domingo, 7 de octubre de 2018

VACACIONES DE SEPTIEMBRE 2018... 6º DÍA (MONASTERIO DEL ESCORIAL).



Día: 27-09-2018.

Lugar: San Lorenzo del Escorial (Madrid).


Comentario:
Llegaba la última jornada y para este día teníamos pensado acercarnos al Monasterio del Escorial para visitarlo por dentro en una ruta guiada por el interior del mismo si nos era posible.

Tras desayunar, pillaríamos el coche para hacer el trayecto que nos separaba de la población de San Lorenzo del Escorial y en donde estaba ubicado dicho monasterio, complejo que incluía un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y un monasterio, aparte de jardines en el exterior.

El complejo sería construido entre 1563 y 1584, fundado inicialmente por monjes de la Orden de San Jerónimo aunque en la actualidad está ocupado por frailes de la Orden de San Agustín.

Enlace de la Wikipedia con información sobre dicho lugar…

Aparcaríamos sin demasiados problemas a unos centenares de metros del monasterio, así que empezaríamos a caminar en dirección al monumento, sacando esta primera imagen que sigue y que da una idea de la magnitud del lugar que íbamos a visitar y que muestra la fachada sur del monasterio (161 m de longitud).


Nos iríamos tranquilamente paseando por la fachada oeste del monasterio (207 m de longitud), fachada principal y en donde se encontraba la principal puerta de acceso, aunque tras preguntar en la misma, nos indicarían que las visitas turísticas tenían que entrar por la fachada norte, así que para allá nos dirigiríamos.


Mapa de todo el complejo del Monasterio del Escorial.


Tras entrar por esta última fachada y pagar las dos entradas (28 euros desglosados en 10 euros por la entrada más 4 por ser visita guiada), íbamos a tener que hacer algo de tiempo ya que la siguiente visita guiada no empezaba hasta casi una hora después, así que para no esperar “a lo tonto” sentados, nos darían como alternativa visitar el Palacio de los Borbones, ubicado en la 2ª o 3ª planta de esta fachada norte y en donde pudimos admirar todo el lujo en el que vivía la realeza en épocas de antaño y con multitud de salones vestidos y amueblados para su época.

Imagen sacada del patio inferior del lugar en donde estaba ubicado dicho palacio y mientras esperábamos al comienzo de la visita.


La visita comenzaría a eso de las 12h, visita que haríamos acompañados de un grupo idóneo en cuanto al número de integrantes, pero no tanto con las prisas que inicialmente algunos querían meter a la guía ya que ante la pregunta de cuánto duraba la visita y tras saber que eran unas 02h:30 aprox lo que duraba la misma, le pidieron a la chica que si podía abreviar la misma ya que tenían prisa. Lógicamente la respuesta de la chica ante dicha petición sería un no rotundo.

Empezaríamos a caminar por el interior del monasterio y el primer gran patio que íbamos poder apreciar iba a ser el Patio de los Reyes, ubicado por delante de la entrada principal a la basílica.


Imagen de la guía que nos tocó, la cual nos transmitió a los visitantes, toda la profesionalidad que tenía así como la forma que tenía de disfrutar explicándonos todo lo que le venía a la cabeza sobre el monasterio. La verdad, un lujo tener personas así en una excursión guiada.


Fachada de la basílica desde el Patio de los Reyes.


Tras algunas explicaciones a pie de este patio, íbamos a subir a la espectacular biblioteca o por lo menos a la parte accesible para el público de la misma, lugar este en el que estaba prohibido sacar fotografías como es normal (la biblioteca se encontraba situada por encima de los pórticos que se ven en la siguiente imagen, pórticos que a su vez constituyen la entrada principal al monasterio).


Tras dicha visita, tocaba volver otra vez al Patio de los Reyes para seguir con las explicaciones y mientras tanto este menda sacaba un par de fotografías de lo que rodeaba al patio.

Por una parte y en su parte Norte (mirando a la izda de la basílica) se encontraba la Escuela del Monasterio. 


Y hacia el Sur (mirando a la drcha de la basílica), el propio espacio reservado a monasterio dentro de todo el complejo.


Entraríamos entonces en la Basílica y en donde también estaba prohibido hacer fotos, así que tuve que conformarme con seguir las explicaciones de la mujer durante muchísimo rato.

Llegaríamos entonces a una zona interesante de la visita de este día, el lugar en donde enterraban a los reyes y a miembros de la familia real.

Trío de imágenes en la entrada de dicho lugar.






Tras estar todavía un buen rato por el interior, la guía daría la visita por finalizada, guía que seguramente me pudo brindar en este día la mejor visita guiada que he realizado hasta la fecha en un monumento de tal magnitud.

Saldríamos entonces ya del propio monasterio para tomar rumbo a la zona en donde estaban situadas algunas terrazas y con el objetivo de dar una vuelta y de paso tomar algo en alguna de ellas.

Pero antes de llegar a la zona de bares y restaurantes, tocaba inmortalizarnos en algún selfie para la posteridad.


Tras beber algo en una terraza en la que no estaríamos nada cómodos (ratón), abandonaríamos esta zona para irnos hacia el espacio verde conocido como el Jardín de los Frailes, pasando antes de llegar al jardín, de nuevo por la fachada Oeste.


Hasta llegar finalmente a la fachada sur y el Jardín de los Frailes.


Detalle de una parte de dicha fachada y del jardín.


Un par de últimos vistazos a la fachada sur, la más espectacular de todas las que tiene, para mí, el Monasterio del Escorial.




Abandonaríamos entonces ya la zona de San Lorenzo del Escorial para ir regresando a Segovia pero dando un pequeño rodeo por el pueblo de Cercedilla para subir seguidamente al Pto Navacerrada y de ahí ya descender hacia la ciudad segoviana.

Llegaríamos al hotel sin novedad y tras descansar un rato, saldríamos a cenar algo y ver si podíamos comprar algunos recuerdos para la familia (tienda de jabones que no tuvieron el detalle de atendernos cuando estaban cerrando).

Pasaríamos de meternos más platos de cordero y cochinillo, para cambiar la típica comida segoviana por algo más turístico, el Burger King, así que en esta última jornada nos despediríamos de Segovia con unas cuantas hamburguesas.

Regresaríamos entonces al hotel para irnos a tomar algo a la cafetería y para acto seguido poner rumbo a la habitación ya que al día siguiente nos iba a tocar todavía el último paseo hasta la tienda de jabones que habíamos encontrado cerrándose.

Última copa en Segovia.


¡A descansar tocaba…!.

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