Fecha: 27-03-2023.
Desnivel: +650 m.
Longitud: 25,03 Km.
Tiempo: 06h:28:11
Picos subidos: Ninguno.
Comentario:
Crónica sobre la ruta realizada este lunes después
de la carrera de media maratón que tuve el día anterior en León y en la que a
pesar de estar cansado y agarrotado en piernas, cadera y espalda decidimos salir
Marga y este menda a realizar una pequeña salida que luego se convertiría en
una gran tarde espectacular y que tendría como destino Cangas de Onís aprovechando el
itinerario de una de las etapas de la Ruta de las Peregrinaciones que va de Oviedo hasta el Santuario de Covadonga.
Saldríamos de casa muy tarde y tras la oportuna
parada en Nava para tomar el café de siempre ya nos pondríamos a caminar en el
pueblo de Villamayor (115 m – 713 hab en 2020) perteneciente al Concejo de
Piloña a eso de las 14h y con un primer destino programado como era llegar a la
Cascada del Chorrón en una fácil y tranquila caminata.
Observando el comienzo del itinerario en un
principio por carreterina en dirección sur para tomar la pista que nos llevara
hasta la caída de agua.
Inicio de la caminata con panel informativo incluido.
A los 10 min nos íbamos a encontrar con un cruce en
el que "las señales" brillaban por su ausencia. Estaba seguro que la
dirección sur que llevábamos era la correcta pero por otra parte el itinerario
también tomaba una curva cerrada a la izda en la que había un cartel que ponía que la distancia y la ruta a Cangas de Onís desde este punto eran de algo unos de
22 Km si mal no recuerdo (aunque viendo los carteles creo que estaban mal
reflejadas las distancias).
Gracias a Marga tomaríamos este segunda posibilidad,
sin mucho convencimiento por mi parte o más bien nada de él ya que tengo que decir por la
hora que era que las horas iban a ser muy justas para llegar a Cangas antes de que se nos hiciera de noche.
Vista hacia atrás (me adelantaría unos metros) de
dicho cruce en la que tomaríamos la pista de la drcha que nos iba a llevar a ir
ganando metros de desnivel con gran rapidez.
Algunas imágenes tomadas durante este tramo del
itinerario del día en el cual nos lo tomaríamos con mucha tranquilidad.
Llegaríamos hasta unas casas en donde está tomada la
última imagen anterior situado el panel indicativo por encima del pueblo de Mones y en el cual el camino
por asfalto nos obligaría a descender hasta alcanzar un cruce en el que medio
Km después nos íbamos a encontrar en la distancia con la Ermita de la
Magdalena.
La marcha a un ritmo un tanto vivo seguía su curso por lo que no podíamos tampoco entretenernos mucho ya que la noche seguramente
estaría al caer cuando llegáramos a Cangas si era que llegábamos y no teníamos
que dar vuelta en el punto de “no retorno” que siempre tengo previsto en las
caminatas que me pego.
Al poco tiempo un nuevo desvío nos saldría a la izda
en forma de pista que nos llevaría de momento ahora por descenso entre un
bosque con algunos claros sobre las montañas situadas en zona sur-oeste y cuyo
destino provisional era el pueblo de La Piñera.
Atravesaríamos entonces dicho lugar sin poder detenernos
para ir en paralelo a otro pueblo conocido de la zona, Sevares y que dejaríamos
atrás tras llegar de nuevo a otro cruce en el que estaba situado un molino y
con dirección ascendente al pueblo de Villar de Huergo.
Este tramo de la ruta nos resultaría guapo de
caminar mientras disfrutábamos de las vistas en el día espectacular de sol que
estaba haciendo y que nos llevaría a pasar junto a la Iglesia de San Martín de
Escoto en Llames de Parres.
De nuevo aparecía otro desvío en el que el itinerario nos obligaría a ir casi pegados al Río Piloña.
Vista hacia atrás de la pista y de dicho río.
Otra vista hacia atrás, en este caso a la Peña Priede (617 m), cumbre
modesta que ya pisé hace algunas décadas pero algo aislada por lo que ofrece
espectaculares vistas sobre todo el norte y a la Sierra del Sueve.
Alguna que otra ermita nos iría saliendo al paso
para llegar de nuevo a un cruce en el que tendríamos que perder algún minuto ya
que había dos posibles itinerarios señalados, optando entonces por el desvío
que nos salía a la izda y que nos llevaría positivamente a ir caminando en la
dirección correcta que llevábamos.
Desvío a la drcha por el que tendríamos que optar
para seguir con nuestra marcha. Hasta este momento íbamos sobrados de tiempo ya que
llevábamos buen ritmo. Llegaríamos entonces al punto clave de esta última parte
del itinerario en donde el mismo continuaba por una pista que se encontraba
cerrada a cal y canto por obras cuando nos encontrábamos a tan solo cinco Km de
Cangas.
Encontraríamos otro itinerario que se internaba por
una zona que no me ofrecía demasiado confianza a pesar de estar inicialmente
señalizado de que tomaba dirección Cangas por otro camino. Al no darme
demasiada confianza por las horas que eran decidimos tirar vía asfalto ya
directos y caminar los siete Km que nos separaban por carretera de la capital
asturiana.
Guapas vistas hacia atrás en nuestro caminar a la
Sierra del Sueve.
Dos o tres Km después de tomar la carretera ya nos
aparecería la zona de Picos con ausencia prácticamente de nieve para las fechas
que estamos, señal de la buena dirección al Este que llevábamos.
La carretera nos obligaría a pasar por zonas como
por ejplo esta de la ubicación de un lavadero al lado mismo de la vía, de la
Ermita de San Roque mientras la zona de Cangas ya nos aparecía en frente, tan
solo había que descender hacia ella.
Cerca ya de Cangas aparecía otra iglesia al paso, la de San
Juan de Parres con las primeras casas de Cangas poco después.
Llegaríamos victoriosos al destino que nos habíamos
propuesto llegar o mejor dicho gracias a Marga (motorín creo que debe llevar dentro...) ya
que este menda no lo hubiera hecho nunca por las horas que eran cuando
iniciamos la ruta así que la ruta finalizaba con el “Puente Romano” de Cangas a
nuestras espaldas y tras meternos una kilometrada final de 25,03 Km en
06h:28:11 en una ruta en la que me iría encontrando a medida que avanzaban los
kilómetros muchos mejor de cómo había amanecido el día y empezado la excursión.
Un par de imágenes con el monumento más importante
de la ciudad.
La artífice de la ruta de este día.
Tras llegar ya nos iríamos hasta la estación de
autobuses a pillar el billete (menos de cinco euros los dos) y que nos llevara
de vuelta a Villamayor a pillar el coche.
Como el Alsa en cuestión salía a las 22h y no eran
todavía ni las 21h nos acercaríamos al local que habíamos descubierto hace un
par de meses a tomarnos algo y de paso a hacernos el selfie correspondiente
para inmortalizar el momento y el avituallamiento final del día.
A falta de unos 20 min para la salida del bus ya
pondríamos rumbo definitivo a la estación, la cual se encontraba totalmente
vacía dadas las horas que eran.
A las 22h pillábamos el bus para dejarnos al final a
y media en Villamayor en donde cogeríamos el coche para poner rumbo a casa a
donde llegaríamos a las 23h15 sanos y salvos y tras realizar una espectacular
ruta que no esperábamos por la longitud del recorrido, las vistas y el tiempo
de más de seis horas que estaríamos caminando (hacía un par de años que creo
que no me metía un recorrido tan largo como este y sobre todo después de mi
caída del año pasado).
Al día siguiente tocaría ruta, en ese caso a la zona
de los Lagos de Covadonga aprovechando mi descanso en el curro y descubriendo
en el bus como el conductor del mismo decía que a partir de este fin de semana
y aprovechando la Semana Santa el acceso a lagos estaría cortado.