Fecha: 16-10-2016.
Lugar: Gijón.
Distancia: 10 km (homologados).
Tiempo: No finalicé la carrera.
Precio: 12 Euros.
Comentario:
Tenía muchas dudas sobre si participar en esta carrera ya que desde la
prueba de la Panes – Sotres de 28,5 km sentía que el cuerpo no había recuperado
porque cada vez que quería intentar correr no aguantaba demasiado tiempo sin
empezar a notar molestias en la pierna izda (zona isquiotibiales).
De hecho, había renunciado a correr en León, uno de mis lugares preferidos
para participar en carreras, pero viendo que no andaba nada fino a nivel físico, preferí
dejar que el cuerpo descansara unos días más para así si me veía algo mejor,
correr en Gijón.
Cartel de la prueba.
Cartel de la prueba.
Un colega en este mundo del running, Rafa (del blog Maratonman), me había
ofrecido correr con su dorsal de esta carrera ya que al final no tenía previsto
acudir a la misma, así que ante dicho ofrecimiento (seguramente hubiera corrido
igualmente yo por mi cuenta) y pese a notar que no estaba nada fino y que tenía
ganas de correr de nuevo con mucha gente, me decidí a aceptar su ofrecimiento
por lo que a las 09h estaba ya recogiendo el dorsal que me había ofrecido.
Acto seguido me iría a tomar mi habitual cafetín previo a cualquier carrera
y después subiría a casa de mi hermana para acabar de prepararme para bajar
luego ya a la calle para empezar a trotar y a calentar para la carrera.
Durante el calentamiento, aunque no noté muchas molestias en las piernas,
sí que iba notando que no iba todo lo suelto y ágil a la hora de dar zancadas
pero aun así pude trotar casi dos km antes de ponerme en la parrilla de salida
en el cajón de los 50 minutos.
Sabía que en condiciones normales físicas no tendría demasiados problemas
para bajar de los 50 min, pero aunque sabía y notaba que no estaba bien
físicamente, tenía la intención de ir a por esa marca ya que actualmente (o
mejor dicho hace ya una semana) sabía que a poco que el cuerpo me respetara, la
marca de Septiembre de menos de 49 min de Ribadesella estaba en claro peligro
de ser superada.
Pero estas eran mis intenciones iniciales, nada que ver con lo que luego
pasó en la carrera, en la corta carrera que tuve y que como todas las carreras
(salgan mejor o peor o mal como la de este día..), siempre hay un aspecto
positivo que sacar y del que se puede aprender para futuras experiencias
correderas.
Tras unos minutos ya darían la salida y en esos primeros metros no notaría
nada fuera de lo normal a nivel físico.
Sin problemas para avanzar entre la gente y sorteando en ocasiones a
algunos corredores fui corriendo por terreno ascendente pero el cual no me
pesaba apenas a la hora de dar zancadas.
Una vez finalizado dicho terreno iba a llegar el panel del 1º km marcando
en dicho paso un tiempo de 04:59, ritmo rápido para lo que estoy acostumbrado a
correr pero que sentía que podía mantener sin problemas durante la carrera.
La larga recta seguía, ahora por terreno ligeramente descendente en busca
del paso del 2º Km y con sensaciones parecidas a las del primer km, así que el
paso de dicho km iba a ser casi igual al primero y marcando un tiempo de 04:58.
Después de este paso, el cuerpo iba a empezar a darme las primeras señales
en forma de ligeras sensaciones de cansancio a nivel físico en la pierna izda,
nada normales para llevar tan solo 2 km, pero que de momento no me iban a
impedir seguir corriendo al mismo ritmo que había llevado hasta esos momentos.
Tocaba dar la vuelta a la glorieta para cambiar el sentido de la marcha y
volver de nuevo a la zona de la salida, situada en Viesques.
Pese a esos primeros ligeros avisos no disminuiría la marcha y marcaría un
tiempo de paso en el 3º Km de 04:52, debido yo creo a que el terreno se
presentaba ahora en sentido ligeramente descendente en su mayor parte.
En este km me iba adelantar la liebre de los 50 min y con el pensamiento
nada más verla de que era muy “mala señal” el que me hubiera adelantado en este
km 3º cuando la intención que tenía era de no verla durante toda la carrera,
pero estaba claro que era debido a esos inicios de las molestias físicas que un
km después me impedirían continuar.
Pero fue llegar el tramo del 4º Km y el cuerpo o mejor dicho la pierna izda
en su zona de los isquiotibiales ya me empezaría a molestar bastante a cada
zancada y con el paso de los metros, dichas molestias iban a más.
Producto de esto que digo fue la decisión que tomé de bajar el ritmo, antes
ya del 4º km y marcando en el paso final por este km un tiempo de 05:15.
Trotando mientras bastantes corredores me adelantaban sin problemas, me fui
aproximando a la glorieta de Viesques ya que mi intención era evitar pararme ya
y tener que caminar más de 1 km hasta casa de mi hermana, lugar donde tenía el
campamento base.
En dicha glorieta los corredores torcerían a la drcha en busca de la zona
del Molinón y yo trotando ya casi parado, me saldría del pelotón de corredores
para una vez pasada dicha glorieta ponerme ya a caminar tranquilamente en busca
de dicha casa.
Marcaría en estos últimos 340 metros un tiempo de 02:08, un ritmo que dice
bastante de la velocidad que había llevado en estos últimos metros antes de
abandonar.
Tengo que reconocer que viendo las sensaciones de este último km y sobre
todo sabiendo que el fallo de este día había sido por tema físico después de las
últimas semanas por no haberme recuperado bien de la carrera de la Subida al
Desfiladero de la Hermida (Panes – Potes), el sentimiento que tenía no era para
nada de tristeza o decepción.
Pensaba que mejor una retirada a tiempo ahora que todavía estaba “entero” a
nivel físico, aunque con cierta cojera camino de casa de mi hermana, que haber
continuado hasta la meta “arrastrándome” y con la seguridad que hubiera roto
isquiotibiales en este día y con la consiguiente pérdida de meses a la hora de
realizar actividades deportivas.
Así que una vez que llegué a la casa, me duché y me preparé, para celebrar
que parecía que no había roto como hace años las fibras de los isquiotibiales,
lo que hice fue ir a celebrarlo a comer pulpo a los bajos del Molinón, para
hacer algo de tiempo antes del partido del Sporting que en este día jugaba
contra el Valencia.
Al final, retirada por primera vez desde que corro en estos últimos años,
pero por lo menos parecía que no había roto del todo, así que algo positivo me
había dado la carrera, aparte del hecho de que había sabido abandonar y no
tentar más al cuerpo de cara a una lesión prolongada en el tiempo, así que esto
es un poco el resumen de esta carrera que en condiciones normales me hubiera
llevado a tiempos de 48 y pico sin demasiados problemas, pero para otra vez
será…
¡Esto fue todo por este día…!.
Ya llegara el 48, pero como cuesta...y tarda...recuperate¡¡¡.
ResponderEliminarAl final fue contractura, no rotura, así que por lo menos no es tan grave como podía pensar.
ResponderEliminarEn cuanto a los tiempos, el 48 llegaría sin demasiados problemas en cuanto estuviera a nivel físico pero con la edad uno va aprendiendo a fuerza de hostias que ya no está para machacar el cuerpo como hace 25 años y encima tarda más en recuperar aunque piense que uno esté bien....