualquier sitio siempre se
descubren nuevos detalles de la zona que en un momento dado habían pasado
desapercibidos o porque en su momento todavía no estaban en pie.
Lo
que no iba a descubrir precisamente eran las extraordinarias vistas de las montañas
reflejadas en el azul del Embalse de los Alfilorios, embalse cuya finalidad es
la de abastecer de agua potable a las poblaciones de la zona central de
Asturias y especialmente a Oviedo y con una altura en su presa de
Un
dato que me llamó la atención buscando algo de información sobre dicho embalse
es que se finalizó el mismo en el año 1983 pero no fue inaugurado hasta 1990
(esto es España…).
El
Monsacro reflejado en las aguas del embalse.
Con
algo de zoom, el pico objetivo del día.
Aparcaría
a las 10h35, donde una pista de futbito que habían construido en el pueblo desde
mi última visita, empezando entonces a caminar a las 10h45 y encontrándome a los
pocos metros con el Monumento al Montañero, del año 1998 (no me acordaba de su
existencia).
A
sus pies una placa con un texto que dice…”Sueño con las montañas inaccesibles,
los mares lejanos donde el sol se duerme…” frase del alpinista frances Henry
Russel del siglo XIX que fue conocido como “el águila del Pirineo”, siendo la
obra del escultor ovetense Antonio Diego Granado.
Desde
el inicio ya podía observar toda la loma vegetal por la que tendría que ir
ascendiendo, acompañado en esos primeros metros por algunas de las casas del
pueblo.
Alguna
construcción.
La
cola del embalse entre el manto verde.
Primera
rampa, todavía por asfalto, a la que me tendría que enfrentar en la zona
conocida como La Boza.
Dejando
atrás el Pueblo de Peñerudes, que más que pueblo, su termino define a una
parroquia del concejo de Morcín, siendo su población de 212 habitantes en el
2008.
Otra
parte de la parroquia con el Torreón de Peñerudes a la drcha de la imagen.
Dicho
torreón está considerado como Monumento Histórico y su origen se remonta a la
Alta Edad Media y más concretamente al siglo
XII.
Empecé
a remontar el tramo asfaltado que en fuerte pendiente me iba a llevar a ir
ganando metros con rapidez, finalizando dicho tramo después de unos centenares
de metros y encontrándome con una pista en la que enseguida me encontraría con
una verja metálica y un cruce y en el que este menda continuaría de frente.
Mientras
iba caminando iba disfrutando del día, de las vistas y de la ruta y como este
servidor tiene pasado ciclista, siempre que veo una curva de herradura trazada
en una pista, es que no puedo contenerme, y ¡Zasssss!…
Foto de la misma..
La
pista daba un giro gracias a la curva anterior y ahora iba viendo de frente y a
mi izda, claramente, la zona del Torreón de Peñerudes.
Iba
a llegar a una alambrada y en la que tras pasar la misma ya me tendría que
desviar a mi drcha para tomar un sendero que rápidamente me llevaría
aproximarme a esta zona rocosa del inicio de la verdadera subida al pico del
día.
La
alambrada y el sendero que tendría que pillar.
Vistas
hacia atrás de lo que dejaba.
Bordeando
las caídas del pico.
Un
tramo empedrado del sendero, el cual y por momentos estaba bastante resbaladizo
a causa de la humedad y de lo pulido que estaban algunas piedras del mismo.
El
sendero ya se iba a ir contra la montaña, sendero que estaba bastante claro a
pesar que a veces salían del mismo diferentes ramificaciones que podían dar
lugar a equívocos, pero sabiendo la dirección a la que tenía que ir, no me ofrecía
ningún tipo de problemas.
Un
par de tramos por los que transcurría el itinerario del día.
El
sendero entonces me iba a sacar a la zona de Vega Cortina, vega con algunas
cabañas y con vistas defrente a la cumbre de la Mostayal y de una pequeña
horcada (a la izda) a la que tendría que dirigirme tras el paso por esta vega.
Trío
de fotos con las cabañas.
Fui
subiendo y ganando metros con cierta comodidad dado el tipo de terreno por el
que me estaba moviendo en este día.
Llegaría
a un punto en el que ya tendría que torcer a mi izda para poner rumbo al paso
que había visto desde la zona de la vega.
Tras
alcanzar dicha horcada, descendería unos metros para alcanzar otra vega y en
donde había construcciones de piedra muy derruidas.
Aquí
ya era cuestión de poner rumbo directo a la propia cumbre.
Guapas
vistas hacia atrás de toda la zona del embalse, de la térmica de Soto de
Ribera, de la ciudad de Oviedo y al fondo Gijón con el mar.
Ya
me quedaba poco…
Hacia
atrás, marcado en el terreno el itinerario que había realizado para llegar a
las proximidades de la cima.
Y
tras 02h15 (incluida algo más de media hora de paradas para el tema de las
fotos) ya llegaba a la cumbre, donde había algo de gente.
La
cruz de la cumbre de la
Mostayal (1.313
m ) con el buzón y detrás toda la Sierra del Aramo, con
cumbres de hasta 1.700 m .
No
estuve prácticamente nada en la cumbre.
Lo justo para sacar alguna que otra
foto y rápidamente ya puse rumbo en dirección contraria a la de la subida para
hacer la ruta que tenía pensada, una ruta circular con vuelta por pista y luego
por tramo asfaltado.
Descendiendo
de la cima y a punto de alcanzar el paso que me llevaría a una zona de pradería
mucho más cómoda para caminar que por donde estaba caminando en esos momentos.
Hacia
atrás, vistazo de la cumbre.
Tras
el paso, la ruta se presentaba muy liviana, así que tocaba iniciar un descenso
que iba parecer más bien un paseo.
Iba
a llegar a las proximidades de la
Majada de Brañacé para acto seguido seguir perdiendo metros a
la zona de la Vega Les
Bobies, lugar donde hay un pequeño aparcamiento para cuando se quiere hacer la
subida clásica a este pico de La
Mostayal.
Muy
cerca ya de la Majada
de Brañacé y alguna de sus cabañas y viendo en el descenso el Collado de Pan de
La Forca ,
collado al que se suele llegar cuando se realice la subida habitual al pico.
Viendo
ya La Vega Les
Bobies y el pequeño aparcamiento que he mencionado anteriormente.
Hacia
atrás, vista de por donde había iniciado este tramo cómodo de descenso.
El
Monsacro.
Vista
de la zona de cumbres del Mosquil (1.288 m ), del Pico Altares (1.375 m ) y del Pico
Carralina (1.448 m )
con la propia Vega Les Bobies a sus pies.
Alcancé
la pista tras 40 minutos de mi marcha de la cumbre de La Mostayal , así que
empezaría a descender por este tramo y con vistas ya al Monsacro.
Un
par de imágenes en mi descenso.
Iba
bordeando por la cara Este el pico que había subido y en busca de la zona donde
había dejado el coche.
La
pista iba acabar para encontrarme entonces con una carreterina que me iba a
sacar a la carretera que bordea el embalse.
Mientras
descendía, la cara Este del pico asomaba entre el manto verde que habitualmente
cubre Asturias.
Muy
cerca ya de la carretera que bordea el embalse y con vistas a la cola del
mismo.
Una
vez que alcancé esta última carretera ya fui caminando tranquilamente mientras
disfrutaba del día y del paisaje verde.
Varias
imágenes en mi último tramo por asfalto hasta el coche.
Llegaría
al coche después de 04h:37 de haber dejado en la mañana el coche y tras
realizar una ruta que me pareció más bien un paseo de montaña que una ruta en
sí, pero estuvo bien conocer otra subida a esta montaña y por otra vertiente
totalmente opuesta a la clásica de esta cumbre.
Acto
seguido y como era muy pronto me dirigí a una parrilla de las proximidades a
tomarme una cerveza y como no eran todavía ni las 16h, al ver libre una mesa en
el establecimiento, decidí sentarme a comer unas costillas y un criollo, aunque
tengo que reconocer que no me darían mucho más, pero por lo menos mataría un
poco el hambre que tenía después de la ruta.
Ahora,
a ver la siguiente y a ver si seguimos con la racha de conocer nuevas rutas que
tengo este año.
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