miércoles, 16 de agosto de 2017

ESCAPADA A VALDEÓN Y LA LIÉBANA… 4º DÍA (VUELTA A CASA).



Fecha: 28-07-2017.


Comentario:
Llegaba el último día de nuestra escapada a la zona de Valdeón – Liébana y con el inicio del mismo nos íbamos a encaminar ya con el coche hacia mis tierras asturianas, pero antes de alcanzar la frontera y tras dejar la posada en la que habíamos estado alojados la noche anterior, me iba a dirigir con el coche hacia el que quizás pueda ser el pueblo mejor conservado de todo el valle, el pueblo de Mogrovejo, pueblo por el que dimos una pequeña vuelta y tomaríamos algo en la terraza en la que suelo parar cuando me dejo caer por este pueblo.

Tras la visita, tocaba otra visita y con ésta se suponía que íbamos a tener una buena aglomeración de gente durante todo el tiempo que durara la misma y dicha visita no iba a ser otra que nuestra “particular peregrinación” al Monasterio de Sto Toribio de Liébana.

Muchísima gente nos íbamos a encontrar visitando la iglesia y el monasterio, así que tras estar cerca de una hora por el lugar ya decidimos abandonar definitivamente la Comarca de la Liébana para adentrarnos en “tierras santas”, previa visita a otro monumento histórico de la zona, la Iglesia de Sta María de Lebeña.

La primera visita en mi tierra iba a ser al escondido pero accesible pueblo de San Esteban de Cuñaba, pueblo ejemplar de Asturias en 1990 y pueblo con muy pocas construcciones pero muy bien conservadas.

Imagen del entorno de dicho pueblo.


Nos encontraríamos a las afueras de una casa con un paisano sentado de ochenta y tantos años con el cual estaríamos hablando un rato y tras  el intercambio de palabras y despedirnos del mismo y de su mujer, íbamos a subir con el coche unos km por la estrecha carretera en busca de otro pueblo por el que íbamos a dar otra pequeña vuelta, el pueblo de Cuñaba.

De nuevo vuelta a la carretera general  para ir en busca de otro guapo pueblo asturiano conocido por sus casonas de indianos, Colombres, pueblo ejemplar de Asturias en el 2015 y lugar que alberga la Fundación Archivo de Indianos, lugar que visitaríamos en nuestra incursión al pueblo.

Aquí también pararíamos a tomar algo en una terraza y tras coger el coche de nuevo, otra visita íbamos a hacer, en este caso a la zona de la Cueva del Pindal, situada ya en la costa y cercana a la población de Pimiango.

En esta zona visitaríamos el Mirador del Picu (gente muy guarra hay por el mundo) situado al lado mismo de la rasa costera y también iba a ser objeto de una visita en esta zona, la pequeña pradería situada al lado mismo de la Ermita de San Emeterio.

Como se puede observar en este post, apenas haría fotos en este día ya que el menda ya iba notando el cansancio acumulado de todos estos días de verano al volante, más los que ya había realizado algún mes antes por tierras aragonesas, así que eso de parar, posarse, foto para allá, foto para acá, volver a pillar el coche, conducir por estrechas carreteras para ver pueblos perdidos y sobre todo el estar transitando por zonas que este menda ya conocía de sobra, harían que uno pasara ya de fotografiar cosas que ya estaba cansado de verlas.

Pues tras la visita a la última zona de la ermita ya íbamos a salir a la carretera nacional para una vez allí, pillar la Autovía del Cantábrico y tomar camino de Oviedo.

Tenía pensado llevar a Adela a cenar algo a uno de los restaurantes típicos cercanos a Llanes, “Casa Poli”, pero dada la hora que era (algo temprano todavía) y para evitar hacer tiempo y luego tener que conducir desde esta zona de Llanes, más de una hora por la noche camino a casa, decidí tirar unos km más para acercarme algo más a la capital asturiana.

En mi trayecto y viendo el cambio de planes debido a la hora para el tema de la cena, se me ocurriría prepararle una sorpresa “sobre la marcha” que estaba seguro que le gustaría y que de paso me ayudaría para hacer algo de tiempo hasta que la llevara a cenar a otro lugar que había visto ella también a través de numerosas imágenes sobre Asturias, Lastres.

Pues la “sorpresa sobre la marcha” iba consistir en llevarla a conocer la conocida Playa de Gulpiyuri, playa de alrededor de 40 m de longitud y famosa por estar adentrada en tierra firme alrededor de unos cien metros aprox.

Un par de imágenes de la visita a esta playa.




Eran algo más de las 20h cuando nos encontrábamos paseando por esta playa y acompañados de numerosos turistas que se habían dejado caer por la misma a estas horas, así que me como se puede ver me había venido muy bien para hacer algo de tiempo la visita a esta playa antes de mi acercamiento progresivo a la localidad colunguesa de Lastres.

De nuevo regreso al coche para tomar la autovía que nos llevara prácticamente a las puertas de Lastres, llegando a esta población marinera cuando todavía no eran ni las 21 horas.

Con el coche subiríamos hasta uno de mis lugares panorámicos preferidos en Asturias a los que se puede llegar fácilmente en vehículo, el Mirador de San Roque, con vistas espectaculares tanto del pueblo de Lastres como de toda la Sierra del Sueve.

Pregunté en el Restaurante “El Mirador” si había mesa y dada la respuesta afirmativa de los mismos, saldría y casi “agarraría” a la turista levantina "de los pelos" para irnos a sentar a la terraza panorámica del local.

Dado que había bonito en la carta, eso sería lo que pediríamos tras unos calamares de entrada para picar y luego una rodaja de bonito a la plancha en mi caso y en su caso, una rodaja en caldereta (buena elección según el camarero y la verdad que no se equivocaría a la hora de elegir dicha opción).

¡Qué pinta el bonito…!...


Tras la cena, ya íbamos a pillar el coche para dirigirnos hasta casa sin más paradas por el camino ya que este día se puede decir que ya había estado bien después de tanta parada, así que ahora tocaba descansar unos días por casa aunque algún que otro día pudiéramos salir todo el día por Asturias, pero el resumen de este segundo periplo vacacional por tierras asturianas, mejor lo dejo para el siguiente post…

En resumen, muy buenos estos primeros días de vacaciones por la zona de los Picos de Europa aunque también se volvieron a medida que los días pasaban, bastantes cansinos a nivel físico para el menda, pero como se suele decir…¡Sarna con gustos no pica.!.


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