viernes, 20 de julio de 2018

DE NIEMBRO A LA PLAYA DE SAN ANTOLÍN.



Día: 10-07-2018.

Desnivel: +150 m.

Longitud: 08,14 Km.

Tiempo: 02h:07:09


Comentario:
Me acercaría después de trabajar por la mañana a la zona de Llanes para realizar esta corta ruta costera entre la zona del pueblo de Niembro y la cercana Playa de San Antolín y poder seguir conociendo tramos de la costa asturiana en mi afán de recorrer el litoral asturiano.

Empezaría a caminar en torno a las 16h30 desde la estación de servicio de La Vega, situada a un par de Km de Niembro y en un día en el que climatológicamente se puede decir que estaba impecable.

Vista hacia gasolinera donde había dejado el coche.


Caminaría unos centenares de metros por la senda peatonal que iba pegada a la carretera y en dirección a Niembro, tomando entonces el desvío (izda) que poco a poco me iría elevando hacia las cotas superiores del pueblo.


Entrando en Niembro, localidad que multiplica su población en época veraniega.


En mi afán por ganar altura, vistas hacia el Este y hacia la Ensenada de Niembro.


Un par de imágenes de algunas casas del pueblo.




Llegaría a un punto en el que daría con la carretera de acceso al aparcamiento de la famosa Playa de Torimbia, una de las más espectaculares de la costa asturiana, observando como en la zona del Mirador de Torimbia había un buen número de coches aparcados de la gente que se encontraba en esos momentos en la playa.


Pero yo no llegaría a dicho mirador ya que me desviaría a la izda por una pista que me saldría en busca de la Playa de San Antolín.


Vistas hacia el norte y hacia la Playa de Toranda.


Una de las imágenes más típicas del litoral en Asturias, la espectacular Playa de Torimbia.


Tras caminar unos 10 min por la pista que había cogido, la misma me sacaría a un alto y a una zona en la que había instalada una estación de telecomunicaciones, estación que poco a poco fui dejando atrás en mi búsqueda de la playa objetivo del día, la de San Antolín.


Tras la subida hasta esta zona, la pista tomaba un respiro y empezaría a llanear varios centenares de metros en busca de la bajada pronunciada que me llevara a San Antolín.


Verdes campos a la drcha en mi marcha me irían apareciendo, así como zonas de helechos de casi metro y medio de altura, terreno de mis queridas garrapatas.


El terreno fácil se iba acabar para empezar una bajada pronunciada que me proporcionaría en algún tramo, espectaculares vistas sobre la Playa de San Antolín y la desembocadura del Río de las Cabras o también llamado Bedón.


Descenso pronunciado por el bosque.


Terrenos de garrapatas, tónica habitual de este año en Asturias, dado todo lo que ha llovido.


Tramo final del descenso por la pista y que me sacaría a la senda peatonal que iba pegada a la carretera general antigua de Ribadesella a Llanes.


Nada más salir y a los pocos metros ya me iban aparecer las vistas del Monasterio de San Antolín de Bedón, lugar que se encuentra en la actualidad en ruinas y que no pude visitar por estar situado en una finca privada o al menos eso ponía un cartel.


Iría caminando por la senda peatonal en busca de la Playa de San Antolín y entretenido con las vistas de la desembocadura del Río de las Cabras.




Una vez en la barandilla sobre la playa, obtendría el siguiente par de imágenes sobre esta peligrosa playa de 1.200 m de longitud.




Vídeo de la Playa de San Antolín.



Me acercaría un momento hasta el cartel que anunciaba otra ruta de senderismo partiendo desde dicha playa y que iba en dirección al Oeste, tramo que tendré que hacer un día de estos si quiero seguir con mi deseo de seguir conociendo más tramos de la costa asturiana.

Pasaría de seguir hacia la Playa de Gulpiyuri ya que este tramo que sigue lo haré el día que empiece desde la Playa de San Antolín y tome dirección Oeste, así que regresaría sobre mis pasos para dar con la pista que en pronunciado descenso me había llevado hasta la zona del Monasterio de San Antolín de Bedón.

Una vez en la pista empezaría a subir con fuerte pendiente durante unos 400 – 500 m hasta dar con otra pista “secundaría” que salía en una curva y que sabía que me llevaría en forma de atajo hasta la zona de la gasolinera donde había dejado el coche.

Vista de la pista – atajo que tomaría (por su izda vendría yo en descenso en la primera mitad de la ruta).


Transitando por este pequeño bosque y en busca de la estación de servicio.


Tras caminar por esta pista y por algún tramo estrecho que más bien era un sendero que otra cosa, saldría ya a la senda peatonal que me llevaría al aparcamiento de la gasolinera, así que tras un par de horas desde mi partida del coche, daba por finalizada la ruta de este día.

Después de llegar al coche ya me iría hasta uno de los chiringuitos de la Playa de San Antolín para tomarme un café con hielo y disfrutar del día soleado que estaba haciendo, uno de los pocos días que llevamos viendo al astro rey en este verano.

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