Fecha: 19-11-2016.
Lugar: Valencia.
Comentario:
En este 3º día que comenzaba y tras levantarme ya me iría
por la Carrer de la Pau hasta la Plaza de la Reina, la plaza de la entrada
principal de la catedral y zona donde habitualmente se encuentra un tremendo
ambiente de turisteo durante todo el año y más si cabe en estos días en los que
iba a tener lugar la Maratón de la ciudad de Valencia.
Desayunaría en esta
plaza en una heladería-cafetería llamada “Bertal”, que había visto que tenía
bastante buena pinta, cayendo en esta mañana el típico fartón valenciano (dulce
de bollería alargado con azúcar glaseado) con un café con leche y como no me
fue suficiente y viendo que estaban haciendo en el momento crepes, pedí uno
relleno de chocolate…
Resumiendo, un buen
desayuno, más por el crepe que por el fartón ya que éste no me daría mucho más.
Enlace del Bertal...
Pues tras el desayuno
ya me iría a dar una vuelta por toda esta zona de la parte antigua de Valencia
y con el destino en mi mente de unas torres que no conocía, las Torres de
Quart.
Pero antes de llegar a
dichas puertas, haría unas cuantas fotos de algunas cosucas que me encontraría
por esta zona como por ejplo…
La torre campanario de
la Catedral de Valencia, conocida como Micalet o Miguelete y por lo que pude
averiguar es el símbolo de la ciudad de Valencia.
De estilo gótico fue
levantada entre los años 1380 y 1429 hasta una altura de 50 metros.
Su nombre viene de la
gran campana dedicada a San Miguel (año 1532 – 11 Tm de peso), conservándose
otras campañas antiguas que se voltean manualmente.
Decir que se puede subir al
mismo, de hecho este menda ascendió hasta su mirador hace ya algunos años.
Como vi que la puerta
de entrada a la catedral estaba abierta, para allá me dirigí y cuál sería mi
sorpresa cuando vi que por visitar la misma cobraban 6 euros.
Esta tarifa se cobraba
si se accedía por uno de los lados de la entrada principal, pero fijándome en
la gente, observé como había turistas que se internaban por el otro lado, así
que para allá me fui, sacando este par de fotos del interior de la catedral.
Tras esta pequeña
visita para plasmar solamente las fotos anteriores, saldría en dirección a otra
de las principales plazas de la ciudad, la Plaza de la Virgen, plaza con un
tremendo ambiente a todas horas.
En mi trayecto hacia
dicha plaza realizaría un pequeño parón para fotografiar un curioso personaje
que me encontraría.
En dicha plaza se
encontraba, en mi opinión, una de las maravillas de la ciudad, la Real Basílica
de Nuestra Señora de los Desamparados.
Imagen hacia atrás de
parte de la catedral, tomada la misma desde la Plaza de la Virgen.
Me interné un rato por
las callejuelas de la zona, descubriendo lo que es la Parroquia de San Esteban.
Un par de imágenes de
esta Plaza de la Virgen, con gente a todas horas.
Imagen de la fuente que
preside la plaza, la Fuente del Turia y al fondo a la drcha, la Catedral con la
Puerta de los Apóstoles y en su parte superior, el cimborrio. A la izd, la
Basílica de la Virgen de los Desamparados.
Desde esta plaza me
iría por una calle en la que parecía haber cierto ambiente y a los pocos metros
me daría con una iglesia, la iglesia de San Lorenzo.
Enfrente de esta
iglesia me encontré con la fachada del edificio de las Cortes Valencianas.
Casi al lado mismo de
la Plaza de la Virgen, localizaría otra plaza, la Plaza de Manises.
Pues tras estas visitas
ya me encaminaría por la larga Carrer dels Cavallers hasta localizar las Torres
de Quart.
Las torres desde esta
Carrer dels Cavallers.
Estas Torres de Quart
son un par de torres gemelas que formaban parte de la muralla medieval que
rodeaba el casco antiguo de Valencia, cuya función era defender la ciudad.
Su
construcción fue realizada entre los años 1441 y 1460 y su estilo es gótico
valenciano tardío militar.
La curiosidad me podía,
así que me fui hacia la otra cara de estas torres para sacar la siguiente
imagen.
Volvería caminando sin
un rumbo fijo, dando con la zona del guapo Mercado Central de Valencia, una
visita recomendable para todo el que se pierda algún día por Valencia.
Varias imágenes de esta
zona del mercado.
De nuevo en la Plaza de
la Reina.
Antes de dirigirme a
comer a la Paella-Party del Calatrava, pasaría por el hotel y por el parque
situado al lado del mismo.
Pasaría en mi
itinerario hacia dicho evento gastronómico, al lado mismo del guapo Puente de
las Flores, guapo pero también símbolo del despilfarro que sufrió la ciudad de
Valencia por muchos años.
Bajaría hasta los
Jardines del Turia para ir caminando tranquilamente y sin complicaciones de cruzar
calles hasta todo el complejo de edificios del Calatrava.
En mi trayecto me iba
aparecer el Palacio de la Música de Valencia.
Llegaría al recinto de
la fiesta, pero antes de irme a por la comida que daban con el vale de regalo
me haría algunas fotos por la zona de la recta de llegada, incluyendo la
pancarta “soñada” por muchos de los que al día siguiente correrían (de muchos y
de este menda aunque no corriera este año, claro está).
Imagen de lo que daban
para comer algo en dicha Paella-Party, en la que me encontré con bastante gente
tirada en los prados circundantes disfrutando del día y de la comida.
Tras la comida me iría
a caminar un poco pero como hacía muy buena temperatura para seguir tirado en
el prado, decidí pegarme una pequeña siesta de una hora aproximadamente.
Seguidamente y para
seguir haciendo tiempo ya iría en un buen paseo plasmando en fotos algunas de
las zonas del guapo y polémico complejo, así como de la zona de salida, la cual
espero un día cruzar.
Ya estaba oscureciendo
cuando puse rumbo hacia la estación de los trenes de cercanías de Valencia para
ir a esperar a Adela.
Daría todavía una
vuelta por la zona, entrando en la Fnac de Valencia, en la cual estuve un buen
rato entretenido haciendo tiempo a la espera de irme a la estación.
Llegaría Adela y tras
pasar por el hotel, ya pondríamos rumbo hacia la zona donde teníamos reservado
para cenar en un Restaurante Griego.
Encontraríamos con
cierta dificultad el restaurante (anécdota de los mayores), pero al ver que el
mismo y su zona estaba desangelada para cenar, decidimos renunciar a la cena en
este restaurante, poniendo rumbo a otro en el que reservaríamos “milagrosamente
sobre la marcha”, en este caso un Asador Argentino al que le daban muy buenas
críticas en Internet, el Asador Argentino “Cruz Pampa”, el cual quedaba en la
zona de La Gran Vía.
Cerca de casi media
hora tardaríamos en llegar a esta zona de la Gran Vía, descubriendo “por
casualidad” una zona con buen ambiente y con gran número de establecimientos
hosteleros que se encontraban con gran nivel de ocupación (sobre todo los de
pasta que estaban hasta “los topes” gracias a los participantes de la maratón).
Antes de ir definitivamente
hasta el Asador nos fuimos a tomar algo, dando con una cervecería llamada “Urban
Bar” en la cual había una terraza, así que para allá nos fuimos.
Enlace de dicho local.
Tras tomar algo en la
terraza ya nos iríamos hasta el Asador Argentino que a esas horas se encontraba
totalmente lleno, así que tras esperar unos minutos ya nos sentaríamos para
cenar ya que en mi caso tengo que reconocer que ya empezaba a tener hambre.
Enlace del Asador
Argentino…
Me prestaría “por la
vida” cenar en dicho lugar ya que siempre le había tenido ganas a pillar un
asador argentino, acostumbrado a las típicas parrillas de mi tierra asturiana.
Tras probar el menú
degustación que tomamos ya pondríamos rumbo hacia el hotel para descansar hasta
el día siguiente y con el objetivo de madrugar algo para ver a los corredores
participantes en la Maratón de Valencia, pero eso ya queda para el siguiente
día y post…
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