martes, 3 de julio de 2018

VACACIONES 2018…1º DÍA (ARÉVALO).



Fecha: 22-06-2018.

Lugar: Arévalo.


Comentario:
Llegaba la última semana del mes de Junio de este año 2018 y con ella mi primer periodo vacacional escogido del año, así que pensando en donde me podía dejar caer en dicho periodo vacacional y dadas las ansias tremendas de pillar sol durante estos días, decidí finalmente tirar a conocer una zona a la que la tenía muchas ganas desde hacía tiempo y como era la zona del Parque Natural del Cabo de Gata.

Aparte de la visita a dicho espacio protegido, tenía también en mente pasar dos o tres días en Carcaixent antes de llegar a Almería, así que como la semana se presentaba larga y también por así decirlo cansada ya que me iba  a ir a patear unos días por la costa almeriense, aparte de todo el trayecto en coche para mi solito, había decidido pasar una primera noche en mi camino a Carcaixent en el típico hotel de carretera, situado en esta ocasión a un par de Km de la ciudad de Arévalo.

Pues después de salir a las 15h de trabajar de este Viernes y tras estar algo menos de una hora en casa acabando con los preparativos (el día anterior ya había bajado el grueso del equipaje al coche), a eso de las 16h estaba saliendo con el coche para poner rumbo por la Autopista del Huerna hacia Arévalo, llegando a dicha población pasadas las 19h.

Lo primero que haría iba a ser acercarme hasta el Hostal Las Fuentes, lugar donde pasaría la primera noche de mi periodo vacacional en este mes.

Enlace de dicho hostal…


Vídeo e imágenes tomadas de dicho hostal, así como de la habitación.








Tras la visita al hostal y dado que eran todavía las 19h aprox, me acercaría hasta Arévalo (820 m – 8.123 hab en 2016) para dar una vuelta y hacer algo de tiempo ya que la localidad se caracteriza por tener un buen conjunto histórico – artístico y por tener una gran cantidad de monumentos mudéjares.

Enlace con algo de información sobre la ciudad de Arévalo…


El primer monumento al que me acercaría iba a ser la Iglesia de El Salvador.


Otro par de imágenes de dicha iglesia en mi retorno hacia la Plaza del Arrabal, lugar donde había dejado el coche momentos antes.




Iglesia de Santo Domingo, ubicada en dicha Plaza del Arrabal.


Desde dicha plaza me dirigiría hacia la Plaza del Ayuntamiento a través del pasadizo que protegía el Arco de Alcocer, uno de los restos que quedan en pie de la muralla original.






Tras dejar la Plaza del Ayuntamiento ya iría en busca de la plaza más espectacular (en mi opinión) que tenía la localidad, la Plaza de La Villa.

Por la calle que me llevaría a dicha plaza ya me iría apareciendo la torre más alta de todas las iglesias que tiene Arévalo, la torre de la iglesia de Santa María la Mayor.


Y junto a la iglesia, la Plaza de la Villa, plaza típicamente castellana con soportales.








En un extremo de dicha plaza destacaba la Iglesia de San Martín, también llamada “de las torres gemelas”.


Vista hacia atrás de la Plaza de la Villa desde el lugar en donde se encontraba ubicada la “iglesia de las torres gemelas”.


Desde la plaza me dirigiría a una zona de la ciudad que no conocía y en la que existía una especie de mirador hacia el pequeño cañón que formaba el Río Adaja a su paso por uno de los extremos de la ciudad.

Vista hacia atrás de la Iglesia de San Martín en mi camino hacia el mirador.


Imagen y vídeo del Río Adaja a su paso por Arévalo.




Retornaría de nuevo hacia la gran plaza monumental de Arévalo para ir en busca del castillo de la ciudad, pasando antes por la Fuente de los Cuatro Caños, ubicada en uno de los extremos de la Plaza de la Villa.


Castillo de Arévalo, también conocido como Castillo de los Zuñiga, el cual data de la segunda mitad del siglo XV.




Iría retornando hacia el centro de la ciudad, pasando por otro de los extremos de la ciudad y descubriendo el Arco de Medina, así como su puente, el cual cruza por encima del otro río de la ciudad, el Río Arevalillo.


Finalmente en mi camino hacia dicho centro, descubriría otra iglesia llamativa, la Iglesia de San Juan Bautista.


Tras dicha iglesia llegaría a la calle en donde estaban ubicados los dos restaurantes más prestigiosos de la ciudad para comer el lechazo o el producto típico de la ciudad, el cochinillo o también llamado tostón asado, no encontrando abiertos dichos establecimientos hosteleros, así que me tuve que ir para el hostal con la intención de cenar algo antes de acostarme.

Tras la cena ya no había mucho más que hacer, así que tocaba camita y descansar para el día siguiente que todavía había que hacer una buena cantidad de Km en mi tránsito hacia tierras levantinas.

¡A descansar tocaba…!.

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