Día: 15-02-2020.
Desnivel: +970 m.
Longitud: 20,65 Km.
Tiempo: 04h:50:06
Picos subidos: Ninguno.
Comentario:
Desde hacía algún
tiempo que tenía ganas de realizar una pateada por la zona del pueblo de Oceño
(Peñamellera Alta), así que en esta jornada de Sábado me iría hasta dicho
entorno rural tras parar a tomar el cafetín en Arenas de Cabrales, pero dejando
el coche bastante más abajo del lugar en donde estaba enclavado el mismo,
concretamente en el lugar conocido como Mildón (115 m) y situado en la
carretera general de Arenas de Cabrales a Panes.
Sabía que tenía una
buena subida por carretera hasta dicho pueblo, incluso me advertiría de dicha
ascensión un chaval que estaba en esos momentos iniciales por la zona del
aparcamiento y que era de esas latitudes pero la verdad ya sabía lo que me iba
a esperar desde el primer momento en que abandonaría el coche (11h25) ya que aunque
me pude evitar esta primera parte de la ruta, me apetecía subir por asfalto
para ganar algunos metros de desnivel para el cómputo general de la excursión
de este día.
Lugar donde dejaría el
coche (115 m), enfrente del desvío de la carretera que me iba a llevar hasta dicho
pueblo de Oceño.
Esto sería lo que iba a
tener que afrontar en porcentajes de subida hasta la Collada Trespandiu, con
tremendas rampas que iban a llegar en ciertos momentos a superar el 20% de
desnivel.
Echando la vista hacia
atrás en una subida en la que iba a tener suerte ya que transcurría por una
carretera en perfectas condiciones de anchura y de firme.
Subiría bastante
entretenido escuchando música en el MP3 que me regaló Adela hace unos meses,
aparato que me haría bastante liviana la subida hasta el pueblo de Oceño,
llegando al mismo tras una distancia recorrida según el GPS de algo menos de
04,5 Km y en un tiempo que estaría por debajo de la hora, señal de que ascendería
a un muy buen ritmo para estar todavía a principios de temporada montañera o lo
que es lo mismo, en el mes de Febrero.
Llegando a Oceño (510 m
– 52 hab).
Vídeo que dedicó la TPA
a dicho pueblo...
Nada más entrar en el
pueblo pillaría una estrecha carretera que me subiría hasta la zona de la
Iglesia de San Juan y situada al lado del cementerio, cosa bastante habitual en
muchos pueblos.
Saliendo y echando un
vistazo hacia las casas que iban dejando atrás.
La carreterina iba a
finalizar en el desvío hacia dicha iglesia, pasando a convertirse la misma en
una pista que me iba a ir llevando en busca de la Collada Trespandiú a la que
todavía iba a tardar en llegar algún tiempo.
Desvío a la drcha hacia
la Iglesia de San Juan e imagen de este edificio de culto religioso.
Empezando a caminar por
la pista sin asfaltar.
Vistazo hacia el
pueblo.
La pista iba a mantener
un porcentaje de desnivel todavía más duro que el que había sufrido en la
carretera de ascenso a Oceño pero aun así iba a ir manteniendo un buen ritmo y
mientras iba dejando cada vez más abajo el pueblo de Oceño.
Buen ritmo iría manteniendo pesar de
algunas revueltas que trazaría la misma en su ascenso hasta la collada.
Tras las revueltas
anteriores daría entonces con lo que se conoce como la Majada de Jaces (705 m).
Varias imágenes sacadas
a lo largo de dicha majada.
Vista hacia atrás.
Dejaría atrás esta
Majada de Jaces para ir en busca de la Collada Trespandiú (760 m) por la pista de
tierra que continuaba en busca del siguiente objetivo y en el que pillaría el itinerario que me llevara hacia la zona de la Peña Vigueras (1.320 m).
Collada Trespandiú (760
m) y en la que tomaría el desvío que se ve a la drcha.
Iniciando mi caminata
por esta segunda pista que salía en busca del Collado Galabín (1.033 m),
antesala de la subida final a Peña Vigueras (1.320 m) y al cual tenía que
llegar si en este día quería conseguir el objetivo principal de la ruta del
día.
Echando la vista hacia
atrás, concretamente hacia la Majada de Jaces.
La ruta continuaba para
ir en busca de otro grupo de cabañas de las que desconozco su nombre (815 m) pero
que me tendrían parado unos minutos para sacarles unas imágenes.
Tras este pequeño grupo
de cabañas la pista daría de nuevo alguna que otra revuelta para proseguir con
su ascenso hasta llegar a una zona en la que la pendiente descendería
notablemente para dar paso a un pequeño descenso hacia la zona en donde estaba
ubicada la Majada de Carraspión (910 m) en el fondo de un pequeño
verde valle y en el que vería a lo lejos el siguiente collado al que tendría
que llegar, la Jorcá de Carraspión (980 m - pto rojo) y con el Cueto Carraspión
(1.064 m) a su izda.
Llegando a la Jorcá de
Carraspión y en donde había una caseta de aguas.
Después de pasar por
dicho paso estrecho, vería a lo lejos todo el itinerario que me quedaba todavía
por hacer hasta el Collado Galabín (1.033 m – pto rojo), punto base para
iniciar el ascenso final a la Peña Vigueras (1.320 m) y en este momento decidiría
dada la distancia que me quedaba, a que el cielo había empeorado y unido a la hora que era, las 14 h, me hizo reflexionar
que todo lo que caminara hacia adelante iba a tener que recuperarlo para llegar
de nuevo al coche, así que teniendo claro que había sido demasiado optimista
con la ruta saliendo tan tarde como había salido, decidí renunciar a continuar
con el plan previsto y empecé a dar la vuelta para llegar de nuevo a la jorcá y
descender entonces a la zona de la Majada de Carraspión (910 m).
Viendo el Collado
Galabín (1.033 m – pto rojo) en el momento de empezar a dar la vuelta hacia el
coche.
Peña Vigueras (1.320 m)
desde este sendero que me hubiera llevado al collado anterior.
Ya en la vuelta, La
Jorcá de Carraspión (980 m – izda) y el Cueto Carraspión (1.064 m – drcha).
De nuevo asomándome ya
en el regreso y en la jorcá mencionada anteriormente, a la zona de la pradería
de la Majada de Carraspión (910 m).
Tras superar un fuerte repecho
después de dicha majada, tomaría ya la pista que me llevaría de nuevo a la
Collada Trespandiú (760 m), observando en mi marcha algunas de las cabañas que
me había encontrado en el trayecto de la ida.
Llegando a la Collada
Trespandiú (760 m) y en la que tomaría el itinerario de ascenso que se ve a la
drcha y en la que buscaría aproximarme a las cabañas que se ven en la imagen y
en intentar llegar a donde dicha pista moría.
Alguna cabaña que me
encontraría en esta Braña de Trespandiú.
Hacia atrás, la Majada
Sobreviña por abajo y más a lo lejos el Collado Galabín al que hubiera llegado
en caso de haber continuado con la ruta.
Seguiría avanzando por
la pista para ver a donde llegaba y con buenas vistas en esta pequeño trayecto
de algunas cumbres conocidas para este menda recientemente como eran las del
Pico Liño (1.177 m – pto rojo izda) y la Pica Morea (997 m – pto rojo drcha).
Enlace de la ruta de
ese día...
Vistas también hacia la
Pica de Peñamellera (785 m).
La pista iba a
finalizar tras varios centenares de metros al pie de un grupo de cabañas,
alguna muy bien cuidado como la que se ve en la siguiente imagen.
Aquí ya daría por
finalizada mi aventura por este día en estas latitudes así que iría
descendiendo, pasando de nuevo por la Braña de Trespandiú, hasta dar de nuevo
con la Collada Trespandiú (760 m).
Braña de Trespandiú a
la vuelta.
El resto de la ruta ya
tiene poco que contar, así que iría descendiendo tranquilamente hasta dar de
nuevo con el pueblo de Oceño que en esos momentos se encontraba bien iluminado
por el sol ya que el tiempo había mejorado notablemente.
Al poco de dejar el
pueblo y ya en el asfalto, me encontraría con un excelente mirador hacia la
zona del Río Cares y en el que me pararía un rato a comer algo ya que durante
la ruta ni había comido ni bebido absolutamente nada.
El resto del itinerario
hacia el coche consistiría en bajar entretenido por la carretera mientras iba
escuchando la música del MP3 que me había agenciado para este día, así que en
cuanto me quise dar cuenta ya estaba a la altura del coche para completar una
guapa ruta que me llevaría al final un tiempo de 04h50 para una distancia
recorrida de 20,65 Km y en un día en el que me encontraría bastante bien a
nivel físico.
Como última reflexión a
este día, decir que fui muy optimista saliendo casi a las 11h30 con la idea de
llegar al pico del día, así que no sé cuándo pero habrá que intentarlo de nuevo, pero
esta vez seguramente desde Oceño para evitarme la monotonía de ir caminando por
los casi 04,5 Km de subida hasta Oceño y con el consiguiente descenso, así
que...
¡Se intentará de
nuevo...!.
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