jueves, 9 de junio de 2016

3ª PARTE…DANDO UNA VUELTA POR ALIVA (MINAS DE LAS MÁNFORAS).



(3ª Parte)… MINAS DE LAS MÁNFORAS.

Día: 05-06-2016.

Lugar: Sotres (Asturias) / Aliva (Cantabria).

Desnivel: +1.100m.

Longitud: 22,20 Km.

Tiempo: 06h23:15.

Comentario:

Enlace de la primera parte de la ruta…


Enlace de la segunda parte de la ruta…


Tras estar un buen rato con los animales que se han visto en la segunda parte, proseguí con mi marcha en busca ya del refrigerio del Hotel de Aliva, contemplando a mi izda y en todo momento estampas como esta de las praderías en donde pastaban varios centenares de cabeza de ganado.


Iba a llegar entonces al cruce de las minas y en donde obviaría coger la pista que a la drcha continuaba hacia el lugar donde estaban ubicadas dichas manos, así que lo que hice fue seguir caminando todo recto hacia el hotel que ya dejaba asomar parte del tejado del mismo.


Vista hacia atrás.


Pastos y más pastos.


El cielo por encima de la zona por la que en teoría tendría que estar ascendiendo, parecía estar empeorando a mi espalda.


De frente, todo el sector de Peña Olvidada (2.406 m) y Peña Vieja (2.613 m) y por debajo de ellas, el llamativo chalet real de Aliva con su tejado rojo.


En seguida ya estaría pisando el terreno de este guapo y conocido hotel de montaña, así que lo que hice fue ir directamente hacia la zona del bar a tomar algo y a ver si había algo de ambiente.





Aquí me tomaría mi cerveza de turno y de paso inmortalizarme para la posteridad, encontrando que el ambiente estaba totalmente desangelado y que aparte de algunos trabajadores del hotel junto a 4 ó 5 montañeros y el menda, en dicho lugar no había absolutamente nadie.


La cerveza me prestó por la vida y sentado en la mesa del bar, por momentos “la misma” me iba a sugerir la idea de acercarme al Pico Joracao (1.832 m) y asomarme al abismo del entorno de Fuente De, así que tras abandonar el bar del hotel, lo primero que hice fue ver como estaba toda esta zona que digo.

Lo que vi en cuanto al estado del cielo no me gustó mucho que digamos ya que estaba claro que el tiempo estaba empeorando y aunque supuéstamente tenía algo de margen hasta que se metiera la nubosidad, preferí no arriesgar y tirar a lo seguro o lo que es lo mismo, hacia la zona de las Minas de las Mánforas, minas que nunca había visitado, así podría decir que por lo menos en esta ruta había hecho algo nuevo para este menda.

A lo lejos, la zona a la que renunciaría continuar para irme en su lugar a las excavaciones mineras.


Desde el hotel, el tramo inicial del itinerario que tendría que realizar para alcanzar la pista de acceso de dichas minas.


Aprovecharía para despedirme del hotel y sacar un par de imágenes del mismo, con una primera foto en la que se ve el edificio donde está ubicado el bar, el restaurante y algunas habitaciones y con una segunda foto donde se ve el otro edificio que está dedicado solamente a habitaciones con alguna sala de estar en común para todo el edificio más la recepción.





Iba a descender hacia la pista siguiendo el curso de un riachuelo que iba camino del Valle del Duje, destacando por detrás del verde y del agua, las altas cimas de esta parte de Picos.

Imágenes en mi descenso.








Tras un cortó y cómodo descenso alcanzaría la pista minera y en donde ya asomaba la cabecera del Valle, así que en esos momentos decidí que tras la visita a las minas volvería por dicho valle y por una pequeña pista que aparecía al otro lado del riachuelo (ptos rojos).


El cielo ya había tapado todo rastro de rayo de sol pero eso no era impedimento para encontrar algún habitante del lugar que se estaba pegando un baño.


Al poco de ir avanzando por la pista ya me iba a encontrar con los primeros vestigios de huellas mineras excavadas en la roca.


Avanzando hacia las minas.


En cuanto a esta zona minera de Picos de Europa, decir que dicho lugar fue objeto de explotación minera durante casi 150 años hasta época reciente.

En 1853, la Real Compañía Asturiana de Minas comienza a hacer prospecciones en los Picos de Europa y como resultado de las cuales, descubre al año siguiente la importante presencia de cinc y plomo.
Algo más de dos años después, en 1856, comienza la explotación en Aliva y en zonas próximas, también por alguna otra compañía como la sociedad “La Providencia”.
De todas las minas de esta zona, fue esta mina de Las Mánforas, la más importante. Su explotación, con intermitencias, llegó hasta 1989 cuando se produjo el cierre definitivo.

Esta ubicación de las minas y en terreno montañoso a más de 1.500 m de altitud, supuso, en el periodo anterior a la guerra civil perjuicios a varios niveles como por ejplo…

- Los duros inviernos impedían trabajar durante todo el año y las campañas duraban desde mayo o junio hasta noviembre.

- La lejanía respecto a los pueblos más próximos como Espinama y Sotres impedía dificultades logísticas ya que por una parte el personal no podía ir a su casa y volver todos los días y por otra parte, los abastecimientos también eran más complicados.

- La salida de dar salida al mineral y de llevarlos a lugares tan distantes como Unquera que era donde se embarcaba y distante a unos 70 km, hacía que el transporte encareciera notablemente el producto.

Para mitigar entonces esos problemas las compañías construyeron casetones para alojar a su personal en varias zonas como por ejplo, Aliva, en Lloroza y en Liordes, construyéndose una gran red de caminos a través de los cuales los carros de bueyes sacaban el mineral, caminos que hoy en día son parte de las rutas que utilizamos habitualmente los montañeros por la zona a la hora de programar excursiones.

Después de la parrafada sobre esta zona minera, continuo con la ruta en cuestión, así que al poco ya me iba a encontrar con lo que debía ser la principal “plaza” de esta zona minera y en ella se encuentran un par de entradas a las minas que todavía se mantienen en pie.


Aproveché entonces para dar una vuelta por el lugar y sacar varias imágenes del entorno.























Di por concluida la visita a este lugar y mirando para el cielo, el mal tiempo estaba a punto de llegar viendo el aspecto del cielo, aunque la temperatura era buena para caminar.


Fui regresando por la pista hasta dar con el lugar donde había un puente que tras cruzarlo me llevaría a la pista que había visto al otro lado del riachuelo que descendía por el valle glaciar.


Vista hacia atrás.


Habitantes de la zona que ni se inmutaban ante el cambio de tiempo que estaba a punto de llegar.


Llegué a un punto en donde vi un buen banco de niebla que se estaba metiendo por momentos por el valle, banco que no me preocupaba en exceso ya que tenía muy claro el itinerario a seguir.


Hacia atrás la niebla parecía querer invadir la zona de las minas.


Como digo la niebla se iba metiendo por momentos y mientras tanto yo avanzaba sin ningún problemas, acelerando el paso cuando la niebla desaparecía a la espera del siguiente banco de niebla que estuviera a punto de llegar.

Descendiendo hacia el valle.


Hacia atrás, el curso superior del Río Duje.


Tras descender a la altura del riachuelo, cruzaría el mismo buscando el mejor paso, echando un último vistazo hacia toda la parte trasera del valle.


Y hacia delante otro buen banco de niebla parecía querer inundar la zona.


A partir de aquí ya caminaría metido entre la niebla a través de  varios senderos de ganado de la zona que iban camino de la pista por la que había transitado horas antes.

Fui ganando metros poco a poco sin saber en qué punto exacto alcanzaría dicha pista, pero no tenía problema con la niebla ya que el sentido de la marcha estaba claro y era cuestión de tiempo alcanzar dicha pista.

Vista hacia atrás.


Hacia delante tampoco es que se viera mucho que digamos.


Alcanzando la pista.


El resto de la ruta ya sería un regreso más o menos tranquilo por la pista hacia el lugar donde tenía estacionado el coche, aprovechando para sacar una última foto de la zona de los Invernales del Texu.


En definitiva buena ruta en la que no conseguiría mi objetivo inicial pero en la que aprovecharía para irme “a trabajar” a las minas de Cantabria.



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