Fecha: 07-07-2020.
Lugar: Potes
(Cantabria).
Distancia total: 18,77
Km.
Tiempo: 05h:19:57
Desnivel: +1.000 m.
Picos subidos: Ninguno.
Comentario:
Verano del 2020, año
atípico a todos los niveles dada la epidemia que estamos sufriendo a nivel
mundial la mayoría de los países debido al coronavirus y al que se le ha dado
el nombre de Covid -19 así que me llegaba esta primera semana vacacional del año
y ante la imposibilidad de acercarme a Valencia a pasar unos días, decidiría
con bastantes dudas en la cabeza, acercarme a estar unas jornadas “a mi aire” a
la zona de la Liébana, concretamente al pueblo de Espinama que sería el lugar
donde montaría “el campamento base” para pasar unos días que resultarían mejor
de lo que esperaba inicialmente y a pesar del poco ambiente que me encontraría
en esta zona de Potes durante los días que estuve.
Tras concertar "cita sobre la marcha” la noche anterior en un hostal que ya conocía de alguna
visita anterior, pondría rumbo a Potes en esta mañana de Martes y con la única
incidencia de parar en Unquera a tomar mi cafetín “de siempre” y en “lugar de
siempre”.
Una vez en Potes y tras
dejar el coche en el parking principal del pueblo, me pondría a caminar a las
12h20 bajo un sol que en mi caso agradecería como pocas veces lo he hecho.
Había ojeado alguna
ruta en el mapa y que consistía en recorrer por tramos de pista que salían del
mismo Potes y que iban hacia cotas más altas situadas en la zona cercana a el
Puerto de Potes, itinerario este que me apetecía conocer mucho en este día.
Pues lo dicho, eran las
12h20 cuando este menda estaba saliendo del aparcamiento de Potes (290 m –
1.350 hab en 2018) en busca de la pista que me sacara del pueblo y que había
visto trazada en “el pergamino” de Adrados que tengo desde hace muchísimos
años.
En el aparcamiento y
con vista al Monte La Viorna (1.151 m), monte emblemático de la zona y que
preside su cumbre una cruz de 12 m y medio de altura.
Enlace de la ascensión
efectuada por este menda a dicha montaña, allá por el año 2013.
En busca del puente
sobre el Río Deva y que tendría que cruzar para acto seguido desviarme a la
izda en busca de dicha pista forestal.
Tras dar alguna que
otra vuelta de más por esta margen del río y tras preguntar a un paisano y un
chaval por el itinerario que estaba buscando (me indicarían otro diferente al
que buscaba y por el que descendería horas después), daría con el comienzo de
un tramo hormigonado que con fuerte desnivel parecía querer indicarme que por
allí se salía del pueblo así que empezaría a subir por ese tramo cementado sin
saber muy bien si era el que estaba buscando en esos momentos.
El tramo cementado
finalizaría rápidamente para dar paso a un tramo de tierra que seguía
manteniendo la tremenda pendiente inicial que había cogido en la salida.
Tras dar alguna vuelta
de más y que me llevaría a la zona donde se ubicaba un chalet sin salida, daría
la vuelta para alcanzar de nuevo un cruce en la que se cruzaban varias pistas
de tierra, sacando antes la siguiente guapa imagen de las casas situadas a esta
parte del pueblo.
El cruce en cuestión y
en el que tomaría el itinerario marcado por la flecha roja y que no se ve
realmente en la imagen siguiente.
Me encontraría entonces
con un tramo de tierra y piedras que me iría llevando a ganar metros con
muchísima facilidad y comodidad (me
encontraría muy bien a lo largo de toda la ruta de este día) en una zona
conocida como El Hoyo.
Vídeo sacado en este
tramo.
Durante la ascensión
iría viendo en muchos momentos de la misma, una serie de antenas situada en la
zona de una pequeña cumbre conocida como el Cueto Arabedes.
Mientras el ascenso se
tomaba un respiro en su desnivel, las vistas hacia la cara Sur del Macizo
Oriental de Picos irían mostrando toda su magnitud.
Tras un tramo liviano
llegaría al cruce donde el itinerario que había tomado se unía al tramo de
pista que me había indicado los dos hombres que me había encontrado al inicio
de la ruta y por el cual bajaría algunas horas después.
Aquí torcería a la izda
para afrontar un tramo cómodo que me iría acercando hasta un pequeño collado
situado antes del Collado de Miña.
Hacia el sur, vistas
hacia La Viorna (1.151 m) con la carretera de acceso al Monasterio de Sto
Toribio de Liébana.
Vistas hacia atrás
hacia la zona de las antenas y a la pista que cruzaba por debajo de estas y por
la que había venido.
Imagen en la que se
muestra el pequeño collado situado antes del de La Miña.
Descendiendo unos
metros.
Imagen sacada hacia el
Noreste y en la que se ve el pueblo de Viñón (izda) con la zona de Peña Ventosa
(1.434 m – drcha).
Llegando ya al Collado
La Miña (765 m), lugar al que llegaba una pista que procedía del pueblo de
Viñón.
Hacia atrás el tramo que
se puede apreciar que era muy fácil de caminar para este mi primer día de
estancia en la zona.
Tras realizar el
descenso que me llevaría a esta collado, la pista iniciaba un ascenso más o
menos cómodo para mantener un buen ritmo de subida mientras la zona de la Canal
de San Carlos iba poco a poco acercándose a medida que avanzaba el día.
Después de un tramo de
subida daría con un cruce que ya conocía de mi única aventura por esta zona y
que me llevaría a encontrarme de nuevo con la pista que venía del pueblo de
Colio, pista que en su día me pareció que tenía una pendiente “no apta para
cardiacos”.
Encontrándome en el
cruce con la pista de Colio (drcha).
Tras superar dicho
cruce, continuaría caminando ya por tramo conocido y que más o menos me
acordaba de él y en busca de algún tramo de pista más avanzado y que me
permitiera poder realizar una ruta circular en descenso, pasando por la zona
del pueblo de Argüébanes, para poder llegar finalmente a Potes (al final no se
me arreglaría...).
Tomando a la drcha el
tramo de pista que continuaba con su tramo ascendente.
A partir de aquí el
tramo ancho de pista finalizaría para dar paso a un claro sendero que se iría
introduciendo por zona abrupta y muy poblada de vegetación.
Excepcionales vistas
hacia el sur.
Me iba encontrando bastante
bien pese al calor que se puede decir que “pegaba de lo lindo” pero que iba
aguantando bastante bien y animado por el tiempo que hacía y por las
sensaciones, iría subiendo metros en busca de ese tramo circular que anhelaba
para este día.
Un par de imágenes
sacadas durante mi recorrido por este tramo.
Tras dar el sendero
algún zig-zag, llegaría al comienzo del tramo en donde el sendero se libraba de
la exuberante vegetación que presidía la zona y que iba en busca de la zona del
Puerto de Potes.
Alguna vista de la zona
de dicho puerto junto a parte del tramo correspondiente a la Canal de San
Carlos.
Hasta este punto
llegaría en este día al no encontrar tramo alguno de pista que me permitiera
descender en ruta circular al pueblo de Argüébanes así que daría por concluida
mi marcha en el sentido de ida para ir volviendo tranquilamente sobre mis pasos
hacia el primer cruce que había llegado en esta jornada.
El descenso lo haría
sin novedad y en cuanto me quise dar cuenta ya estaba llegando al cruce que he
mencionado anteriormente.
No me desviaría hacia
la drcha al tramo que había superado inicialmente en la ida así que optaría por
conocer el tramo, esta vez en descenso, que me habían recomendado los dos
hombres que había encontrado en el inicio de la ruta de este día.
Iniciando el descenso
por este otro tramo y alcanzando al poco, el desvío que me hubiera llevado a
las antenas que había visto al inicio de la excursión.
Tramo raudo en su
pérdida de metros y que me llevaría hasta otro cruce en el que tomaría el
desvío de la drcha, encontrándome ya con tramo asfaltado durante el resto del
día hasta llegar al coche.
La carretera me
llevaría a pasar por el pueblo o mejor dicho, las casas conocidas con el nombre
de Rases (520 m - 11 hab en 2008).
El descenso proseguía
por la carretera mientras iba disfrutando con las vistas hacia esta parte del
Valle de la Liébana, tomadas más o menos en sentido Oeste - Este.
Pocos centenares de
metros después estaba llegando al coche para concluir una primera y guapa ruta
que me permitiría realizar ya en esta primera jornada un total de 18,77 Km y
que no estaba nada mal para ser el primer día en un tiempo de 05h:19:57.
Satisfecho por lo
realizado, me iría entonces a tomar una cerveza a una terraza, para acto
seguido poner rumbo a Espinama en donde tenía reservadas cuatro noches (al
final serían cinco...) para pasar la semana “montañera” que me había ideado
sobre la marcha sin demasiadas ganas.
En Espinama me quedaría
en el Hostal Nevandi y que ya conocía del año 2016 así que no sería una
sorpresa en esta ocasión mi pernocta en dicho establecimiento rural.
Enlace del Hostal
Nevandi...
Tras descansar y
cambiarme, bajaría a cenar algo y eligiendo un solomillo que estaba bastante
bueno junto a uno de los postres típicos de la zona, la quesada.
Acto seguido tocaba
subir a la habitación a descansar para el día siguiente ya que tenía en mente
subir a la zona de la estación superior del teleférico de Fuente De para
intentar hacer algo novedoso como podía ser internarme por la zona del Collado
de Fuente Escondida pero esa era simplemente una idea que tendría que cambiar “sobre
la marcha” a las pocas horas.
¡Continuará...!.
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