Día: 02-01-2023.
Comentario:
Empiezo la crónica del
primer viaje del año y destino al que le tenía ganas y que me caería en forma
de regalo de reyes por parte de Marga con la intención por parte de los dos de
pasar unos días en Madrid para disfrutar del ambiente en la ciudad y de paso
ver las luces puestas en las calles y edificios de la ciudad en estas navidades
recién finalizadas.
Llegaría entonces el
lunes 02 de Enero, jornada festiva en Asturias y a pesar de ello tendríamos que
madrugar a eso de las 06h15 para salir los dos desde casa de Marga en dirección
a la estación de Renfe con la intención de pillar el tren a las 07h35 y que
había reservado ella unos cuantos días atrás y que tenía como destino la
Estación madrileña de Chamartín, estación por otra parte que este menda no
conocía y que gracias a la sorpresa más que agradable que me tenía Marga
preparada de este viaje pude quitar de “la libreta de pendientes” y concretamente
del apartado dedicado al “apartado ferroviario”.
Como suele ser habitual
ese cafetín de antes de montar en el tren iba a caer de nuevo después de más de
un año sin utilizar este medio de transporte y en este caso “la capital del
reino” nos estaba esperando.
El transporte en tren
hasta Madrid se nos haría un tanto corto salvo ese trayecto un tanto tedioso
que se nos haría hasta León y sobre todo
debido a que viajaríamos de noche en esa primera hora aparte también por la
“tremenda” velocidad del tren en bastantes tramos de esta primera parte hasta
la capital leonesa para salvar la salida de Asturias por la cordillera,
velocidades no superiores a los 30 - 40 Km/h.
Inmortalizándonos en el
tren.
Pasadas dos horas
estábamos ya en la meseta y tras unas 04h30 desde nuestra salida en Oviedo entrábamos en la estación
madrileña de Chamartín y como suele ser habitual en mí cada vez que viajo ya
empezaría a “hacer el japonés” con la cámara del móvil para sacar "algunas" instantáneas para el recuerdo y sobre todo para la publicación del viaje en
futuros post a través del blog (menos mal que Marga ya me va conociendo...).
Un par de imágenes en
estos primeros momentos en esta estación madrileña.
Marga conocía
perfectamente esta zona de Madrid por cuestiones de su trabajo así que me
dejaría guiar completamente por ella en busca del hotel que había reservado para nuestro primer viaje a Madrid y del cual no me diría absolutamente
nada sobre el mismo, tan solo que estaba cerca de la estación de
Chamartín.
Tenía ganas de conocer
algo de esta zona norte de Madrid así que empezaríamos a caminar en busca del
hotel y nada más que a los pocos centenares de metros apareció ante mi vista el
edificio del Hotel Barceló Imagine ya me figuré que para allá que nos íbamos a instalar
unos días tal como luego me confirmaría ella.
Primera imagen de hotel
que tendría al poco de salir de Chamartín.
Tengo que reconocer que
el edificio a la primera vista no me resultaría demasiado atractivo aunque por la
pinta exterior suponía que debía ser un 4* así que “bien por Marga y su
elección” pero tengo que decir que “la sorpresa real” me llegaría al cabo de
dos o tres minutos cuando descubrí que el hotel que había escogido ella era en
realidad de 5* y que por dentro nada tenía que ver con la imagen que me había
ofrecido momentos antes.
Página web del hotel...
Hotel Barceló Imagine |
Hotel en Plaza Castilla | Barcelo.com
Entrada del hotel.
Nada más entrar al hall
del hotel me encontraría con la primera gran sorpresa del mismo y no fue otra
que la misma se encontraba totalmente adornada con guapos motivos navideños
dadas las fechas en las que nos encontrábamos y sirvan las siguiente imágenes
para dar muestra de lo que digo.
Descubriría que en el
hotel se daban varios géneros musicales adornando el interior, sobre todo en
los tres ascensores en los que había fotografías y dibujos dedicados al
pop-rock, jazz y flamenco como pude descubrir y hablo en singular ya que Marga
ya lo conocía de alguna visita anterior.
Video del interior del
ascensor en el que subiríamos por primera vez hasta la habitación que nos
habían dado y ubicada en la sexta planta.
Una vez en dicha sexta
planta ya nos adentraríamos en dicha habitación para descubrir el interior de
la misma que plasmo en un par de imágenes más algún vídeo.
Imagen de la Estación
de Chamartín desde la habitación.
Apenas estaríamos en la
habitación ya que decidimos abandonarla para bajar hasta el restaurante y comer
en el hotel ya que pasaban de las 14h si mal no recuerdo y no queríamos perder
mucho tiempo en buscar un local cerca de hotel o de acercarnos algo más al
centro de la ciudad.
Antes de comer
decidimos dar un paseo por las zonas del hall del hotel y que inmortalizaría en
algunas imágenes como por ejplo...
Tras dicho paseo ya nos
sentamos a comer algo para decidirnos al final por algo clásico como un par de
hamburguesas en vez de menú que tenía (ya habría tiempo de comer bien durante
estos días...).
Marga reflexionando
sobre la comida.
Momento de cargar
energías para lo que quedaba de tarde que era mucho tengo que decir.
Tras la comida y subir
de nuevo un momento a la habitación ya abandonaríamos el hotel para poner rumbo
a la cercana Plaza de Castilla situada a poco más de cinco minutos del hotel,
plaza por otra parte que había siempre oído en la televisión y famosa entre
otras cosas por la situación de las inclinadas Torres Kio conocidas también
como “Puerta de Europa” y cuya nota más característica era el aspecto que
presentaban con una inclinación de 15 grados respecto a la vertical.
Decir que estas torres
se encontraban cerca de la parte de la ciudad en la que se encontraban otros
rascacielos que visitaría en su exterior algún día después y en la zona
conocida como Skyline.
Un par de imágenes como
dichas Torres Kio junto al obelisco conocido como “de la Caja”.
Depósito situado al
lado mismo de la Plaza Castilla y perteneciente al Canal de Isabel II.
Una vez en dicha plaza
renunciamos a pillar el metro para en su lugar ir bajando caminando por todo el
Paseo de la Castellana en busca de la zona de uno de los distritos diseñados en
su momento para acoger a la aristocracia y alta burguesía madrileña, el
Distrito de Salamanca, entramado de calles y perpendiculares que ofrecían buena
orientación según caminábamos y zona ésta centro de la cocina de vanguardia con
varios restaurantes estrella michelín y también por encontrarse la famosa
“Milla de Oro” con las tiendas más exclusivas de Madrid con variadas tiendas de
diseñadores internaciones más boutiques de alta costura españolas.
Pero antes de llegar a esta zona y su famosa C/Serrano nos encontraríamos en el paseo de la Castellana con el estadio del Rea Madrid el cual se encuentra en obras de hace algunos años y al que le sacaría las siguientes imágenes...
Tras dejar atrás la
zona de uno de los mejores estadios del planeta ya llegaríamos al tramo en el
que daríamos con la C/Serrano y su gran número de tiendas “baratas, baratas”
como me suele gustar denominarlas y en las cuales encontraríamos guardia de seguridad
en casi todas ellas, incluso gente esperando fuera y esperando el permiso por
parte del vigilante para entrar en el interior de algunas de ellas.
Entretenidos con la
novedad del paseo por esta calles y disfrutando del ambiente que estábamos
presenciando en la zona con numerosa gente deambulando por la misma,
llegaríamos casi sin darnos cuenta a a zona de la Plaza de la Puerta de Alcalá,
uno de los buques insignia de la ciudad desde el punto de vista monumental y
encontrándonos con que la misma se encontraba en obras pero aun así le sacaría
alguna imagen para la posteridad.
Decidiríamos entonces a
sentarnos a tomar algo en una de las terrazas de esta plaza en donde estaba
situada la Puerta de Alcalá mientras seguíamos disfrutando del tremendo
ambiente que veíamos en la zona.
Tras la toma de
refrigerio nos iríamos caminando a pillar el metro de vuelta al hotel ya que
teníamos que descansar algo y prepararnos
para salir de nuevo a cenar en uno de los restaurantes “exclusivos” y de
moda según me informaría después y en el que había reservado Marga desde
Asturias días atrás por recomendación de alguna amiga de ella.
Tras este descanso, ducha
y acabar con los preparativos decidiríamos esta vez tomar el metro que nos
acercaría a las proximidades de la calle en donde estaba situado el
restaurante, sacando antes de entrar en su interior algunas imágenes como la de
las Torres Kio iluminadas en la noche madrileña, algunos adornos navideños que
ponían la nota colorista a dicha noche y finalmente la fachada del restaurante.
Entraríamos entonces en
el restaurante que recibía el nombre de “Restaurante Amazónico” y que fusionaba
cocina brasileña con japonesa y cuya principal característica a la vista era la
extraordinaria decoración exótica que tenía en su interior.
Página web del local...
Amazónico Restaurante – Bienvenido a
la selva (restauranteamazonico.com)
Nos encontraríamos en
su interior con gente de esa que se pueda llamar “pija” o de alto poder
adquisitivo, normal por otra parte al tratarse de un restaurante de la Milla de
Oro de Madrid y en eso sería lo primero que se fijaría Marga y que me avisaría
nada más sentarse a la mesa por la manera de vestir, sobre todo "de ellas" y
también hay que decir en algunos casos "de ellos".
Sacaría tras ver dicho
ambiente varias imágenes de los dos antes de ponernos a disfrutar de la cena.
Antes de que nos srivieran lo que habíamos escogido para la cena, nos traerían para abrir el apetito y en un par de
pequeños cuencos una especie de puré que encontraríamos bastante sabroso.
Para cenar nos
decidiríamos por probar un plato conocido como Patacones de Cochinita Pibil y que
hablando “claro” no era otra cosa que Plátano Macho Frito con Carne Mechada de
Cerdo y Achiote, un colorante y condimento este último de platos tradicionales
del estado de Yucatán y plato éste que nos gustaría bastante.
Como platos principales
Marga optaría por la Lubina Estero que
estaba realmente buena.
Y este menda y como
suele ser habitual en él pediría carne, en este caso el Solomillo de Vaca a la
Parrilla y que encontraría también muy rico.
Tras los platos
principales llegaba el postre y creo que los dos teníamos muy claro el que
pediríamos para compartir, su famosa Piña asada con Quibolito Lojano y helado
de coco y que nos resultaría REALMENTE ESPECTACULAR.
Resumiendo la cena... Decir
que en cuanto a la comida nos resultaría prácticamente de sobresaliente por así
decirlo la misma, aspecto siempre importante pero en este caso salimos del
local con un sabor agridulce por algún que otro fallo grave que cometieron como
fue el no atendernos con la carta de vinos cuando la reclamamos, de hecho cuando
nos la trajeron era el momento después de finalizar el primer plato por lo que
optamos por “pasar del vino” de cara "solo" al segundo plato. Yo
mostraría mi malestar al respecto con la persona que nos vino con la carta en cuestión,
no saliendo palabra alguna de su boca ante lo que yo le estaba diciendo.
Otro punto que no me
gustaría nada fue que encontraría las mesas demasiado juntas, a escaso medio
metro unas de otras por lo que acostumbrado a tener algo de espacio cuando voy
a comer por fuera, esto que comento ahora sí que sumó algún que otro punto
menos a la velada gastronómica de esta noche.
Otro punto...!El de la
música!...Demasiada alta por lo que hablar sin casi gritar era muy difícil,
hecho éste que no me gustaría nada.
En cuanto al precio y
debido a la falta de vino en la mesa no gastamos lo que pensábamos (podía andar por 200 euros) pero sabíamos
en donde estábamos así que el precio de la factura no puede ser motivo de
queja, pero como me gusta decir a mí...”barato, normal o asequible para todo el
mundo como que no es el local éste de la cena del día de llegada...”.
Así que
conclusión...¡Muy bien la comida pero si es por la experiencia de este día por estos temas que menciono decir pero no volvería a repetir
aunque sí que tengo que reconocer que estuvo bien conocerlo y más en compañía de Marga que como es lógico hizo que las cosas negativas estuvieran en un segundo plano! (nunca hay que arrepentirse en mi opinión
de conocer lugares del tipo que sea aunque no nos gusten ya que por lo menos se
puede opinar por la experiencia de uno mismo...).
Acabadas mis
reflexiones sobre la velada "pija" nocturna gastronómica de esta noche, sigo con la crónica de la parte final de este primer día saliendo los dos del restaurante y empezando a caminar por alguna de las
calles de Madrid hasta que dimos con la Plaza de la Cibeles y en donde
aprovecharíamos para hacernos un selfie con el Palacio de Cibeles detrás.
El paseo nocturno
estaba a punto de concluir así que decidimos acercarnos hasta el Palacio de
Cibeles en donde había una parada de taxis en sus proximidades para pillar uno
que nos acercara al hotel ya que no nos apetecía pillar el metro a esas horas.
El trayecto en taxi lo
haríamos sin novedad por el Paseo de la Castellana para llegar al hotel a
descansar hasta la mañana siguiente así que de esta forma concluía la primera
jornada de las cinco que estaríamos en Madrid en esta Semana de Reyes.
¡Tocaba pues recuperar
fuerzas para este martes que ya había comenzado alguna hora antes...!.
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