lunes, 3 de julio de 2017

VACACIONES 2017… MONASTERIO DE PIEDRA Y ZARAGOZA… 4º Día (VERA DE MONCAYO, MONASTERIO DE VERUELA, PARQUE NATURAL DEL MONCAYO, LOS FAYOS, TARAZONA).



Fecha: 22-06-2017.

Lugares visitados en este post: Vera de Moncayo y Monasterio de Veruela.


Comentario:
Tras haber llegado el día anterior a Zaragoza y haber salido por la tarde – noche en una buena caminata hacia la zona del Río Ebro y de la Plaza del Pilar, comenzaba este primer día teniendo como “campamento base” el hotel de Zaragoza y en un día en el que nos íbamos a dedicar a conocer la zona próxima del Parque Natural del Moncayo, zona que parecía tener algunas cosas muy interesantes que ver, así que tras desayunar en el hotel ya nos pondríamos en marcha por la Autopista hacia Logroño para salirnos en el desvío de la población de Borja y con la intención de ir acercándonos hacia la zona del Parque Natural del Moncayo, parque natural al que le tenía ciertas ganas desde hacía algún tiempo.

En nuestro camino hacia dicha zona montañosa daríamos con un primer pueblo, Vera de Moncayo, que parecía tener algunas cosas que ver, entre ellas un monasterio que había descubierto días atrás en casa indagando por Internet y el cual parecía tener muy buena pinta, así que tras parar el coche ya tocaba realizar la primera visita del día, en este caso a dicho pueblo, Vera de Moncayo (631 m – 383 hab en 2016).

Daríamos una breve vuelta por el pueblo a través de la Calle Mayor hasta dar con la iglesia del pueblo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad de la Villa de la Vera.

Imagen de dicha iglesia desde la plazoleta donde acaba la Calle Mayor del pueblo.


La verdad a ninguno de los dos nos daría más este pueblo, así que con cierta celeridad retornamos al coche para poner rumbo al edificio más importante que suponía que debía tener esta zona y que estaba muy próximo al pueblo, el Real Monasterio de Santa María de Veruela.

Enlace con información de este monasterio cistercense del siglo XII…


Bajo un sol que ya se dejaba notar con mucha claridad aparcamos el coche y ya nos iríamos directamente a por las entradas para visitar el monasterio (1,80 euros cada una) y no sé el porqué pero tenía muy buenas vibraciones en cuanto a la visita que íbamos a realizar a este lugar y en este día.

Trío de imágenes de la entrada a todo el recinto amurallado del monasterio.






El monasterio desde el aire (Imagen sacada por Internet).


Plano del Monasterio de Veruela así como de su interior (Última imagen sacada por Internet).




Una vez con los tickets en la mano ya entramos al interior de la zona propia de dicho recinto y lo primero que nos encontramos fue con un largo paseo, protegido del sol por los árboles, que nos iba a dirigir directamente hacia la puerta de la iglesia del monasterio y por el cual se supone que deben ir las parejas de novios cuando van a casarse a dicha iglesia, ya que en la actualidad se utiliza la misma habitualmente para bodas.




Un par de imágenes de la entrada a la iglesia.




Al lado mismo de la entrada y a la drcha (en el sentido de la marcha) íbamos a entrar en un patio en el cual ya estaba la puerta de entrada que nos permitiría descubrir las maravillas que pudimos ver sobre la parte del conjunto monumental que dejaban visitar.

Tras un gran hall alargado de entrada ya entraríamos en la zona del claustro y de sus pasillos, el cual tengo que reconocer que era “una pasada” por lo bien conservado que estaba a lo largo de sus paredes y suelos.






Para un amante de los monasterios como es este menda ya que le dan muy buenas vibraciones los mismos así como ese punto de tranquilidad que no se tiene por fuera de ellos, estaba siendo un privilegio y un descubrimiento la visita de dicho edificio, aunque lo malo es que el menda en cuestión no se había quitado las gafas de sol por lo que lo que estaba viendo estaba más bien en tonos oscuros que otra cosa, pero aun así lo que se veía sí que era digno de admirar y por el precio de la entrada que nos habían cobrado, se puede decir con rotundidad que iba a ser una visita “regalada”.

A lo largo de los pasillos del claustro se iban viendo diferentes salas, como por ejplo la Sala del Refectorio o lo que es lo mismo, la sala que tenían destinada a las comidas los monjes del monasterio.


Otra sala anexa al jardín del claustro, El Lavatorio.


Seguimos caminando por el claustro, tal como si fuéramos monjes “reflexionando”.


Desde uno de los pasillos del claustro, El Lavatorio.


La zona del jardín del claustro.


Un par de imágenes de la entrada a La Sala Capitular, el lugar de reunión de los monjes en los monasterios.




Detalles del interior de dicha sala.




La siguiente sala a la que íbamos a entrar iba a ser la de la Sacristía, sala con buenas decoraciones en el techo, así que vamos con unas imágenes de dicha sala.






De esta sala se salía a la sala de la Antesacristía y de esta otra sala ya se entraba a la iglesia del monasterio, así que fue poner un pie en dicha iglesia y por un lado y ante el buen consejo que me daría Adela sobre mis gafas de sol y sobre la conveniencia de cambiar a unas normales y por otro lado, ante la certeza de que por culpa de las mismas este menda se estaba perdiendo ver con claridad todas las maravillas que nos estaba ofreciendo el recinto, me fui casi corriendo hasta el coche (varios centenares de metros) a por las gafas normales y nada más ponérmelas, la impresión que tuve al volver al entrar al claustro supongo que fue similar el tío que pasa de un televisor de los años 60 a uno de alta gama del año 2017.
Y así, en buenas condiciones visuales pude acabar la visita al monasterio y en todo su recorrido a la iglesia del monasterio.

Entrada de la iglesia desde el interior de la misma (Portada Rococó).


El altar.




Una pequeña parte de la iglesia con la entrada al fondo desde el exterior a la misma.


Un par de detalles de su interior.




La iglesia vista desde esta puerta de entrada desde el exterior y en la cual se puede ver o intuir la magnitud de la misma.




Y esta parte de la iglesia era lo último que dejaban ver del monasterio, ya que estaba cortado el absceso al piso superior del claustro, una pena, así que aunque todavía estaríamos un rato disfrutando de dicho claustro, ya nos enfilamos por uno de los pasillos del mismo hacia el exterior del edificio, recibiéndonos con un calor casi sofocante el astro rey (¡y con lo bien que se estaba dentro de los muros…!).


Como pequeña anécdota sobre este monasterio, en el mismo estuvo una temporada el famoso poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer entre Diciembre de 1863 y Julio de 1864 y en donde escribió "Cartas desde mi celda".

Pues al final, resultaría una de las mejores visitas que podríamos realizar en estos días al interior de cualquier monumento, sino la mejor, visita imprescindible para el que se quiera perder unos días por la zona y creo que uno de los grandes monasterios desconocidos en España, de hecho parece que tampoco es que esté muy anunciado a nivel turístico, quizás por ello lo del precio por visitarlo (1,80 euros por persona), así que mejor sigue así siendo un enclave desconocido para el gran público.

Mi opinión personal… ¡La mejor visita de interior que pudimos realizar en estos días.!.

Tras la visita ya nos dirigiríamos hacia la Sierra del Moncayo y con el objetivo de subir al Santuario de la Virgen del Moncayo, pero eso ya es para el siguiente post…




2 comentarios:

  1. Una maravilla de monasterio, que lo sigais pasando muy bien¡¡¡.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Rafa, visita muy recomendable...Eso hicimos, pasarlo bien viendo cascadas y piedras...

    ResponderEliminar