Día: 28-07-2019.
Desnivel: +450 m.
Picos subidos: Ninguno.
Longitud: 10,91 Km.
Tiempo: 02h:51:39
Comentario:
Me acercaría en esta ocasión para caminar algo hasta
la zona de la Babia y en concreto hasta el pueblo de Torre de Babia (1.290 m –
31 hab en el 2017) para realizar una ruta que ya conocía y que me iba a llevar
hasta una laguna situada en un enclave privilegiado de la montaña cantábrica,
la conocida como Laguna de los Verdes, así que comenzaría a caminar desde dicho
pueblo por una pista que me iría elevando hasta aproximarme prácticamente a las
inmediaciones de dicha laguna.
Saliendo del pueblo.
Un par de imágenes hacia atrás durante esta primera
parte de la ruta.
Vistas hacia el Este de la pista, en concreto hacia
el Pico Sufruncio (1.857 m).
Primero de los cruces que me encontraría por el camino,
teniendo siempre que tomar el itinerario a la izda en ambos.
Vistas hacia adelante nada más tomar el segundo
desvío.
La pista me iría llevando por terreno cómodo para
transitar y con vistas siempre hacia la zona de los Picos Las Eras (2.113 m) y
Montihuero (2.187 m).
Más vistas en mi itinerario hasta la primera meta
volante del día, la situada en la Majada de los Verdes.
Majada de los Verdes.
La pista aquí iba a desaparecer para convertirse en
un claro y cómodo sendero que me iba a ir llevando tranquilamente hasta el
enclave idílico en donde estaba situada la laguna.
Vista hacia atrás de la Majada de los Verdes.
Algunas imágenes durante mi aproximación.
Y por fin, tras 01h30 llegaría a la Laguna de los
Verdes, situada a una altitud de 1.740 m aprox.
Tras estar un rato disfrutando del entorno, ya
emprendería el camino de regreso hacia el coche, camino en el que sacaría
algunas imágenes como las que siguen…
Los picos Morronegro (2.151 m – drcha) y la Peña Congosto
(2.085 m - centro), zona en la que estaría algunos días más tarde.
Varias imágenes hacia la cumbrera comprendida entre
las Eras y el Montihuero.
Para llegar finalmente al pueblo, en el tramo final
de la pista me iría hasta el principio del mismo, obviando el desvío que me
había visto caminar en los primeros centenares de metros de la ida.
Dando con el pueblo y con la capilla situada en el
mismo.
Llegaría al coche sin novedad alguna para completar
el guapo “paseo” de este día que me duraría algo menos de tres horas, como
digo, “un paseo” hace unos años pero que en esta ocasión ya se trataría más
bien de una corta ruta senderista, dados mis problemas de pisada.
Para volver a casa, pasaría ante por el Valle de Arbás
y que me llevaría hasta Villamanín para acabar comiendo algo en “El Ezequiel”
una tónica que me tomaría durante la semana que estaba a punto de comenzar.
Valle de Arbás.
En resumen, guapa ruta y en la que no me apetecería
hacer nada más de lo que he mencionado anteriormente.
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