martes, 15 de agosto de 2017

ESCAPADA A VALDEÓN Y LA LIÉBANA… 3º DÍA (CAMINO A LA LIÉBANA).



Fecha: 27-07-2017.


Comentario:
Tras la segunda y última noche que pasaríamos en Soto de Valdeón abandonaríamos la casa rural que habíamos contratado para dar inicialmente una vuelta por el pueblo antes de abandonarlo de forma definitiva.

Algunas imágenes del guapo paseo matutino que realizaríamos en este último día por dicho pueblo.














Tras el paseo ya pillaríamos el coche para irnos hacia la zona de Potes por la ruta que nos iba a dirigir a través de uno de los pasos de montaña más altos de la Cordillera Cantábria, el Pto de Pandetrave (1.562 m).
Pararíamos unos minutos en el mirador ubicado en lo más alto de este paso montañoso para observar el espectáculo que nos ofrecía desde dicho lugar parte de los Macizos Occidental y Central de los Picos de Europa.

Trío de fotos desde el mirador del puerto.






Descenderíamos entonces tras dicha visita por la vertiente sur del puerto y camino del primer pueblo que nos encontraríamos en el descenso, el pueblo de Portilla de la Reina (1.243 m – 73 hab).

Pararíamos a realizar una visita a este pueblo ya que a Adela le había llamado la atención algunas construcciones del mismo que parecían tener buena pinta, así que tras aparcar el coche sin problemas en el mismo, empezamos a patear tranquilamente por las callejuelas del mismo, encontrándonos con un paisano (Porfirio) que nos enseñaría una casa que de forma imperiosa teníamos que fotografiar.
De hecho el señor nos comentaría alguna que otra cosa sobre su vida y nos enseñaría alguna foto del pueblo con las calles nevadas y no nos dejaría solos hasta que no se cercioró que este menda cumplía con creces lo que él de forma insistente nos repetía una y otra vez sobre la imagen que teníamos que sacar a dicha construcción.

La casa protagonista de la visita al pueblo.




La iglesia de Portilla de la Reina, dedicada a Sto Tomás.


Sobre el pueblo se encontraba un mirador que tenía toda la pinta de ofrecer extraordinarias imágenes aéreas sobre el mismo, así que tras preguntarle también sobre dicho mirador al paisano, nos despediríamos del señor para encaminarnos hacia dicho lugar, ofreciéndonos el mirador el siguiente trío de imágenes de Sur a Norte del pueblo.






Tras esta visita ya pillaríamos de nuevo el coche para subir ya por la carretera general que nos iba a llevar hasta lo alto del Pto San Glorio (1.609 m) y desde el mismo puerto iba a coger a la izda la pista que en unos 02 Km nos iba a llevar hasta el mirador excepcional de los Picos de Europa que es el Collado de Llesba.

Estaríamos un buen rato sentados observando desde la distancia todo la amplia panorámica que nos ofrecía el paisaje que teníamos delante y sirve la siguiente imagen y el siguiente vídeo como ejplos de esto que digo.




En este collado recuperaríamos los algo más de 100 m que nos separaban del monumento al oso ubicado en el mismo y así poder hacernos una foto junto a dicho oso.


Tuvimos que abandonar muy a pesar nuestro dicho lugar para proseguir con el itinerario previsto para este día y cuyo destino final iba a ser el pueblo de Espinama, pero antes de llegar a dicho pueblo íbamos a pasar por la capital de la comarca, Potes, para pararnos un par de horas aproximadamente y de paso dar una vuelta y comer en dicha villa.

Tranquilamente fuimos paseando para que Adela conociera el pueblo, pueblo que le encantaría y como ya era la hora de comer, intentaríamos localizar algún sitio que tuviera mesa ya que en este día la villa se encontraba bastante atiborrada de gente.

Localizamos uno que el menú tenía buena pinta, así que para allá nos fuimos sin dudarlo, comiendo al final en un asador que tenía el nombre de “Restaurante Bodega Aguilar”, lugar donde puedo decir claramente que comimos más que bien para tratarse de un menú.

Algunas imágenes durante la comida en dicho lugar.








Tras la comida nos dirigimos hasta la zona de Fuente De para que Adela conociera uno de mis lugares favoritos como punto de partido para esas rutas de montaña que suelo realizar.

Había un buen barrullo de gente esperando todavía para subir en el teleférico pese a ser ya más de las 17h y encima por la parte superior de la estación del teleférico la niebla amenazaba con meterse enseguida, así que entre el tiempo que hacía por arriba y que todavía tendríamos que esperar un buen rato y encima con la posibilidad de no ver el paisaje desde arriba, pasamos de subir y nos encaminamos con el coche hacia el pueblo de Espinama que era donde estaba el alojamiento que había reservado para este día en la “Posada Máximo”, lugar que ya conocía.

Enlaces de dicho lugar…


Nos darían una guapa habitación en la que nos encontramos con una sorpresa en la parte de arriba de la misma.


Vistas desde dicha habitación.


Descansaríamos un buen rato en la habitación para tras prepararnos, salir a dar una vuelta antes de cenar caminando hasta el vecino pueblo de Pido (925 m – 102 hab en 2015).

Un par de fotos durante el paseo.




Dimos una pequeña vuelta por este pueblo y decidí retornar hasta Espinama por la ruta directa que iba desde este pueblo de Pido hasta el pueblo donde pernoctaríamos en esa noche.

Decidimos cenar en la posada para evitar pillar el coche e irnos hasta Potes, resultando una cena al final que tampoco pasaría a la historia de estos días (ensalada, croquetas y una tabla de quesos).

Tras la cena y tras una vuelta por el pueblo, con consumición incluida en el Hostal Nevandi, ya nos íbamos a dirigir hacia la habitación para descansar hasta el día siguiente, día en el que iríamos volviendo para casa y con la intención de que Adela pasara unos días por tierras asturianas.

Sobre este día, matizar una pequeña nota negativa y es que me quedaría subir con Adela en el teleférico así que se puede decir que ya tengo motivo para volver a la zona en un futuro que espero que no sea muy lejano.

Al día siguiente ya tocaba adentrarse en tierras asturianas pero eso mejor para el siguiente post…





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