Día: 14-06-2020.
Desnivel: +710 m.
Distancia: 14,43 Km.
Tiempo: 04h:22:58
Picos subidos: Ninguno.
Comentario:
Enlace de la 1ª
Parte....
Nos ponemos en
situación y en el comienzo de la crónica de esta segunda parte así que tras el
descenso del Collado Robiella pillaría el tramo de sendero ancho que me
llevaría hasta otra majada de la zona, la de la Majada Prieya.
Este tramo hasta la
majada se encontraba embarrado al igual que en la anterior y única ocasión en
que me había dejado caer por el mismo así que sabiendo en las condiciones en
las que estaba el mismo me desviaría unos metros antes por un estrecho sendero
que iba por encima y al lado del sendero principal de dicha majada.
Un par de imágenes de
este tramo.
Llegando a las primera
cabaña de la Majada Prieya.
Dejaría atrás esta
primera construcción ganadera para irme aproximando a las últimas y en donde
pillaría ya el sendero de la ruta circular de la Sierra del Crespón y que
conocía del mes de Febrero.
Transitando por la zona
de esta majada y en busca del sendero que acabo de mencionar.
Nada más alcanzar este
sendero quedaría “asustado” e “impresionado” de cómo había cambiado el mismo
pasados estos tres meses desde el inicio del confinamiento ya que el mismo se
encontraba totalmente abordado por la exuberante vegetación en forma de hierbas
y helechos aparte del barro que inundaba todo su recorrido.
Imagen de dicho sendero y el cual me llevaría al primer collado del día.
Vistas hacia el sur,
similares a las de la primera parte de la ruta.
Alcanzaría este primer
collado en el cual se encontraban algunas vacas descansando en el prado pero lo
que era tomar el solo como que no, ya que el cielo iba poco a poco empeorando.
Echando la vista hacia
atrás una vez que llegué al collado.
Grupo de vacas
descansando en este collado y próximas al siguiente collado al que tendría que
llegar en breve.
Tras este collado
tomaría el sendero que me aproximaría a un segundo en el que también me
encontraría con más “lugareñas” tiradas en el verde.
Echando la vista hacia
el primero.
“Las lugareñas” que he
mencionado anteriormente.
Desde este collado ya
vería la pista hormigonada por la que tendría que descender y la zona de la
Majada de la Escrita a la que tendría que llegar para iniciar dicho descenso.
Vendría ahora el tramo
más complicado para caminar ya que durante uno o dos centenares de metros en el
mismo me encontraría con un cableado que aseguraría el avance que iba poco a
poco realizando y poniendo bastante cuidado en donde pisaba por encontrarse “el
piso” tapado por la vegetación y con mucha humedad.
Trío de imágenes
mostrando esta zona.
Tras esta zona ya me
encontraría casi justo por encima de la Majada de la Escrita y a la que tendría
que llegar para iniciar el descenso directo hacia Soto de Agues o por lo menos
eso yo creía en esos momentos.
Vista hacia atrás (el
tramo rocoso del centro de la imagen era donde estaban situados los cables que
me ayudarían a la hora de avanzar...).
Pero a la majada no
bajaría directamente sino que iría caminando por encima de la tubería de agua
instalada por encima de dicha majada y en busca del sendero que me bajara
directo a la misma.
Sendero que alcanzaría
en otro cruce al que llegaría tras superar un tramo en el que el sendero estaba
bastante tomado por la vegetación (drcha, sendero por el que vendría para
alcanzar el cruce - izda, sendero que tomaría para ir descendiendo a la majada).
Iría descendiendo entre
un mar de helechos por un sendero que se dejaba caminar bien para llegar
finalmente a una de las cabañas de esta Majada de La Escrita.
Saldría al terreno
abierto que estaba situado por delante de una de las cabañas y en el que
empezaría a descender bruscamente en busca de la pista de acceso que partía
desde cotas menores hasta dicha majada.
Localizaría enseguida
la pista por la que tendría que descender. Inicialmente pensaba que la misma me
bajaría directo a Soto de Agues pero la misma iría serpenteando para tomar
dirección del pueblo de Villamorey.
Mas o menos cerca de
Soto de Agues saldría en la segunda parte de la bajada por la pista un sendero
que parecía estar algo tomado por la vegetación, desvío que obviaría por no
tenerlo muy claro pero que casi se puede decir que estoy convencido de que seguramente
me hubiera llevado hasta el pueblo donde había dejado el coche hacía unas
horas.
Seguiría entonces por
la pista que iba dirección a Villamorey para poco antes de llegar a este
pueblo, dar la pista un giro que me bajaría a la carretera general.
Una vez en la misma ya
recuperaría el par de Km que me separaban del pueblo al que llegaría con el
estado del cielo amenazante de lluvia pero que todavía aguantaría algo menos de
una hora, tiempo que aprovecharía para cambiar e irme a tomar algo al mismo bar
en el que a las 12h había tomado el cafetín de turno.
Una vez en el coche
empezaría a diluviar y a ponerse muy feo todo el entorno del pueblo y de la
zona de la Sierra del Crespón como las zonas de montaña anexas a esta parte del
Concejo de Sobrescobio.
Vídeo del diluvio.
En resumen... Se puede
decir que la ruta saldría muchísimo mejor de lo que esperaba inicialmente y que
me serviría para “cargar pilas” después del día anterior.
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