lunes, 6 de julio de 2020

ERMITA DE ARCENORIO DESDE LES BEDULES.


Día: 05-07-2020.

Desnivel: +950 m.

Distancia: 27,59 Km.

Tiempo: 06h:30:26.

Picos subidos: Ninguno.


Comentario:
Comienzo este post sobre la ruta de este día de manera diferente a como lo hago habitualmente en los resúmenes de las rutas que me animo a realizar en los días que salgo a realizar rutas a la montaña y me apetece iniciar, como digo este post, avisando a cualquier que haya podido entrar en el blog a leer alguna que otra ruta y que haya dado con esta, de que la ruta objeto de este resumen transcurre en un 99 % por una LARGA, MONÓTONA Y PESADA PISTA de poco más de 13 Km por lo que la ruta en sí ya se puede imaginar el lector “lo machacona” que es para las piernas y por lo que yo más bien desaconsejaría (y escribe esto uno que no le importa para nada patear largas distancia por pistas forestales...) realizar dicha ruta partiendo desde Les Bedules hasta la zona en donde se ubica esta guapa ermita a no ser que uno esté realmente interesado en descubrir la ubicación de dicha ermita como lo que es en sí este edificio destinado al culto religioso y situado en una guapísima vega ver y muy alejado de cualquier carretera.

Pues tras este aviso, comienzo con lo que daría de sí este día en el que climatalógicamente sería un día espectacular por el sol y el calor que haría en todo momento, hecho que a este menda le suele dar siempre una motivación y fuerzas añadidas para patear por terrenos de montaña.

Refiero aquí el enlace que descubrí en Internet sobre el itinerario de este día y el que se muestra el desnivel y el perfil de lo que realizaría en esta jornada montañera...




Para sorpresa mía, me levantaría en este día a las 07h30 y tras no perder mucho tiempo en los preparativos, saldría rumbo directo hacia el Concejo de Ponga y con el único pensamiento en este día de acercarme a conocer la ubicación exacta de la ermita en un día totalmente soleado y ruta esta que llevaba persiguiendo desde hacía algunos años y que nunca me había decidido en serio a conocerla ya que me echaba un poco para atrás, el largo itinerario que tendría que hacer por pista para llegar al entorno de dicha ermita.

No podría tomar mi ración de cafeína en este día por no encontrar apenas sitios que estuvieran abiertos o que me convencieran algo para detenerme unos minutos así que pondría rumbo directo San Juan de Beleño (Ponga) y más concretamente  hacia el Collado de Les Bedules (1.085 m) en donde empezaría a caminar a las 10h05 por la pista que me llevaría en un primer momento hasta el Collado Granceno (1.195 m), tramo este archiconocido para este menda y que tengo que reconocer que nunca me ha gustado caminar y a pesar de las vistas que son realmente excepcionales hacia los Picos de Europa y algunas otras montañas del entorno.

Algunas imágenes tomadas en mi aproximación hacia dicho collado situado a unos 04,5 Km del lugar de inicio de la ruta del día.

Hacia el Este, los Picos de Europa y en primer término el pico conocido como Peña Salón (1.245 m). 


Al poco de iniciar la marcha, vista hacia atrás al Pico Carria (1.431 m – izda) y hacia el pico de la foto anterior, Peña Salón (1.245 m – drcha). 


Tras cerca de 04 Km ya iba a tener excepcionales vistas del cresterío que iba desde el Pico Sen de los Mulos (1.510 m) hasta otro pico conocido de la zona, Peña Subes (1.480 m).


Otra imagen de dicho cresterío. 


Desde el lugar en donde tomaría las dos imágenes anteriores, tendría que recorrer unos pocos centenares de metros hasta situarme en este cruce de caminos que era el paso montañoso conocido como el Collada Granceno (1.195 m), cruce de caminos que me hubieran permitido alcanzar por una parte la cumbre del Sen de los Mulos (1.510 m) de fácil ascensión y por otra, bajar hasta el pueblo perdido de Víboli e itinerario este que nunca he realizado.


Sin pararme, proseguiría por la pista, encontrándome al poco unos paneles donde indicaban que la Ermita de Arcenorio se encontraba a 10 Km y que un árbol único por su tamaño se encontraba a 01 Km como era el Roblón de Bustiello y que ya conocía de una anterior visita, roble centenario en el que hacen falta los brazos de siete u ocho personas para abrazarlo.

Imagen de cómo se mostraba la pista ganadera nada más pasar el Collado Granceno (1.195 m). 


El tramo hasta el desvío era lo único que conocía del resto de la pista que me tocaría caminar en esta jornada así que tras pasar dicho desvío (no me apetecería acercarme tanto a la ida como a la vuelta a verlo de nuevo) seguiría caminando cerca de 01h30 por esta pista y bajo un manto que me proporcionaban las ramas de la arboleda que inundaban casi todo el trayecto antes de alcanzar un paso marcado por una portilla y conocido como la Horcada Guaranga (1.370 m) y lugar en donde se ubicaban algunas trincheras con sus nidos de ametralladoras de la guerra civil.

Un par de imágenes de mi trayecto por el interior de este Bosque de Peloño y sacadas cuando la arboleda me ofreció alguna ventana entre tanta arboleda. 




La parte alta del bosque iría dejando ya algunos más claros antes de alcanzar el paso de la Horcada Guaranga (1.370 m), paso estrecho abierto en esta parte de la montaña y en el cual había un pequeño espacio habilitado para dejar un par de coches y poco más y como mostraré en otra imagen en la vuelta a Las Bedules. 


Horcada Guaranga (1.370 m). 


Una vez que crucé las portillas resulta que la pista iniciaba, ante mi desagradable sorpresa, un inicio brusco que resultaría ser de poco más de medio Km pero realmente sobresaliente en su pendiente así que no me quedaba más remedio que continuar ya que hasta este paso de la horcada, la ruta me había llevado 02h45 para cerca de 12 Km y no era cuestión de dar la vuelta y quedarme con la miel en los labios sobre el objetivo del día que como he dicho no era otra que conocer la Ermita de Arcenorio, lugar donde se celebra cada 8 de septiembre la fiesta de Nuestra Señora de Arcenorio y que conmemora en esta romería la participación del pueblo pongueto en la batalla de Pontunio (puerto del Pontón) contra los árabes (todo esto según información de Internet porque este menda no tenía ni idea del motivo de la celebración de la romería...).

¡Pues a iniciar el descenso tocaba...!. 


En estos primeros metros se puede decir que casi iba rezando mientras caminaba para que no fuera muy prolongado dicho tramo de descenso ya que la pendiente que iba perdiendo se puede decir que “era brutal” para lo que esperaba a estas alturas de la ruta y estaba seguro que luego tendría que recuperarla.

Es verdad que quizás esta sensación venía dada también a que la ruta por la pista se me había hecho un tanto pesada por tanto tramo de carretera de tierra de montaña aunque aliviada en cierta forma por el aparato de MP3 que iría escuchando durante toda la marcha y que me había regalado Adela horas después de la Media Maratón de Valencia del año pasado al perderlo en la salida con tanto corredor apetiguñado en los primeros metros.

Serían unos 500 m cuando el descenso brusco iría finalizando para dar paso a un pequeño tramo de falso llano hacia arriba y que agradecí como pocas veces he hecho.

Imágenes tomadas durante el avance en este tramo. 








A partir de la curva de la última imagen anterior, la pista iba a incrementar notablemente su pendiente durante varios centenares de metros hasta dar paso con la que quizás era la vista más deseada para mí después de la Ermita de Arcenorio, el collado conocido como el Collado de las Arriondas (1.746 m) y que pisé ya hace muchos años, concretamente el día de la muerte de Rocío Jurado (me acuerdo como si fuera hoy porque iría escuchando la noticia en la radio..) ya que aquel día me animé a subir la Peña Ten (2.142 m) y el Pileñes (2.012 m) desde el pueblo leonés de La Uña, logrando dicho día el objetivo que perseguía (eran otros tiempos...) y que había deseado también durante mucho tiempo.

Imagen del Collado de las Arriondas (1.746 m) con parte de Peña Ten (2.142 m - izda) y el Pileñes (2.012 m - drcha). 


En la zona en donde tomé la imagen anterior, me detendría unos minutos a beber algo ya que llevaba tres horas y la verdad no había bebido absolutamente nada desde la salida del coche y el calor parecía querer apretarle un poco a este menda.

Normalmente en cuanto a esto último del no beber y no comer casi nada durante las rutas, es una costumbre que siempre he tenido a la hora de salir de montaña ya que “el ayuno” lo aguanto sin problemas aunque esté caminando horas y horas (luego lo suelo recuperar en la cena y ante la recomendación de que esto está mal hecho yo siempre respondo que el cuerpo ya lo tengo acostumbrado a “vivir” así durante las salidas montañeras).

Y en cuanto al tema de la bebida es fácil. Uno puede ahorrarse beber líquido las primeras horas si momentos antes de salir del coche, uno se bebe medio litro o poco más de bebida isotónica o de agua, con lo cual el cuerpo tiene el depósito lleno para unas cuantas horas (hablo claro está, si el calor no aprieta en exceso y uno ha enseñado al cuerpo a acostumbrarse de esta manera durante las salidas...).

Pues de tanto sermón tipo “catedrático” que no venía mucho al tanto pero que me apetecía poner para dejar reflejadas mis costumbres a la hora de salir de montaña para el día que tenga Alzheimer y vea a un tío como yo haciendo montaña, ja, ja, ja, sigo con la pequeña descripción de la ruta y en estos momentos ya iba transcurriendo la ruta por terreno muy fáciles de caminar y con la pendiente poco a poco desapareciendo y lo mejor de todo, es que sabía (llevaba ya poco más de 13 Km) que la ermita no podía andar muy lejos por lo que la ruta en su tramo de ida estaba a punto de finalizar (reconozco que ganas ya había).

Imagen tomada en este tramo hacia la Peña Ten (2.142 m), una de mis cumbres preferidas desde el aspecto visual pero no por esta cara. 


El itinerario proseguía por terrenos “acolchados” de pradería hacia la Vega de Arcenorio aunque sí que es verdad que iba un poco tanteando el terreno ya que la ubicación exacta de la vega y la ermita la desconocía en esos momentos aunque había pisadas de todoterrenos que me iban guiando. 


Majada situada bajo la Peña Ten (2.142 m).


Lo siento pero esta imagen tomada algo más avanzado el itinerario y con el Collado de las Arriondas (1.746 m) al fondo, la mole de Peña Ten (2.142 m) y la majada situada en esta parte de la montaña casi se puede decir que la repito (se nota que sería una de mis preferidas durante este día...). 


En las praderías me encontraría con abundante ganado vacuno que me iba a servir de compañía en este tramo. La ruta parecía proseguir por un itinerario situado por detrás de las vacas pastando así que poco a poco me iría aproximando al ganado que veía por delante pero...


Ante las dudas si el sendero trazado en los pastos y que veía ascender podía ser el correcto, se me ocurriría asomarme a lo que parecía ser una guapa y extensa vega donde había una buena cantidad de vacas pastando y ocurrió lo que tenía que ocurrir...

¡Ante mí, la Vega de Arcenorio con su ermita...!. 


Por fin había llegado a esta vega que algunas veces había visto a través de diferentes imágenes así que como se puede suponer, no lo dudaría y perdería los pocos metros que me separaban de la ermita para aproximarme a ella y satisfacer la curiosidad de cómo podía ser su interior. 






Satisfecho de estar en este lugar después de 13,90 Km en un tiempo de 03h:25:01, “pequeña” paliza que me había pegado en esta jornada para conocer una ermita a la que la tenía ganas desde hacía mucho tiempo (y ya van dos este año junto a la de Ventaniella, situada también en este Concejo de Ponga).

Enlace de la Ruta de Ventaniella, realizada hace unas pocas semanas atrás...
Ganado en la Vega de Arcediano. 


Me aproximaría un centenar de metros hasta la ubicación de unas cabañas situadas en esta vega y en las que apetecía quedarse a pasar un par de días. 




El paseo por la vega daba a su fin para entonces ir regresando a la ermita y pillar ya la vuelta por el mismo itinerario que había realizado en el trayecto de ida. 




Echando la vista hacia atrás hacia el itinerario que me hubiera conducido hacia el pueblo leonés de la Uña. 


Y también, último vistazo hacia la majada que había descubierto un rato antes. 


Curiosa señal de tráfico por la ubicación y que me encontraría a la vuelta situada junto a un árbol. 


La vuelta me la tomaría con filosofía para llevarla mejor. Iría descendiendo y luego ganando metros con más facilidad de lo que me esperaba hasta la Horcada Guaranga (1.370 m) y hasta encontrarme ya con la pista que me iba a llevar directo hasta el coche situado en Les Bedules.

Descendiendo esos primeros metros desde Arcenorio. 


Pequeño aparcamiento habilitado metros antes de la Horcada Guaranga y... ¡Juro que el coche no es mío y que me hice la ruta de este día pasito a pasito!.133(Pto rojo señala el Collado Granceno, situado todavía a 04,5 Km del coche).


El trayecto de vuelta por la pista lo haría mejor de lo esperaba ya que seguiría entretenido con los pocos minutos de música que el aparato todavía me ofrecería y este tramo no me sería realmente todo lo pesado que cabía esperar cuando estaba todavía en Arcenorio.

Algunas imágenes tomadas durante el trayecto por esta parte del Bosque de Peloño. 




Imagen tomada en la vuelta y a mi espalda hacia la Peña Ten (2.142 m) y al Pileñes (2.012 m) en el que la niebla parecía estar jugando en su cumbre. 


El trayecto hasta el Collado Granceno (1.195 m) lo haría en poco más de otra hora, a ritmo continuo y sobre todo con ganas de llegar a dicho collado ya que suponía otra “meta volante” en mi acercamiento hasta el coche y encontrándome “bastante bien” durante la subida que tendría que superar antes de afrontar los últimos 04,5 Km de caminata por la pista que esos ya serían con otras sensaciones como esperaba mientras iba caminando por la pista.

Decir que en este tramo efectuaría mi segunda parada del día para beber algo ya que la sensación de sed parecía querer apretar algo.

Una vez en el collado no me detendría y continuaría ya por la pista y con sensaciones ya bastante más cansinas que durante el tramo anterior.

En este último tramo hasta el coche todavía sacaría la última imagen del día en la que veía como la niebla estaba jugando con las altas cumbres de los Picos de Europa. 


Llegaría finalmente al coche, bastante machacado a nivel de piernas y pies, cosa que esperaba desde el principio de la ruta ya que sabía cómo era de larga la ruta de este día y por lo pesado que se me iba a hacer por transitar por el terreno duro de una pista de montaña.

El GPS me daría unas cifras para la vuelta de 13,69 Km en un tiempo de 03h:05:25 y para completar una ruta final de 27,59 Km en 06h:30:26, números que constituyen, sino me equivoco, récord anual tanto en cuanto a nº de Km en una pateada como de mayor tiempo estando caminando.

Al final, satisfecho con la ruta realizada aunque sí que es verdad que acabaría muy machacado a nivel articular y como he dicho al principio del post, no recomendaría a nadie acercarse a la zona de la ermita a no ser que esté dispuesto a meterse una buena pateada por pista y con todo lo que ello implica.

Como última apreciación al post, decir que hasta hace bien poco imaginaba con subir a Peña Ten (2.142 m) partiendo desde este Collado de Les Bedules pero visto lo de este día, creo era muy optimista sobre mis posibilidades actuales a la hora de completar dicha ruta con cierta solvencia.

¡Ya veremos en un futuro...!.

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