Día:
10-07-2018.
Desnivel:
+150 m.
Longitud:
08,14 Km.
Tiempo:
02h:07:09
Comentario:
Me
acercaría después de trabajar por la mañana a la zona de Llanes para realizar
esta corta ruta costera entre la zona del pueblo de Niembro y la cercana Playa
de San Antolín y poder seguir conociendo tramos de la costa asturiana en mi
afán de recorrer el litoral asturiano.
Empezaría
a caminar en torno a las 16h30 desde la estación de servicio de La Vega,
situada a un par de Km de Niembro y en un día en el que climatológicamente se
puede decir que estaba impecable.
Vista
hacia gasolinera donde había dejado el coche.
Caminaría
unos centenares de metros por la senda peatonal que iba pegada a la carretera y
en dirección a Niembro, tomando entonces el desvío (izda) que poco a poco me
iría elevando hacia las cotas superiores del pueblo.
Entrando
en Niembro, localidad que multiplica su población en época veraniega.
En
mi afán por ganar altura, vistas hacia el Este y hacia la Ensenada de Niembro.
Un
par de imágenes de algunas casas del pueblo.
Llegaría
a un punto en el que daría con la carretera de acceso al aparcamiento de la
famosa Playa de Torimbia, una de las más espectaculares de la costa asturiana,
observando como en la zona del Mirador de Torimbia había un buen número de
coches aparcados de la gente que se encontraba en esos momentos en la playa.
Pero
yo no llegaría a dicho mirador ya que me desviaría a la izda por una pista que
me saldría en busca de la Playa de San Antolín.
Vistas
hacia el norte y hacia la Playa de Toranda.
Una
de las imágenes más típicas del litoral en Asturias, la espectacular Playa de
Torimbia.
Tras
caminar unos 10 min por la pista que había cogido, la misma me sacaría a un
alto y a una zona en la que había instalada una estación de telecomunicaciones,
estación que poco a poco fui dejando atrás en mi búsqueda de la playa objetivo
del día, la de San Antolín.
Tras
la subida hasta esta zona, la pista tomaba un respiro y empezaría a llanear
varios centenares de metros en busca de la bajada pronunciada que me llevara a
San Antolín.
Verdes
campos a la drcha en mi marcha me irían apareciendo, así como zonas de helechos
de casi metro y medio de altura, terreno de mis queridas garrapatas.
El
terreno fácil se iba acabar para empezar una bajada pronunciada que me proporcionaría
en algún tramo, espectaculares vistas sobre la Playa de San Antolín y la
desembocadura del Río de las Cabras o también llamado Bedón.
Descenso
pronunciado por el bosque.
Terrenos de garrapatas, tónica habitual de este año en Asturias, dado todo lo que ha
llovido.
Tramo
final del descenso por la pista y que me sacaría a la senda peatonal que iba
pegada a la carretera general antigua de Ribadesella a Llanes.
Nada
más salir y a los pocos metros ya me iban aparecer las vistas del Monasterio de
San Antolín de Bedón, lugar que se encuentra en la actualidad en ruinas y que
no pude visitar por estar situado en una finca privada o al menos eso ponía un
cartel.
Iría
caminando por la senda peatonal en busca de la Playa de San Antolín y
entretenido con las vistas de la desembocadura del Río de las Cabras.
Una
vez en la barandilla sobre la playa, obtendría el siguiente par de imágenes
sobre esta peligrosa playa de 1.200
m de longitud.
Vídeo
de la Playa de San Antolín.
Me
acercaría un momento hasta el cartel que anunciaba otra ruta de senderismo
partiendo desde dicha playa y que iba en dirección al Oeste, tramo que tendré
que hacer un día de estos si quiero seguir con mi deseo de seguir conociendo
más tramos de la costa asturiana.
Pasaría
de seguir hacia la Playa de Gulpiyuri ya que este tramo que sigue lo haré el día que empiece desde la Playa de
San Antolín y tome dirección Oeste, así que regresaría sobre mis pasos para dar
con la pista que en pronunciado descenso me había llevado hasta la zona del
Monasterio de San Antolín de Bedón.
Una
vez en la pista empezaría a subir con fuerte pendiente durante unos 400 – 500 m hasta dar con otra
pista “secundaría” que salía en una curva y que sabía que me llevaría en forma
de atajo hasta la zona de la gasolinera donde había dejado el coche.
Vista
de la pista – atajo que tomaría (por su izda vendría yo en descenso en la
primera mitad de la ruta).
Transitando
por este pequeño bosque y en busca de la estación de servicio.
Tras
caminar por esta pista y por algún tramo estrecho que más bien era un sendero
que otra cosa, saldría ya a la senda peatonal que me llevaría al aparcamiento
de la gasolinera, así que tras un par de horas desde mi partida del coche, daba
por finalizada la ruta de este día.
Después
de llegar al coche ya me iría hasta uno de los chiringuitos de la Playa de San
Antolín para tomarme un café con hielo y disfrutar del día soleado que estaba
haciendo, uno de los pocos días que llevamos viendo al astro rey en este
verano.
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