Fecha: 25-09-2018.
Lugar: Segovia.
Comentario:
Viene de la primera
parte del día, reflejada en el siguiente enlace…
Tras salir de la Plaza
de la Reina Victoria Eugenia nos iríamos en sentido ascendente a buscar la
Calle de los Desamparados en donde estaba ubicada otra visita que nos apetecía
mucho realizar, la de la Casa Museo de Antonio Machado y que este menda no
había realizado en alguna visita anterior a la ciudad.
Como se puede ver, coincidiríamos
en nuestra marcha hacia la casa museo con bastantes turistas que también se
habían dejado caer en este día por la zona.
Tras algo menos de 10
min alcanzaríamos dicha calle y la entrada a la casa museo, la cual se trataba
de una vivienda tradicional usada como pensión en el siglo XIX y parte del XX,
siendo el hostal en el que habitaría el poeta Antonio Machado entre los años 1919 y
1932.
Enlace con información
de dicha casa museo.
Estaría bien la visita
a este lugar (5 euros por los dos, creo) que haríamos por nuestra cuenta, tanto
por lo que íbamos escuchando a través de las audio-guías como por lo que
veríamos en el interior de la casa que fue utilizada como pensión regentada por
Doña Luisa y en donde vivió Antonio Machado durante 13 años.
Algunas imágenes del
interior de la casa.
Pues tras esta visita
cultural, decidiríamos acercarnos por la tarde a un lugar que este menda tenía
también muchas ganas de conocer por haberlo escuchado en multitud de
ocasiones, el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, situado a poco más de
10 minutos de Segovia.
Aparcaríamos sin
problemas en el pueblo de La Granja de San Ildefonso y cerca ya del palacio
real que en esta tarde íbamos a visitar, iniciando la pequeña caminata que nos
iba a llevar a las puertas de palacio.
Como viene siendo
habitual, antes de comenzar la visita, reflejo el enlace de la Wikipedia sobre
el monumento que veríamos a continuación…
La visita en sí,
consistía en ver una de las residencias de la familia real española y su nombre
venía de una antigua granja que los monjes jerónimos del Monasterio del Parral
tenían en las inmediaciones.
Comenzaría su
construcción en el año 1721 bajo el reinado de Felipe V, el cual quedaría
impresionado por la belleza del lugar en una cacería. El palacio se iría
ampliando, convirtiéndolo en un pequeño Versalles, finalizando las obras en
1724.
Trío de imágenes en el
exterior del palacio, momentos antes de entrar.
Tras pasar un control
en el acceso al palacio y tras pagar 18 euros por los dos, iniciaríamos la
visita con una tablet-guía (en un primer momento íbamos hacer dicha visita con
una guía pero al ser tan solo nosotros dos, renunciamos a la misma).
Primer patio que nos
encontraríamos en el palacio.
Poco a poco
empezaríamos a caminar por las diferentes salas, espectaculares casi en su
totalidad y adornadas con todo el lujo en el que vivía la familia real en
aquella época.
La imagen que sigue es
la única que pude obtener en el interior del palacio ya que nada más sacarla,
me llamaría la atención uno de los vigilantes que me encontraría por todo el
recinto (había prácticamente uno en casa estancia del palacio).
Tengo que decir que la
visita sí que valdría bastante la pena, aunque “la pena” fuera que no nos
hubiéramos podido incluir con algún grupo, por lo cual nos hubiéramos enterado
de muchas más cosas que de hacerlo en solitario.
Tras recorrer buena
parte del palacio, saldríamos al exterior para admirar otra de las maravillas
de todo el recinto, sus jardines reales, con una extensión de 146 hectáreas.
Imágenes sacadas
durante el paseo por los jardines.
Vídeo en los jardines.
Tengo que decir que los
jardines bien merecen una visita para ver solamente los mismos, pero fue una
pena que las fuentes no estuvieran abiertas en esta segunda quincena de
Septiembre ya que tiene que ser espectacular ver las mismas emanando agua a
raudales.
Tras entregar las
guías, iríamos a dar una breve vuelta por el pueblo de la Granja de San
Ildefonso, poniendo rumbo tras la misma hacia el hotel para descansar algo
antes de cenar.
Después de estar sobre 1h en el hotel, saldríamos de nuevo hacia la zona de la Plaza del
Azoguejo para iniciar la subida por la Calle Juan Bravo hasta la Plaza Mayor y así
localizar el restaurante en el que había reservado algunas horas antes, el “José
María”.
Foto de esta Plaza del Azoguejo
en horario nocturno.
No tendríamos problemas
para localizar el conocido “Restaurante José María” situado en el corazón de
Segovia y con casi un 90% de 5.300 opiniones de “excelente” o “muy bueno” el
Tripadvisor.
Enlaces del restaurante...
Encontraríamos muy buen
ambiente tanto en la barra del local como en el comedor del restaurante y unas
vez sentados, esto es lo que cenaríamos en este día en el restaurante.
Nos pondrían como
entrada – obsequio mientras esperábamos lo que habíamos pedido, un paté de
lechazo que estaba bastante bueno.
Ancas de rana que nunca
las había probado y no creo que las vuelva a probar ya que no me darían más y
no me supieron a nada.
Como plato principal y
dado que el día anterior habíamos probado ya el cochinillo, pediríamos en esta
jornada Cordero Lechal, el cual hay que decir que estaba realmente rico, rico.
De postre nos traerían
una pequeña muestra de Quesos Castellanos, que tampoco me sorprenderían mucho
ya que estoy acostumbrado a probar quesos diferentes con bastante frecuencia.
Tras pagar por la cena
unos 90 euros, bien pagados hay que decir ya que estaba todo realmente bueno,
ya iríamos regresando tranquilamente al hotel a descansar para seguir al día
siguiente con más visitas, así que…
¡Continuará…!.
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