Fecha: 22-06-2017.
Lugares visitados en
este post: Vera de Moncayo y Monasterio de Veruela.
Comentario:
Tras haber llegado el
día anterior a Zaragoza y haber salido por la tarde – noche en una buena
caminata hacia la zona del Río Ebro y de la Plaza del Pilar, comenzaba este primer día
teniendo como “campamento base” el hotel de Zaragoza y en un día en el que nos
íbamos a dedicar a conocer la zona próxima del Parque Natural del Moncayo, zona
que parecía tener algunas cosas muy interesantes que ver, así que tras
desayunar en el hotel ya nos pondríamos en marcha por la Autopista hacia Logroño
para salirnos en el desvío de la población de Borja y con la intención de ir
acercándonos hacia la zona del Parque Natural del Moncayo, parque natural al
que le tenía ciertas ganas desde hacía algún tiempo.
En nuestro camino hacia
dicha zona montañosa daríamos con un primer pueblo, Vera de Moncayo, que
parecía tener algunas cosas que ver, entre ellas un monasterio que había
descubierto días atrás en casa indagando por Internet y el cual parecía tener
muy buena pinta, así que tras parar el coche ya tocaba realizar la primera visita
del día, en este caso a dicho pueblo, Vera de Moncayo (631 m – 383 hab en 2016).
Daríamos una breve
vuelta por el pueblo a través de la Calle Mayor
hasta dar con la iglesia del pueblo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad de la Villa de la Vera.
Imagen de dicha iglesia
desde la plazoleta donde acaba la Calle Mayor
del pueblo.
La verdad a ninguno de
los dos nos daría más este pueblo, así que con cierta celeridad retornamos al
coche para poner rumbo al edificio más importante que suponía que debía tener
esta zona y que estaba muy próximo al pueblo, el Real Monasterio de Santa María
de Veruela.
Enlace con información
de este monasterio cistercense del siglo XII…
Bajo un sol que ya se
dejaba notar con mucha claridad aparcamos el coche y ya nos iríamos
directamente a por las entradas para visitar el monasterio (1,80 euros cada
una) y no sé el porqué pero tenía muy buenas vibraciones en cuanto a la visita
que íbamos a realizar a este lugar y en este día.
Trío de imágenes de
la entrada a todo el recinto amurallado del monasterio.
El monasterio desde el
aire (Imagen sacada por Internet).
Plano del Monasterio de
Veruela así como de su interior (Última imagen sacada por Internet).
Una vez con los tickets
en la mano ya entramos al interior de la zona propia de dicho recinto y lo
primero que nos encontramos fue con un largo paseo, protegido del sol por los
árboles, que nos iba a dirigir directamente hacia la puerta de la iglesia del
monasterio y por el cual se supone que deben ir las parejas de novios cuando
van a casarse a dicha iglesia, ya que en la actualidad se utiliza la misma
habitualmente para bodas.
Un par de imágenes de
la entrada a la iglesia.
Al lado mismo de la
entrada y a la drcha (en el sentido de la marcha) íbamos a entrar en un patio
en el cual ya estaba la puerta de entrada que nos permitiría descubrir las
maravillas que pudimos ver sobre la parte del conjunto monumental que dejaban
visitar.
Tras un gran hall
alargado de entrada ya entraríamos en la zona del claustro y de sus pasillos,
el cual tengo que reconocer que era “una pasada” por lo bien conservado que estaba a lo largo de sus paredes y suelos.
Para un amante de los
monasterios como es este menda ya que le dan muy buenas vibraciones los mismos
así como ese punto de tranquilidad que no se tiene por fuera de ellos, estaba
siendo un privilegio y un descubrimiento la visita de dicho edificio, aunque lo
malo es que el menda en cuestión no se había quitado las gafas de sol por lo
que lo que estaba viendo estaba más bien en tonos oscuros que otra cosa, pero
aun así lo que se veía sí que era digno de admirar y por el precio de la
entrada que nos habían cobrado, se puede decir con rotundidad que iba a ser una visita “regalada”.
A lo largo de los
pasillos del claustro se iban viendo diferentes salas, como por ejplo la Sala del Refectorio o lo que
es lo mismo, la sala que tenían destinada a las comidas los monjes del
monasterio.
Otra sala anexa al
jardín del claustro, El Lavatorio.
Seguimos caminando por
el claustro, tal como si fuéramos monjes “reflexionando”.
Desde uno de los
pasillos del claustro, El Lavatorio.
La zona del jardín del
claustro.
Un par de imágenes de
la entrada a La Sala
Capitular , el lugar de reunión de los monjes en los
monasterios.
Detalles del interior
de dicha sala.
La siguiente sala a la
que íbamos a entrar iba a ser la de la Sacristía , sala con buenas decoraciones en el
techo, así que vamos con unas imágenes de dicha sala.
De esta sala se salía a
la sala de la
Antesacristía y de esta otra sala ya se entraba a la iglesia
del monasterio, así que fue poner un pie en dicha iglesia y por un lado y ante
el buen consejo que me daría Adela sobre mis gafas de sol y sobre la
conveniencia de cambiar a unas normales y por otro lado, ante la certeza de que
por culpa de las mismas este menda se estaba perdiendo ver con claridad todas
las maravillas que nos estaba ofreciendo el recinto, me fui casi corriendo
hasta el coche (varios centenares de metros) a por las gafas normales y nada
más ponérmelas, la impresión que tuve al volver al entrar al claustro supongo
que fue similar el tío que pasa de un televisor de los años 60 a uno de alta gama del año
2017.
Y así, en buenas
condiciones visuales pude acabar la visita al monasterio y en todo su recorrido
a la iglesia del monasterio.
Entrada de la iglesia
desde el interior de la misma (Portada Rococó).
El altar.
Una pequeña parte de la
iglesia con la entrada al fondo desde el exterior a la misma.
Un par de detalles de
su interior.
La iglesia vista desde esta puerta de entrada desde el exterior y en la cual se puede ver o intuir la magnitud de
la misma.
Y esta parte de la
iglesia era lo último que dejaban ver del monasterio, ya que estaba cortado el
absceso al piso superior del claustro, una pena, así que aunque todavía estaríamos
un rato disfrutando de dicho claustro, ya nos enfilamos por uno de los pasillos
del mismo hacia el exterior del edificio, recibiéndonos con un calor casi
sofocante el astro rey (¡y con lo bien que se estaba dentro de los muros…!).
Como pequeña anécdota sobre este monasterio, en el mismo estuvo una temporada el famoso poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer entre Diciembre de 1863 y Julio de 1864 y en donde escribió "Cartas desde mi celda".
Pues al final, resultaría
una de las mejores visitas que podríamos realizar en estos días al interior de
cualquier monumento, sino la mejor, visita imprescindible para el que se quiera
perder unos días por la zona y creo que uno de los grandes monasterios
desconocidos en España, de hecho parece que tampoco es que esté muy anunciado a
nivel turístico, quizás por ello lo del precio por visitarlo (1,80 euros por
persona), así que mejor sigue así siendo un enclave desconocido para el gran
público.
Mi opinión personal…
¡La mejor visita de interior que pudimos realizar en estos días.!.
Tras la visita ya nos
dirigiríamos hacia la Sierra
del Moncayo y con el objetivo de subir al Santuario de la Virgen del Moncayo, pero
eso ya es para el siguiente post…
Una maravilla de monasterio, que lo sigais pasando muy bien¡¡¡.
ResponderEliminarGracias Rafa, visita muy recomendable...Eso hicimos, pasarlo bien viendo cascadas y piedras...
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