Día: 20-08-2016.
Lugar: Costa Quebrada (Cantabria).
Desnivel: Sin apenas subidas (ruta familiar, siempre y cuando no se acerque demasiado a los acantilados…).
Longitud: 13 Km (Ida...7 Km hasta la Playa de Canallave y
con múltiples rodeos).
Tiempo total: 05h45 (Ida... 3h15, con infinidad de paradas).
Comentario:
Tenía muchas ganas de acercarme a esta zona de la
costa cántabra ya que había visto en numerosos reportajes en Internet imágenes
de la misma y por lo que me había parecido pintaba muy bien para el día en el que me
pudiera acercar a dicha zona, así que finalmente en este Sábado día 20-08-2016
y después de “estudiar” la tabla de mareas para que coincidiera mi pateada con
la hora de la máxima bajada del agua del mar, me dirigiría a la zona situada
entre Torrelavega y Santander (previa parada en la cafetería Royal III, situada
en Los Tánagos, para tomar mi cafetín con bayles) y concretamente a la localidad
de Liencres, pueblo en donde dejaría el coche aparcado enfrente del Hotel
“Calas de Liencres”.
Dada la belleza que había visto de esta costa en
Internet y dado lo "pesado" que es este menda para el tema fotográfico, sabía que
con un día no me iba a dar para casi nada y que tendría que volver algún día
más, hecho que no me importaba ya que para una vez que me dejaba caer por esta
zona, prefería ir caminando “en plan tranquilo” sin perder detalle de lo que me
tocara descubrir en este día, así con “esas” fui descendiendo 1 km aprox por
carretera hasta la urbanización que recibe el nombre de Somocuevas, muy próxima
ya a la línea costera.
No conocía nada de esta parte de Cantabria, así que
me motivaba muy mucho la ruta que pudiera hacer en este día ya que como suele
ser muy habitual, las rutas de costa suelen ser muy vistosas para el mundo de la
fotografía, aparte de que no son pateadas que se hagan muy dificultosas para
caminar.
Antes de continuar, mencionar que en esta primera parte de la ruta pondré diferentes imágenes en mi ida hasta la Playa de Canallave, ida que
se produjo durante la marea baja ya que cuando aparqué el coche era las 12h por
lo que caminaría al principio de la ruta cuando la marea estaba todavía
bajando.
Llegaría al final de la carretera para pillar allí
un sendero ancho que me iba a llevar al entorno de la Playa de Somocuevas, pero
antes de sacar la primera imagen de esta playa, sacaría una primera instantánea
hacia la parte Este de la franja costera que iba hacer en este día.
Primera imagen de la parte Este de la Costa Quebrada
en marea baja (si se toma como punto central esta parte de la Playa de
Somocuevas) y que no llegaría a visitar en este día, acompañada de una segundo
foto (sacada a la vuelta) en la que se ve el mismo entorno y con la marea subiendo.
Dejaré las fotos del entorno con la marea subiendo
para la segunda parte de la ruta (que publicaré a continuación de este post),
así que la ruta en sí empezaba y a partir de aquí ya iba a tomar rumbo Oeste
para acercarme finalmente a la playa conocida como Playa Canallave, punto final
de la caminata de la ida en este día.
Pero antes de llegar al destino final de la playa
anteriormente mencionada, me iba aparecer el primer arenal del día, la Playa de
Somocuevas, playa con una longitud de 100 m y en la que para acceder a ella hay
que bajar por una escalera de 139 peldaños.
El nombre de dicha playa proviene de las cuevas que
hay entre las rocas de la punta de Somocuevas y dicha playa es muy frecuentada
por nudistas
Dejé atrás la bajada a dicha playa para coger entonces
un sendero que me iría elevando hasta un montículo en donde había un vértice
geodésico, montículo que me iba a ofrecer espectaculares vistas del paisaje que
iba a venir a continuación.
Descendí unos metros hacia la zona de los
acantilados para apreciar mejor dichas caídas, llegando a un punto en el que si
daba paso y medio me iba para abajo, así que pasé de arriesgarme más y con esta
imagen di por visto las caídas de este primer tramo de acantilados.
Otra imagen sacada desde esta zona y con el terreno
“de pradería” que fui superando a un ritmo muy lento y con incontables paradas.
Atrás ya iba quedando la Playa de Somocuevas.
Descendí unos metros desde el vértice geodésico del
montículo que había subido y de repente me iba aparecer la playa estrella del
día o lo que es lo mismo la Playa del Madero, playa muy tranquila y que en esos
momentos se encontraba totalmente libre del agua, tal como esperaba, dadas las
horas que eran.
De vez en cuando en mi aproximación a esta segunda
playa del día, echaba la vista hacia atrás y como se puede ver la primera playa
del día ya iba quedando cada vez más lejana.
Un par de vistazos hacía lo que iba dejando por
detrás.
Fui perdiendo metros hacia la playa pero caminando
muy cerca de las caídas al mar, estando en ocasiones el sendero bastante
inundado por la arena, tal como se puede ver en la siguiente foto.
De vez en cuando me asomaba a los acantilados, los
cuales me ofrecían vistas espectaculares hacia adelante.
Y también hacia atrás.
Tramo muy guapo de descenso y con una vista
inmejorable de esta Playa del Madero.
Me fijaría en un fenómeno curioso en las paredes que
protegían a dicha playa, con una primera parte en la que había una especie de
“azulejos naturales” clavados en la pared y con una segunda parte ya desgastada
por los embates del mar y que se encontraba más próxima a la orilla de la
misma.
Un par de imágenes de esto que acabo de comentar.
Y por fin, ya en la playa y en la que había muy poca
gente.
Me acerqué a la oquedad del muro de roca que
separaba el arenal de todo el oleaje que en esos momentos se estaba produciendo
en el mar y que horas después sería golpeado por las fuertes olas que iban a
chocar una y otra vez contra el murallón rocoso y en donde en su base todavía
quedaban los restos del agua que horas antes habían saltado y salpicado dicha
oquedad.
Mirando hacia atrás, hacia la zona más alejada de la
orilla y observando las diferentes formas del terreno erosionado por la fuerza
del agua.
Me acercaría unos minutos a la orilla y tras unos
minutos ya iría dando la vuelta para seguir con el itinerario de la ruta.
Dejando atrás dicha playa.
Antes de seguir rumbo Oeste me iba acercar a sacar
foto del agujero que se encontraba por el terreno (unos 30 m aprox de profundidad) y que tenía
toda la pinta de que el agua del mar iba a entrar en cuanto la marea subiera,
tal como así fue.
Parte trasera de la playa.
Y la parte más próxima a la orilla.
Una de las cosas que más me atrae de ver el litoral
en marea baja es ver la rasa costera asomando libre de las aguas y esta vez no
iba a ser diferente de mis visitas a otras zonas de la Costa Cantábrica.
Un par de imágenes de la Playa del Madero que poco a
poco se iba quedando atrás.
Avanzando y viendo la espectaculares vistas de la
costa salpicada por el abundante oleaje de este día, señal de que la idea de
bañarse no era la mejor que uno pudiera tener en este día.
Iba a tener que descender unos metros hasta las
ruinas de una cabaña para continuar con la ruta, ruta que como se ve en la
siguiente imagen no tenía ningún tipo de problemas en cuanto a la orientación.
Me iba acercar a las mismas caídas para sacar la
primera imagen de la Playa de Canallave.
Por sendero de arena entre la vegetación, el cual, iba a enlazarme con un tramo asfaltado que me llevaría definitivamente al
aparcamiento de la playa.
Tras unos 7 km desde el lugar donde había dejado el
coche (incluyen muchos rodeos por la costa), llegaría a dicho aparcamiento y me
iba a dirigir entonces a un pequeño montículo de arena que me iba a permitir ver mejor toda esa
zona del parking, así como del chiringuito de esta playa.
Por detrás del chiringuito me iba aparecer la Playa
de Valdearenas, playa que se comunica en marea baja con esta Playa de
Canallave.
Tramo de costa que separa ambas playas.
El chiringuito de esta playa.
No me extrañó nada que no hubiera gente en el agua
ya que la playa tiene toda la pinta que debe ser muy peligrosa para el baño,
tanto por el oleaje como por las corrientes de la misma, de ahí la bandera roja
que ondulaba en el puesto de socorristas.
Y antes de marchar, iba a sacar foto-recuerdo de la
Playa de Canallave.
No pararía a tomar nada en el chiringuito, así que
tranquilamente y ya con menos paradas fui regresando con el objetivo de ver
como entraba el mar en la segunda playa del día, la Playa del Madero, ya que la
marea ya estaba subiendo, pero eso es ya para el siguiente post…