Fecha: 25-07-2017.
Comentario:
Empezaba el periodo
vacacional de tres semanas y aparte del viaje que había realizado en el mes de
Junio a tierras aragonesas, en este año había/mos decidido tirar unos días para
tierras leonesas, en concreto a la zona de Valdeón para que Adela conociera
dicha zona así como el inicio del tramo más espectacular de la Ruta del Cares, más lo que fuera cayendo sobre la marcha.
En mi caso siempre
había tenido bastante “mono” de pasar unos días por aquellas latitudes, así que
se puede decir que por fin en este año sería cuando podría al final cumplir “en
parte” con mi deseos de pernocta en dicha zona.
Tras estar toda la
mañana por casa, a eso de las 15h45 ponía rumbo hacia la estación de Renfe ya
que el ALVIA tenía previsto llegar a Oviedo a eso de las 16h30 aprox.
Como suele pasar de vez
en cuando, el tren procedente de Castellón iba a sufrir un importante retraso
ya que en la zona de Pajares-Campomanes otro tren iba a sufrir una avería por
lo que la puntualidad en este día sería más “un sueño” que una realidad y
finalmente el tren procedente de tierras levantinas iba a llegar a la ciudad
muy cerca de las 18h.
Como a veces no hay mal
que por bien no venga, el retraso sufrido hizo que le tuvieran que devolver el
importe íntegro del billete de ida, así que en parte se puede decir que
paliaría un poco el retraso que sufriría en este día el tren de pasajeros.
Tras el reencuentro nos
fuimos hasta casa de la matriarca para hacerle una breve visita y acto seguido
ya pusimos rumbo a la zon a montañosa de León para pasar un par de noches por
la misma.
El viaje sería sin
incidencias de ningún tipo, aunque sí que es verdad que también fue bastante pesado
en el tema de la conducción por toda la zona espectacular del Desfiladero de
los Beyos.
Cerca de las 21h30
llegaríamos al municipio de Posada Valdeón (477 hab en el 2015) y más
concretamente a uno de sus pueblos, el de Soto de Valdeón, pueblo donde
habíamos reservado cama para esos días en un hotel rural llamado “La Casa Vieja”.
Trío de enlaces, uno
del municipio, otro del pueblo y finalmente otro del hotel contratado para las
dos noches siguientes…
El frente de la casa.
La habitación que nos
darían (una imagen valen más que mil palabras).
El vídeo de la habitación.
Tras hacer el cheking
en la casa ya nos iríamos directamente hacia el comedor para cenar algo a
través de un menú que consistía en algo de embutido, ensalada y trucha, menú
que a mí personalmente me prestó, más por el hambre que tenía que por el propio
menú ya que el menú era bastante liviano para tratarse de dicho entorno y para
todo lo que había leído por internet (sigo sin entender muchas de las opiniones
que se ofrecen en páginas como booking y en ocasiones me empiezan a infundir
bastantes sospechas sobre las que las realizan).
Imagen de Adela en la
cena.
Finalmente un par de
imágenes de los exteriores de la casa con las cumbres del Macizo Occidental de
los Picos de Europa emergiendo por encima de ellas (sacadas los días
siguientes).
Acto seguido ya nos
iríamos a descansar, aunque lo de descansar en dichas camas iba a ser más una
quimera que una realidad en este par de días.
Al día siguiente iba a
tocar un día de visitas muy especial para alguien, Caín y la Ruta del Cares…
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